“Che pibe, ¿querés tomar una copa?, ¡entrá nomás!”. Si estuviste en Madrid a finales de los noventa y saliste de noche, quizás recuerdes que hubo una época en que se pusieron de moda los relaciones públicas argentinos a las puertas de los bares de copas. Bajabas por la calle Huertas y te salían al paso jóvenes que, con acento rioplatense y una gran sonrisa, te invitaban a entrar y te daban una tarjeta para dos copas por el precio de una. A los españoles nos hacían mucha gracia los argentinos, y los empresarios de la noche los usaban como gancho comercial. ¡Entrá nomás!
Tanto éxito tuvieron, que por aquel entonces me encontré a algún español que, para poder trabajar a la puerta de un garito, imitaba el acento argentino para no ser menos, voseando, repitiendo muchas veces boludo y pelotudo, pronunciando la elle como ye y exagerando el tonillo cantarín. Resultaba tan cómico como cuando mi amigo Jesús imita el habla argentina, y también un poco patético, pues cantaba de lejos que el tipo era de Móstoles, pero cada uno se busca la vida como puede, y por aquel tiempo los rioplatenses no tenían rival para atraer clientes.
Me acordé de aquellos argentinos de imitación al saber que la muy patriota presidenta madrileña le hará este viernes los honores al macarra presidente argentino Javier Milei, con medalla incluida y, previsiblemente, declaraciones conjuntas a favor de la libertad-libertad-libertad y contra el socialismo, el sanchismo-chavismo, el estado social y las subvenciones, para terminar exclamando que ¡Madrid es la casa de todos, carajo!
Como aquellos relaciones públicas que a la puerta de los bares se fingían argentinos para tener más éxito, Ayuso también vosea para subirse a la ola de Milei. Cuando el experimento argentino de ingeniería social ultraliberal acabe en desastre, ya pondrá distancia, pero por ahora se apunta a la popularidad de Milei. Arrimándose al argentino e imitando su macarrismo, además de conseguir casito, confrontar con Sánchez y marcarle otra vez el paso a Feijóo, Ayuso aspira a ser también ella un referente mundial de ese anarcocapitalismo que hoy encarna Milei. Ahí están los premios que recogerá el presidente argentino este fin de semana por Europa, y que tal vez algún día reciba también la presidenta de la libertad-libertad-libertad: el de la fundación Juan de Mariana como “primer presidente libertario de la historia”, la medalla Hayek en Alemania, y el reconocimiento del Instituto Liberal Checo en Praga. Solo faltan el trofeo Friedmann, el Chicago Boys Award y la Copa Pinochet. O el “Llama de la libertad”, que ya recibió nuestra heroica presidenta madrileña.
Pero además de vosear, Ayuso voxea de lo lindo, que le sale más natural que el voseo. ¿Que Milei vino a Madrid hace un mes invitado por Vox y se hizo fotos con Abascal? Pues aquí está la presidenta madrileña, voxeando fuerte a la puerta del bar para que Milei entre nomás en su garito mejor que en el de Vox. Que quede claro quién es la referente de la ultraderecha en Madrid, y así seguir comiéndole terreno a los de Abascal. Del patriotismo de la líder madrileña otro día hablamos. ¡Dale nomás, Isabel!