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El caballero sin espada VI

Los Juegos Olímpicos de Río llegan a su fin. Termina para RTVE un matrimonio que ha durado 52 de los 60 años de historia de TVE. Y una vez más, pierde una de sus joyas; JJ.OO, MotoGP, Champions League, Final Copa del Rey, Supercopas de España y Europa, amistosos Selección Absoluta de Fútbol, Masters1000, Roland Garros, WTA, Euroleague, ACB... este es el legado de los últimos 6 años de un Consejo de Administración enzarzado en peleas internas e intereses espurios y partidarios y más preocupados en entorpecer la acción de presidentes y directivos que velar por la independencia y financiación de la Corporación. Y de unos presidentes atados de pies y manos en lo presupuestario y los dos últimos con claras inclinaciones partidarias.

Triste legado. Es por ello que la capacidad de recuperación de RTVE interna, se verá bastante reducida en el futuro. El fuerte posicionamiento del sector privado, tanto en abierto como en el pago, hacen prácticamente imposible revertir esta situación. La nueva RTVE, la BBC española, tendrá que buscar alternativas para recuperar el posicionamiento perdido. Por cierto, los actuales niveles de audiencia de su canal principal, La1, y del grupo están en niveles de irrelevancia y muy lejos de los que tienen esa BBC que admiramos, ZDF, ARD, France Television y RAI por no hablar de las corporaciones públicas del norte de Europa, Benelux o Suiza. La ficción de producción nacional, programas de entretenimiento, culturales, difusión de las valores de la vida sana (deporte, alimentación saludable, bienestar psicológico, etc), difusión científica y sus valores, emprendimiento... y por supuesto unos informativos plurales, veraces y cercanos que nos mantengan atentos a lo global y lo local al mismo tiempo y enseñando tolerancia en la diversidad.

Sobre tres pilares puede RTVE construir su futuro global. En primer lugar sobre la base de una estrecha relación con la Agencia EFE. Si RTVE debe configurar un conglomerado que facilite el cumplimento de su mandato de servicio público con los medios autonómicos en el estado, debe hacerlo con EFE hacia el exterior.

En segundo lugar, RTVE tiene una gran oportunidad fuera de España. Como embajadora de la cultura y forma de ser española y de sus territorios. El español, nuestra lengua común es hablada por 450 millones de personas y es la tercera más utilizada en Internet. RTVE debe ser el vehículo por el cual podamos mostrar nuestra diversidad cultural, lingüística, culinaria, científica, artística, en la moda, en el turismo... Todo ello mediante la muestra de la producción audiovisual hecha en España. RTVE puede ser el escaparate donde mostrar nuestra capacidad de emprendimiento; nuestras empresas realizan titánicos esfuerzos por internacionalizarse y debemos estar orgullosos de ello y apoyarlas desde los medios públicos.

Por todo ello, RTVE tiene que reforzar su inversión en sus canales internacionales generando producción específica para cada uno de ellos dependiendo de los continentes a los que van dirigidos. Por cierto, a quién se le ocurrió bautizar al reciente último canal internacional puesto en marcha en alta definición para América como “Star HD”? ¿Tres palabras en inglés (Star, High, Definition) para un canal en español, hecho desde España, por una empresa pública del estado español? Y luego hay quejas por cantar en inglés en Eurovisión. Sin comentarios.

Para convertirse en esta plataforma del conocimiento creado desde España, RTVE tiene que generar una red de acuerdos con las instituciones públicas y privadas, del Estado, autonómicas y municipales. Universidades, fundaciones, escuelas, museos, hospitales, instituciones científicas... del ámbito artístico, científico, empresarial, sindical, organizaciones humanitarias, I+D+i. Esos acuerdos deben extenderse a las instituciones europeas tanto de la UE como nacionales de los otros miembros. Importante recuperar nuestra posición en UER (Unión Europea de Radiodifusión).

Tercer pilar, el Instituto Cervantes y embajadas de España. Toda esta acción conjunta de EFE y RTVE debe asentarse también en nuestra red cada vez mayor de centros de enseñanza de español en el exterior. Sobre la base de la coordinación con el Cervantes también generaríamos una red con las escuelas privadas y universidades del mundo que enseñan español.

¿Y cómo haría todo esto RTVE? Primero gracias a un acuerdo político que restaure su independencia y al más potente instrumento que tiene en sus manos: rtve.es. La radio y la televisión públicas no serán nada si no aceptan que nuestro presente y capacidad de desarrollo futuro, son digitales. RTVE ha destruido en el último año y medio parte del extraordinario trabajo que se había realizado desde 2008 en este campo. Falta de inversión, cambios en su estructura directiva por motivos ideológicos y partidarios, han empobrecido lo mejor que se había construido desde el nacimiento de la corporación. Es urgente, radicalmente urgente, que se restablezca la normalidad en este terreno y rtve.es recupere su capacidad de inversión, expansión, consolidación e independencia.

Si RTVE no es digital, no será.