Señor Rajoy, como Presidente del Gobierno, una de sus principales funciones es la de hacer cumplir la Constitución Española, en eso estamos claros; pero toda la Constitución, no solo los artículos que les convengan o interesen.
Así pues, su respuesta el miércoles por la mañana en el programa de Más de uno, con Carlos Alsina, sobre la cuestión de la brecha salarial y qué haría el gobierno para erradicarla, no solo fue muy desafortunada, sino contraria a sus funciones.
El artículo 35 de la Constitución se refiere -además del derecho al trabajo- a la no discriminación ni en el acceso, ni en la retribución que se recibe de este por razones de sexo, y esto Señor Rajoy para que usted lo vaya entendiendo, se refiere a la necesidad de poner freno a la brecha salarial que sigue estando en España alrededor de un 22%.
Esta situación se ve reforzada con una discriminación horizontal, esa que por distintas razones hace que estando en los mismos niveles de responsabilidad cobremos menos, y así mismo por la discriminación vertical, esa que no nos deja subir a los cargos de decisión. Y si hablamos de precariedad, tenga usted en cuenta que de ese 13% de personas que trabajan en condiciones precarias y con salarios que no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas, el 64% Señor presidente, son mujeres.
Con todo esto, lamento decirle que sí debemos meternos en esos asuntos, porque a nosotras nos va la vida en esto Señor presidente. Según el CSIF, en España una mujer al día tiene que dejar su trabajo por la violencia de género, esa que nos lleva a la escalofriante cifra de una mujer asesinada cada 5 días en este país.
Uno de los temas en los que las feministas más insistimos, es en la importancia de la independencia económica de las mujeres para poder salir de las situaciones de violencia, pero su falta de implicación en esto, nos pone el camino muy difícil.
Si no ha leído usted a la Señora Virginia Woolf con su maravilloso texto Una habitación propia, le recomiendo que lo haga.
Todas las mujeres, sin importar nuestra condición o procedencia, nuestra ocupación o formación, necesitamos esa “habitación propia” de la que ella nos habla, y que podemos resignificar como esa posibilidad/necesidad de contar con nuestros propios recursos para garantizarnos la independencia para vivir libres y seguras, tomando nuestras decisiones libremente y como diría la autora “escribir” nuestras vidas según nuestra apetencia.
Por si usted aún no se ha enterado las condiciones son muy difíciles para poder vivir libres y seguras en nuestro país. Las mujeres seguimos teniendo alrededor del 70% de los contratos a tiempo parcial, con la repercusión que esto tiene en los salarios que recibimos y, por ende, en nuestras futuras pensiones.
Honestamente creo, Señor Rajoy, que el día en que todas esas personas que están con usted en las sillas donde se toman las decisiones, entiendan que esto no puede ser una cuestión partidista, pero desde luego si es una cuestión política, empezaremos a ver un cambio, pero mis esperanzas en ello están bastante extraviadas, aun así y mientras tanto, ocúpese de lo que le toca y métase en este tema y haga cumplir la Constitución y la Ley. Aquí tendrá a las feministas y a la sociedad consciente de ello, para echarle una mano y solucionarlo.