Diputado indemnizado

Ahora resulta que en el ámbito hipotecado de decisión que es España, en el país con más hipotecas por habitante y metro cuadrado del mundo y en el territorio preferente de los desahucios, va el más solemne de los portavoces del PP y nos dice que los 1.500 euros que paga el PP a una empresa relacionada con Gürtel todos los meses por su vivienda en Madrid es “una indemnización”.

Es decir, que EGPons piensa que ser diputado en Madrid es un “daño” o un “perjuicio” que merece una compensación, que ser diputado es una especie de destrozo para su mundo interior que debe ser resarcido. El caso es que entre los 1.800 euros de indemnización que le paga el Congreso de los Diputados por vivir en Madrid y los 1.500 euros de indemnización que paga el PP por vivir en Madrid, puro pleonasmo, EGPons se embolsa cada mes la bonita cantidad de 3.300 euros al mes solo en “indemnizaciones” de vivienda. Luego tiene otras indemnizaciones por comer, vestir, desplazarse y tantas cosas más, todo con euros salidos de los bolsillos de los españoles y abonados por el Congreso de los Diputados.

Pensamiento Floriano ha salido en defensa de Pons con la misma eficacia con que antes sacó la cara por Sepúlveda como funcionario del PP indespedible, con la misma claridad con que ha explicado que los sobresueldos no van en sobre, sino en sueldo, con la misma rotundidad con que ha explicado el trabajo de Bárcenas y sus plazos como tesorero en el PP; es decir, que ha hundido a Pons.

Ha hundido a Pons y ha dejado tocado a Arenas, del que no sabe si utiliza ese parque inmobiliario que al parecer tiene el PP en Madrid.

EGPons suele enjaretar sus frases con grandilocuencia, los días impares, y con solemnidad, los pares, lo mismo sea para prometer 3.500.000 puestos de trabajo en una legislatura, que para decir que las pensiones no se tocan, asegurar que ellos son los fetén en cosas de economía o para enardecer a las masas para que salgan a la calles de España y hagan que salte la chispa que encienda la pradera de la primavera árabe en la Puerta del Sol.

Los videos de las ruedas de prensa de EGPons, Cospedal y Floriano -solo caben tres en un pódium- constituyen ya un material impagable para analizar su inagotable capacidad de mentir, ocultar e intentar tapar la evidencia con palabras más o menos simuladas.

Son comparecencias que producen vergüenza ajena y, sobre todo, que reflejan una forma de hacer política que parte de la convicción de que a los ciudadanos se nos puede tomar el pelo.