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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Unidos Podemos: En busca del voto perdido

Euprepio Padula

Coach experto en liderazgo y colaborador habitual en diferentes medios de comunicación —

Unidos Podemos sigue en estado de shock. No saben que ha pasado, no entienden un fracaso tan rotundo. Culpan a las encuestas, los politólogos, y tímidamente aceptan hacer autocrítica antes de empezar con batallas internas que podrían llevar a purgas y salidas. Lo más importante en este momento para la formación morada es evitar esa tendencia un poco “autolesionistas” que estamos viendo y centrarse en un análisis mucho más sereno y menos emocional de este stop, quizás momentáneo, al sueño de poder.

1.089.760 personas de las que votaron a Izquierda Unida y Podemos el 20D han retirado la confianza a la coalición Unidos Podemos tan sólo seis meses después.

La mayoría simplemente se ha quedado en casa y entre las hipótesis más claras del fracaso, hay algunas bastante evidentes y de sentido común:

NO siempre 2+2=4

La unión entre Podemos e IU ha sido desde el principio un quebradero de cabeza y base de conflicto entre Iglesias y Errejón. Para Errejón la historia del partido comunista detrás de IU era una losa. El ábaco en política no siempre funciona. Pensar que 5 millones de votos más el millón de IU iba a dar 6 millones o más por el efecto mariposa tan esperado e insinuado por las encuestas ha sido el sueño de unos días de verano acabados en pesadilla el 26 de junio. La misma noche electoral, Pablo Iglesias de manera precipitada nos dijo que el camino empezado con IU era el correcto. ¡No sé lo creía ni él! El 26J ha dado la razón al Pablo Iglesias “sin corbata” y vehemente que hace un año rechazaba de forma inflexible ir junto con IU cuando decía que un “frente de izquierdas” en las generales “no puede cambiar políticamente el país” y que tampoco “funciona electoralmente”. Esto nos lleva a reflexionar sobre la confusión ideológica a la cual Iglesias ha llevado a sus electores y a los de IU. Las etiquetas “socialdemócrata”, “plurinacional” y “patriota” no han colado, la gente se ha perdido detrás de tanto “marketing ideológico” y ha perdido la idea de marca.

La integración de IU

Muchos de los tradicionales votante de IU no han ido a votar, no han aceptado que su líder, Garzón, fuera de número 5 de las listas por Madrid de Unidos Podemos. Muy lejos de las luces necesarias para poder ser un protagonista de verdad. También queda la duda de la satisfacción de los votantes de IU por los puestos ocupados en las listas por muchos de sus candidatos casi nadie encabezaba las listas, los demás de “secundarios”.

La factura de la legislatura y falta de respeto al PSOE

Muchos votantes han pasado factura a Podemos por su actitud durante la pasada legislatura, en la que bloqueó la posibilidad de investir a un presidente socialista. En lugar de eso, Iglesias dio una segunda oportunidad a Mariano Rajoy y el líder del PP parece que puede aprovecharla para repetir cuatro años más en La Moncloa. Es cierto que los simpatizantes de Podemos rechazaron por una amplia mayoría apoyar a Sánchez, pero una cosa son los militantes y otra los votantes. Muchos de sus electores en diciembre eran antiguos votantes del PSOE. La actitud y el tono utilizados por Iglesias desde enero con Sánchez y el terrible recuerdo de la “cal viva” mirando a Felipe González han creado una relación política y de desconfianza mutua entre Podemos y el PSOE.

Infantilismo y Síndrome de Peter Pan

El infantilismo de Unidos Podemos se ha visto en toda la campaña y antes. Se han confiado de forma pueril de las encuestas, claramente infladas a favor del equipo morado. Intencionalmente o no, las encuestas han hablado de sorpasso, han hablado de triunfo y ellos se lo han creído y mucho. Se han relajado mucho. Por otro lado, como he dicho en muchos foros, Pablo Iglesias es, para mi, un boxeador que ha intentado disfrazarse de jugador de ajedrez: no ha colado nada y además no ha gustado nada a los que están fascinado por su lucha, por su agresividad. Se le ha visto el plumero. Se ha usado a desmesura la parte emocional y poco la cabeza y el sentido común cayendo en las trampas del PP y de la campaña de Moragas.

A UP le ha pasado algo parecido a lo que pasó en Italia con 5 stelle. Su éxito en las urnas en las primeras elecciones generales en las cuales se presentaron no se confirmó en las siguientes en las cuales los electores castigaron de una forma clara y rotunda su actitud en el parlamento. En el parlamento demostraron esa síndrome de Peter Pan que a veces vemos también en Podemos. Al final la gente lo que quiere es gobernabilidad y no “anárquicos” o “extremistas” que impidan al Congreso  funcionar.

Movilizar a la derecha

Los aires triunfalistas de Unidos Podemos han provocado como consecuencia movilizar el voto del PP y también de PSOE. Polarizar con Rajoy no ha servido. Iglesias pierde, Rajoy gana y el PP triunfa. Ha dado miedo a un Ejecutivo presidido por Iglesias, más en un escenario de máxima incertidumbre por el 'Brexit'. En este sentido, el líder del PP ha sabido rentabilizar la llamada al “voto útil”.

Demasiada tele y poca plaza

Nadie duda del carisma de Pablo Iglesias y de sus grandes dotes de comunicación, nadie duda que mucho del éxito de Podemos se ha fraguado en los plató televisivos pero pensar que se podía llegar al voto rural, al voto de mayores de 50 años haciendo solo tele y dejando las plazas a Errejón es evidente que ha sido un auténtico fracaso. No está en crisis la política en televisión, está en crisis pensar que se puede abusar de ello y no hacer campaña en las calles. Podemos es un partido de intelectuales y para poder triunfar tendrá que llegar a las fábricas, las minas, los pueblos y el campo, pero no solo estando en los medios de comunicación. No sido suficiente para ello englobar en las filas del partido a IU.

Gobierno Podemos

Por último, muchos de los que están viviendo en comunidades y ayuntamientos gobernados con Podemos no están contentos con su gestión. El partido ya tiene historia y no a todos gusta.

Ahora la clave para que Podemos tenga futuro es que se dejen de tentaciones “autolesionistas”, que sepan hacer tesoro de todo lo que los ha llevado a tener 5.000.000 de electores agarrados a sus sueños, y reconstruir la confianza entre ellos y su gente.