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¿Hasta cuándo?

Una vez más la justicia de España hace que prevalezca el “derecho” de un padre asesino en vez de proteger el de las auténticas víctimas. Las mujeres y sus hijos e hijas pierden todos los derechos por culpa del comportamiento machista y lleno de estereotipos de la justicia. Para mí es difícil entender que el Estado no sea capaz de frenar esta lacra alarmante que son los asesinatos de menores a manos de sus padres maltratadores.

Me hiere el corazón al pensar que después de 14 años desde que mi hija fuera asesinada tenga que vivir casos como el de Galicia y como los cinco asesinatos que llevamos en este año, que han sido cometidos por padres que lo único que han pretendido con ello es hacer el mayor daño posible a las madres de todos ellos.

Se me encoge el alma una vez más de pensar en la desprotección y vulnerabilidad con la que viven estos menores, al amparo del destino que quieran para ellos los jueces de este país.

Para la justicia, siguen siendo invisibles. ¿Por qué esta desprotección? ¿Por qué no importan nuestros hijos? ¿Por qué tenemos que luchar las madres contra esta lacra para que no nos los maten? ¿Por qué no se cumplen las leyes en este país? ¿Por qué la justicia entrega nuestros hijos a un padre maltratador y asesino si la ley dice: “SUSPENDER LOS ENCUENTROS CON EL PADRE EN CASO DE VIOLENCIA MACHISTA”?

¡No nos vale con el lamento de después! Queremos a nuestros hijos vivos, queremos que los jueces y las juezas de este país acaten lo que la ley dice. Queremos protección siempre para el menor, que prevalezcan sus derechos antes que los de un padre maltratador y asesino, que ejerzan su trabajo pensando siempre que pueden ser sus hijos e hijas. Seguro que así actuarían de diferente manera, seguro que los protegerían siempre. ¡NUESTROS HIJOS TIENEN EL MISMO DERECHO! ¿HASTA CUÁNDO?

Mi más sincero pésame para esas cinco madres que están sufriendo la pérdida de lo más querido para todas ellas, sus hijos e hijas. Es muy difícil luchar contra una lacra como esta cuando la justicia da más protección a los padres maltratadores que a nuestra propia integridad y la de nuestros hijos e hijas, que somos quienes realmente la sufrimos.

¡Hay que denunciar! Claro que sí, pero sobre todo hay que proteger a las víctimas. No más recortes en la lucha contra la violencia de género. ¡No somos números! Somos personas, mujeres e hijos con nombre y apellidos. No son muertes, son ASESINATOS.