Idea central: utilizar el suelo dotado por la banca (activos tóxicos) en sus balances para desarrollar un plan agrario de calidad y sostenible que incentive el empleo juvenil.
Actores: banca, escuelas de ingeniería, universidades, jóvenes con proyectos en el sector, administraciones públicas.
Somos Keynes en lucha y ésta es nuestra primera propuesta:
Está hecha desde el convencimiento que hay margen para crecer, para crear y para disfrutar con ello. Es fruto de la reflexión compartida y no pretende demostrar nada ni convertir a nadie: solo quiere ser fértil. Nace en la estación que se caracteriza por ser periodo de cosecha. Os deseamos con su lectura que motive los mismos sentimientos y convicciones que nos mueven con su propuesta: crear empleo para los jóvenes utilizando algunos activos tóxicos de la banca, como el suelo, para convertirlos en productivos. more
No podemos desaprovechar ninguna oportunidad de trabajo o de negocio para los jóvenes. Todos los días oímos alguna referencia a la dramática situación de nuestras jóvenes generaciones. Hoy vivimos en la piel de nuestros propios hijos la contradicción, siendo los mejor preparados de la historia, de verlos con una tasa de paro juvenil insufrible: 46,4%. Nuestra primera propuesta por tanto la hacemos pensando en ellos.
Del talento y del compromiso de los jóvenes no nos caben dudas. Pero para hacer el proyecto nos hacen falta recursos y ¿de dónde saldrán? Pues de los activos tóxicos de la banca. ¿Y en qué consiste la toxicidad de los referidos activos? En la dificultad de convertirse en activos líquidos, es decir en dinero en efectivo. Si la tasa de paro juvenil es insufrible, el peso de los activos vinculados al sector inmobiliario es infame, acumulado después de un par de décadas de vorágine. Hoy tenemos pisos en venta con precios a la baja sin comprador, promociones en fase de construcción sin actividad ni mantenimiento con costes de oportunidad y reposición al alza, suelo sin urbanización con valor marginal y contable cero. Y es del último nivel de la toxicidad, o de los activos más difíciles de realizar de donde pensamos obtener recursos.
Keynes formulaba la necesidad de cebar la bomba de la economía para hacer posible el flujo posterior. Nosotros con esa inspiración proponemos utilizar unas primeras piedras para hacer con ellas unos primeros panes y así cumplir con el objetivo de cebar la bomba de la economía. Lo cierto es que una parte del suelo que acumula la banca en sus balances sin valor tiene interés agronómico. Hay fincas en zonas de huerta que querían o pretendían ser polígonos industriales. Hay buenas fincas que estaban en la mente de algunos promotores y políticos en forma de urbanizaciones imposibles. Hay buenos regadíos en zonas periurbanas que pretendían ser hoteles, estaciones de servicio o centros comerciales, que ahora son terrenos baldíos que no sirven ni para dar pasto a un rebaño de cabras.
¿Qué proponemos? Pues que si cada delegación territorial de la banca escoge entre sus activos tóxicos, ya dotados en sus balances, uno o dos de los que acumulan más potencial productivo desde un punto de vista agropecuario, dispondremos en conjunto de una cartera de activos con una magnífica capacidad de generar valor si a ellos se les añade talento, trabajo y compromiso.
¿Cómo llega el talento a esos activos? Mediante la redacción de planes de empresa liderados por jóvenes preparados que propongan, mediante convocatoria abierta, proyectos de actividad empresarial en el sector agroalimentario a 20 o 25 años.
¿Tenemos jóvenes con talento en el sector agroalimentario para presentar proyectos? En las escuelas de ingeniería, o en las de veterinaria, o en las de negocios o en los trabajos que se presentan en los ciclos formativos superiores, cada día se destilan cientos de casos posibles. Cada día se analizan cientos de situaciones similares a las que compondrían nuestra cartera de activos. Estamos convencidos que hay cientos de posibilidades potenciales de actividad que cuentan con el talento suficiente como para garantizar la creación de riqueza a partir del trabajo individual o cooperativo de alguno de los jóvenes que hoy están en paro.
¿Cómo se criba el talento? Los tenedores de los activos tóxicos son los primeros interesados en filtrar aquellos proyectos que den más garantías de retorno. Hemos escogido el sector agroalimentario porque en él se pueden plantear proyectos que incorporen una amplia posibilidad de productos y servicios, y porque desde él se pueden plantear proyectos que lleguen a la exportación con independencia de la escala productiva. La demanda agregada crece. La balanza comercial del sector es la única que presenta una tendencia positiva y aún se generan oportunidades de trabajo. Todos comemos algo cada día y todos queremos que nuestra comida sea saludable, gustosa y asequible. Creemos que no hay mejor marco para trabajar y hacer de las piedras panes o, lo que es lo mismo, estimular las oportunidades de negocio.
¿Cómo se movilizan los activos? De entre las fórmulas posibles nos decantamos por la constitución de derechos de superficie sobre el suelo que se active en este programa, lo que permitiría incluso la participación activa de la banca en los proyectos presentados. El periodo que proponemos es de 20 o 25 años, que se ajusta al de una generación, lo que motiva especialmente nuestro interés por dar oportunidades a la generación de la que forman parte nuestros hijos. Se ha de dar oportunidad a la continuidad de los proyectos en el mismo lugar o en otros. Todo ello sobre la base de las estrategias de valor añadido que deberán contener todos los proyectos presentados. Las posibilidades que ofrece la amplitud del sector agroalimentario han de ser una rampa de lanzamiento de ideas y propuestas de actividad. Y esas son buenas razones para motivar y comprometer a nuestros jóvenes y prometedores empresarios.
Podemos encontrar reticencias a los trabajos que se implican en la agricultura, ya que es un sector que ha perdido una parte de su prestigio social y porque se requiere un ánimo suficiente para luchar en directo con las condiciones meteorológicas (temperaturas extremas, episodios de sequía, tendencia que acentúa su variabilidad) y las dificultades para hacer compatible el modelo agrario con los usos y costumbres urbanos. La tierra en nuestro proyecto es un activo, no un concepto.
A favor del proyecto cuenta que se desarrolla en ámbitos percibidos como estratégicos para la sociedad, como la seguridad y calidad alimentarias, o el desarrollo integral y sostenible del medio y del paisaje. Además la presencia de un “cluster” agroalimentario, consolidado y con una presencia activa en los mercados internacionales. También ayuda el contar en el territorio con una administración de proximidad muy tecnificada y distribuida.
Para hacer llegar vuestras propuestas y comentarios:
keynesenlucha@gmail.com
www.keynesenlucha.wordpress.com