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Corrupción, pérdida de productividad y cambio de modelo productivo

Los problemas que más preocupan a los españoles, según el avance de resultados del mes de octubre del CIS, son el paro (71,3%), la corrupción y el fraude (37,6%), los políticos en general, los partidos, la política (29,5)% y los problemas de índole económico (24,2%). Los cuatro problemas están relacionados, esto es, la corrupción en la política provoca que la economía no funcione correctamente y, en consecuencia, aumente el paro. Esto es, al menos, lo que pretendo explicar en las siguientes líneas. Y es esta relación la que hay que romper para que, por fin, se produzca ese cambio de modelo productivo que reduzca la tasa de paro y mejore las condiciones laborales de la clase trabajadora.

El “cambio de modelo productivo” es un asunto que se puso de moda hace más de una década durante el vértigo de la burbuja. Por ejemplo, Fidalgo (exsecretario General de CCOO) lo exigía a Zapatero pocos días después de ganar las elecciones, este último, allá por 2004 (lean). En 2010, Leire Pajín (PSOE) durante un acto de su partido opinaba que “el reto al que se enfrentaba España en aquel momento era el cambio del modelo productivo” (lean). Más actualmente, y tras el rally electoral del último año, si en algo están de acuerdo todos los partidos es en la necesidad de este cambio. Pero, ¿por qué no se da? La respuesta a esta pregunta nos lleva a esa primera relación entre corrupción política y economía.

En un trabajo titulado “Growing like Spain: 1995-2007”, los autores señalan que el crecimiento económico en este espacio de tiempo se debió más a la acumulación de factores que a un aumento de la productividad. Mientras en España se crecía a un 3,5%, la productividad de los factores descendía a una tasa de 0,7%. La explicación que, desde la clase política, se nos acostumbra a dar es la de que los factores se desplazaron a sectores poco productivos, como el de la construcción. Pero esta explicación no se soporta con la evidencia encontrada. Lo importante de este trabajo es que la explicación entre esa disminución de la productividad durante tanto tiempo (particular el caso español) puede deberse al comportamiento que tuvieron las empresas de sectores que necesitan del gobierno para sobrevivir (obras públicas, energía, etc.). Si los gobiernos hubiesen destinado una mayor parte de los recursos a empresas “no clientelares” la productividad hubiese crecido a una tasa de 0,3%. Muy interesante, pues según este resultado, no fueron causas de restricciones financieras, problemas del mercado de trabajo, pero tampoco de competitividad, los que había detrás de la pérdida de productividad en nuestra economía.

Algunos pensaréis que, si el crecimiento se produjo gracias a la acumulación de factores, entre ellos factor trabajo, serviría para reducir el paro. Efectivamente, en un primer momento, pero no así a largo plazo, donde la tasa de paro de la economía sería siempre más alta y las condiciones laborales peores, por su baja productividad.

Otras de las consecuencias de la existencia de corrupción en un país es la dificultad para atraer inversión extranjera directa, pues los inversores prefieren entornos más estables y con mayor seguridad jurídica. Además, en estos entornos, las industrias nacionales juegan con cierta ventaja al conocer los recovecos a través de los cuales poder beneficiarse.

En definitiva, lo que está apuntando, a falta de un estudio más profundo, es que existe una cierta captura del Estado por parte de esas compañías que están atrayendo dinero público para poder sobrevivir, perjudicando con ello al resto de la economía. Ejemplos de todo ello no resulta difícil encontrarlos: las autopistas radiales de Madrid, obras faraónicas por toda la geografía, rotondas, aeropuertos, colegios que se construyen con malos materiales, etc. Todas inversiones perfectas para colarnos los sobrecostes y alguna que otra comisión.

Si algo tan evidente no ha tenido respuesta por parte de la sociedad en las urnas puede deberse a que nos da igual el país que les dejemos a nuestros jóvenes, a la famosa indefensión aprendida consecuencia de tantos años de sometimiento a las estructuras del Antiguo Régimen o bien, a una característica propia de la sociedad española, preferimos sentirnos súbditos a ciudadanos. Nos encanta la división entre privilegiados y no privilegiados. Somos amantes de escudriñar como son las vidas de los de arriba, nos gustaría que un golpe de suerte nos situara en ese estrato social y, por eso, solemos imitarlos. La gran corrupción en estas alturas de la pirámide social encuentra su mimetismo en la base de la misma. El fraude al Estado, trabajar en negro, facturas sin IVA, etc. lo tenemos asumido como algo normal. Ahogándonos y nadando hacia abajo.

El cambio de modelo productivo debe venir precedido por unos cambios previos en la sociedad. La regeneración de todas las instituciones de esta primera etapa democrática post-franquista, que no puede ser implementada (sólo) por los privilegiados y bajo la amenaza militar pues caeríamos, otra vez, en el mismo error. Dentro de esta regeneración incluyo el modelo de Estado, propio del siglo XVIII tras la Guerra de Sucesión. También, la aplicación del artículo 6 de la Constitución Española, que reclama a los partidos políticos su papel de canalizadores de la voluntad del pueblo, mediante una estructura y funcionamiento interno democrático (se evitarían golpes como el sufrido en el PSOE en octubre) y, por supuesto, la asunción por parte de toda la sociedad de su responsabilidad en el correcto funcionamiento del sistema democrático, lo que parece requerir de una Ley de Educación muy alejada de la LOMCE.

Como dijo Fidel Castro en su alegato de defensa en el juicio por el asalto a dos cuarteles (1953) y recogido en el libro “La historia me absolverá” (pp. 34-35): “¡Ése es el pueblo, el que sufre todas las desdichas y es por tanto capaz de pelear con todo el coraje! A ese pueblo, cuyos caminos de angustias están empedrados de engaños y falsas promesas, no le íbamos a decir: 'Te vamos a dar', sino: '¡Aquí tienes, lucha ahora con todas tus fuerzas para que sean tuyas la libertad y la felicidad!'”

i) García-Santana UPF, M., Gse, B., Enrique Moral-Benito Banco de España Josep Pijoan-Mas CEMFI, C., & Roberto Ramos Banco de España, C. (2016). Growing like Spain: 1995-2007 *.

ii) Pueden leer un resumen en castellano del trabajo en el blog Nada es Gratis.trabajo

iii) Ejemplo claro de golpe por motivos de supervivencia de un régimen dando sus últimos coletazos, pero que ha promovido una movilización de la militancia de este partido. Demandas judiciales y plataformas de militantes en contra del Aparato.