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Los amigos se escogen, los cuñados no

Julio Embid

Hace muchos años, en una vida anterior, tuve una cuñada cuyo idioma materno no era el castellano. Cada vez que hablábamos en su idioma se descacharraba y corregía mi penosa pronunciación entre risas. Cuando usábamos el cervantino resultaba más difícil entenderle que a ciertos futbolistas. Servidor, por deferencia, sonreía e intentaba ser majo con ella y con el resto de su familia, pero tuve que joderme porque con la pareja siempre viene el pack familiar completo.

El deseo de tener familia va cambiando conforme vas cumpliendo años. Según el último barómetro del CIS de marzo de 2015, cuantos más años tienes, mayores son las ganas de tener una pareja estable o tener hijos. Incluso valoras más el vivir cerca de tu familia o llevarte bien con ella. Cuando eres joven te importa mucho menos y si pudieras vivir en un domicilio distinto del de tus padres, mejor.

Con respecto al género, a los hombres les interesa mucho más tener pareja que a las mujeres, ¡ocho puntos más!. Por el contrario, ellas consideran mucho más importante tener hijos. Sin embargo las verdaderas diferencias de comportamiento y preferencias familiares las da la clase social.

Tener pareja estable o tener hijos resulta una cuestión esencial para las viejas clases medias (autónomos, pequeños empresarios o agricultores) y para la clase obrera. Para los de clase alta y media-alta lo más importante es tener amigos, ya que cuando tienes dinero, puedes escoger mejor con quien perder tu tiempo libre. Incluso, entre este colectivo, se valora mucho menos el vivir cerca de la familia. Si te tienes que mudar a otra ciudad a causa del trabajo no pasa nada. Y con respecto a encontrar una cita esporádica, cada cinco minutos se anuncia en televisión una nueva aplicación o web para encontrar pareja rápidamente sin perder el tiempo en zarandajas o cortejos.

El tema de los hijos es mucho más complicado. Cada vez resulta menos necesario tener pareja para concebir. Pero no esperes tampoco mucha ayuda pública y tendrías que preparar entre 1.000 y 8.000 euros de tu propio bolsillo dependiendo de la Comunidad Autónoma donde vivas. Por otro lado, los incentivos a la maternidad y a las ayudas directas a la infancia en España son mucho más bajos que en otros países europeos. Los 2.500 euros que se fijaron durante el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, y que dieron lugar a la mítica portada embargada de El Jueves, que a pesar de su secuestro judicial todo el mundo vio, eran claramente insuficientes para sostener una vida digna durante dos décadas.

La crisis y la precariedad han hecho que, como en la Edad Media, los comportamientos familiares entre estamentos se vayan distanciando. Fenómenos hedonistas como los dinky (Double income, no kids), que no son ningún teletubbie nuevo ni ningún pokemon de cierzo, van en aumento. Son las parejas que con dos sueldos, voluntariamente, deciden no tener hijos porque de manera egoísta ¿para qué vas a vivir peor pudiendo vivir mejor?. Y si no tienes pareja o no tienes descendencia tampoco pasa nada. A fin de cuentas, a quien Dios no le dio hijos, el diablo le da sobrinos. O lo que es peor, cuñados.

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