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La defensa y la mentira del PP: Cospedal, Trillo, Rajoy…

La ministra de Defensa del PP, Dolores Cospedal, dice que la sentencia que establece que su partido es una maquinaria de corrupción desde que estaba en la oposición, no es “nuclear”, que se puede recurrir y que los jueces de la Audiencia Nacional son “poco jurídicos”.

Mientras la secretaria general del PP decía esto en el Congreso –cuando los que preguntaban, la acusaban de mentir– caía la Bolsa con fuerza y se excitaba la prima de riesgo. Llovía a mares y granizaba en muchas partes de España.

La sentencia, que de momento ha llevado a Bárcenas, gran timonel de las finanzas del PP, de nuevo a la cárcel, establece la historia de la corrupción del PP desde los tiempos de Aznar. Además, sirve como fuente de información para cualquiera que en el futuro aspire a contar, documentos en mano, qué es lo que pasó con el partido que hoy preside Rajoy y que igual mañana por la tarde está en liquidación por cese del negocio.

La fiscal Concha Sabadell hizo la crónica completa de la corrupción del PP y ahora la ha rematado esta sentencia.

En el argumentario del PP para impedir reconocer lo obvio –la corrupción– se nos decía que todo era falso, salvo algunas cosas; que había una campaña, causa general, contra el PP; que nadie podría probar que no es inocente, enarcando la ceja Rajoy al enunciar la mentira anticipada.

El inefable Federico Trillo llegó a acusar de conspiración a Rubalcaba cuando la corrupción del PP saltó a los papeles, cuando su partido robaba de las ayudas a las víctimas del sida y el terremoto de Haití, cuando afanaban hasta con la visita de un Papa vestido de blanco y escoltado con motos Harley Davidson, puestas por Rita con dinero de todos.

Ahora, en un doble tirabuzón y medio, se nos dice que estos magistrados de la Audiencia Nacional que han condenado al PP, son muy “sentenciosos”; lo cual no debería ser delito en quienes, como togados, acaban dictando sentencias por ley.

Tratan de tranquilizarse, en Génova y Moncloa, con la idea de que hasta el Supremo todo es toro.

Hemos estado desde 2009, como mínimo, empantanados como país con los permanentes esfuerzos por parte del PP por ocultar lo obvio: su corrupción, su financiación irregular, su mangazo. Así, con explicaciones acerca de las ventajas de destruir a martillazos los discos duros (Floriano), pasando por el insuperable episodio de la indemnización en diferido (Cospedal), expuesto de manera indeleble por quien ahora dice que los de la Audiencia Nacional son unos pelanas. Qué decir del hallazgo que supone resolver: ‘esa persona de la que usted me habla’ (Rajoy), lugar del enunciado consuetudinario para el futuro defenestrado después del aplauso soviético. Recuerden: “Yo descubrí la trama Gürtel”, de Esperanza Aguirre.

Clausurada la legislatura tras la sentencia de Gürtel –lo ha dicho el ya exsocio Ciudadanos–, en vez de dimisión y convocatoria de elecciones nos encontramos con que el PP recurre al terrible argumentario del pasado, según el cual sin ellos España se rompe y los que quieren desplazarles del Gobierno lo hacen en sintonía con los terroristas.

Casado y Maillo lo bordan para su jubilación cuando nos anuncian el apocalipsis de todos los males que vendrán si llegan los socialistas; sobre todo si se van ellos, los del PP. Casado, que ha logrado hacer másteres y estudios en universidades norteamericanas sin moverse de Aravaca (Madrid) y Maillo, al que nunca se le interpela por sus presuntas irregularidades en Zamora, denunciadas, entre otros, por un ex senador de la provincia. Los dos, dispuestos a defender lo que les pidan, con tal de estar ahí.

No quiero pensar en lo que estaría diciendo el PP de haber sido el PSOE el que hubiera pactado los presupuestos con el PNV en los términos en los que lo ha hecho Rajoy, que le ha regalado un tractor volador a Aitor Esteban.

Cuando otro partido que no es el PP pacta con los nacionalistas, rompe España, se alía con los terroristas, etc. Cuando pacta el PP con quien sea, es por el bien de España, en ningún caso para garantizar un año más de legislatura particular a Mariano a costa de mandar un chorro de euros al PNV.

La utilización del terrorismo y la corrupción de manera ruin por el PP tiene un máster –este sí, acreditado– tanto con Aznar ('93-'96) como con Rajoy (2004-08). Los dos hicieron de la corrupción uno de sus tambores batientes en la oposición cuando ya en su partido funcionaba ese engranaje corrupto que describe la sentencia: “Auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional a través de mecanismos de manipulación de la contratación pública, central, autonómica y local”. Menuda tela con el artefacto corruptivo.

No sé lo que saldrá de la moción de censura, pero por salud democrática debería suponer el desalojo de Mariano Rajoy de la Moncloa y la convocatoria de elecciones generales lo antes posible. Esto no da más de sí y la verdadera inestabilidad es tener a corruptos condenados en literatura jurídica en el Gobierno.