Alimañas en el poder

No es que la historia de la Humanidad haya sido parca en dirigentes desaprensivos, pero en este momento sufrimos una avalancha casi sin precedentes, dado que han invadido el poder político, mediático, económico, en algunos países el judicial, y sectores de la sociedad que son quienes los encumbran o toleran sin problemas. Elijan la causa o sumen varias: estupidez, frivolidad, revanchismo, falta de criterio, que al darse un tiro en el pie tan masivamente dañan a gran parte de la ciudadanía. Y desde luego la misma maldad y egoísmo que aquellos, que andan destruyendo la convivencia,

Como detonante, los 77 millones de seres que han dado la presidencia de los Estados Unidos a Donald Trump sabiendo de quiénes venía acompañado –léase los millonarios dueños de las empresas tecnológicas y un gobierno que ni elegido en una noche de pesadilla, incluida la Barbie portavoz con sello rubia Fox–. Pero ya estaban allí y en todas partes, siguiendo el mismo procedimiento. El imperialismo delirante de Trump les ha dado un gran espaldarazo y una inyección de optimismo superlativa.

Un Netanyahu en apuros internos rompe el alto el fuego de su genocidio palestino, como se esperaba. Si alguien creyó otra cosa será por su afición a los cuentos de hadas. Israel ha matado a más de 400 personas en las últimas horas, civiles desarmados, mientras dormían… autorizado por Trump. Y además vuelve a amenazar con “desatar el infierno” contra los que “aterroricen a Israel”. El tipo se ha tomado la presidencia de su país como si fuera la del mundo, como el autócrata tirano que ha resultado ser. Una alimaña. Y no va a parar. Porque no tiene a nadie que le plante cara con la mezcla de cerebro y coraje suficiente. Ni en su país, ni en Europa. En Estados Unidos, los republicanos desencantados lo máximo que dicen es que su país ya no pueden ser considerado “el líder del mundo libre”.

Irritante al máximo cómo se ha apresurado la UE, con Von der Leyen y Kallas, a decidir lo que llaman el rearme de Europa restando servicios a los ciudadanos. Que no lo van a hacer es otro cuento… europeo, los chinos no mienten tan tontamente. Analistas serios, con cuyo criterio coincidió, descartan por completo que sea intención de Putin atacar Europa, el expansionista a la brava es Trump, y juntos, desde luego, un peligro mundial. Ambos van a lo mismo: a lo suyo.

Hombre, que Trump está empecinado en anexionarse Groenlandia. Y que sepamos es Europa. Entonces, ¿qué vamos a hacer los miembros de la UE? ¿Lanzar contra el ejército estadounidense las armas que compramos a las empresas estadounidenses? Se oyen cosas estos días que ofenden la inteligencia, lo peor es que se hacen también y grandes sectores de la sociedad siguen a la sopa boba. Incluso aplauden la compra de armamento, ¿aunque les resten –más– sanidad pública?

Se trata de garantizar, dicen, el acuerdo de paz sobre Ucrania entre Estados Unidos y Rusia. ¿Entre Estados Unidos y Rusia? ¿Y esto a qué viene si lo piensan racionalmente? Ucrania está bien fastidiada en la “solución” de la guerra. El propósito es que la esquilmen entre los dos: Trump y Putin. Hoy se han limitado a acordar un alto el fuego de 30 días, pero parcial: limitado a instalaciones energéticas e infraestucturas en Ucrania. Hay que mandar fuerzas de paz europeas, estudian en la UE ¿a qué hagan la guerra? ¿Qué paz y qué guerra, que empezamos a perdernos?

El Salvador del ultraderechista Bukele, entretanto, ha recibido a 238 venezolanos deportados por Trump bajo acusaciones no comprobadas en juicio alguno. Tratados como animales y con una prensa salvadoreña que no se corta en sentenciar sin pruebas. Grave delito haber querido acceder al paraíso estadounidense que se pudre por momentos.

Todo esto hubiera resultado mucho más costoso de imbuir en la sociedad sin los cómplices mediáticos. Su labor de apoyo y disuasión es en algunos casos de auténticas alimañas también, pongan si lo prefieren bestias, depredadores. Ahora ya es una ingenuidad hablar de que venden pianos, algunos venden desde guerras a dirigentes políticos desaprensivos. Y hay ciudadanos que todavía no los distinguen y que pueden no hacerlo hasta que toda esa porquería les anegue.

Y viene de lejos. ¿Qué conjunción cósmica se ha tenido que dar para que Carlos Mazón fuera candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana y para que fuera elegido? Avisó de lejos antes, leo. Tiene corrupciones pendientes de evaluar. Lo último sobrepasa todos los colmos. Se echa en manos de la embravecida (gracias a Trump) ultraderecha de Vox para seguir en el cargo en el que ya prácticamente nadie le quiere. Porque no lo merece. Y niega el Pacto Verde y critica el “extremismo climatica”, en declaración institucional, tras ¡una Dana terrible en su comunidad! que ha ocasionado más de 200 muertos. Y se atreve a hablar contra los migrantes y aceptar con Vox echarlos. No le importa que ayudaran en la catástrofe que él con su desidia desencadenó como tal. Porque claramente, al no avisar, se dio ese aumento de las víctimas mortales.

Todo el programa de Vox aceptado por Mazón es repugnante. Les ha concedido hasta participar con él en el maná de la reconstrucción. No se comprende que los valencianos decentes lo toleren. Y va el PP nacional y secunda el pacto, hasta con el patético Semper que ya no se sabe qué más está dispuesto a tragar.

De la presidenta de Madrid y la corte mediática que la lava sin descanso, ya mejor lo dejamos hoy. La pobre se ha ido a hacer el ridículo a Londres mientras disfrutaba de un weekend de desagravio por los sinsabores de la semana. De regreso palos de Ayuso a los niños migrantes. Su pauta de conducta es bien clara: niños y ancianos vulnerables le sobran. Está para lo que está.

El problema es el PP en su conjunto. Y sus colaboradores judiciales y mediáticos. Nos abofetean cada vez que sirven los avances del “caso Fiscal General” por los emails del novio más poderosos de España. El afán mediático en presentarlo como un asunto trascendental de Estado mientras el Amador de Ayuso sigue de rositas judiciales. Hablamos de la pareja conviviente de Ayuso, un peso pesado del PP, partido exonerado por la Fiscalía que no vio delito en la destrucción de los ordenadores de Bárcenas en donde guardaba datos de su corrupción, tras destrozarlos a martillazos. Sí, esa Gürtel descomunal que aún se juzga tantos años después, con sus corruptos pidiendo pactos con la Fiscalía.

En fin, ustedes sabrán, pero el cauce que lleva todo esto pinta muy mal.

Es insoportable. Como toda la suma de insultos a la inteligencia que se están produciendo. Que un partido tan corrupto hasta en sus genes como el PP haya logrado convencer a sectores proclives de la sociedad que el gobierno de Sánchez y su familia son la imagen viva de la corrupción, es realmente una obra brillante. Si nos preguntamos cómo es posible que personas normales, decentes y responsables votaran a Mazón o a Ayuso después de su gestión en las residencias, basta extender el asombro al Partido Popular como tal. ¿Se puede ser más arbitrario y falso y hacer más daño del que hacen? ¿Dónde hay en ese partido una idea que no sea desestabilizar al gobierno por la vía fácil de las malas artes? ¿Saben que Aznar ha vuelto a insistir en su llamamiento “el que pueda hacer que haga”? Y no pasa nada. Hay gente en la cárcel por cantar una canción. O encausada por poner un tuit.

Hace años, bajo el gobierno de Rajoy, la triple valla de seis metros de altura que separa Marruecos de Melilla y que había mandado construir Aznar precisamente, fue reforzada por una malla antitrepa que evitara la introducción de los dedos para escalar por ella. No está de más recordar el mecanismo en momentos como este, cuajados –esta vez sí– de alimañas de variado pelaje. Llámenles si quieren gentuza cruel sin escrúpulos.

Lástima lo mal repartido que está el dolor. Y la inteligencia. Y la responsabilidad. Y la decencia. Lo fácil que les ha resultado a algunos trepar hasta donde están. Cuánto mejor estarían cercados por vallas o por cualquier método que los aislara de los seres humanos susceptibles de ser objetivo de su violencia.