Qué impunidad la de Israel, ¿es que nadie va a condenar la bárbara destrucción de Gaza y la matanza indiscriminada de miles de civiles? A ver, pongamos “condena a Israel” en Google, a ver qué encontramos:
La ONU condena las violaciones al derecho humanitario en Gaza. El secretario general de la ONU condena el ataque contra escuelas y hospitales. Antonio Guterres condena el “asedio total” a la Franja y que Gaza se convierta en un “cementerio de niños”. Doce de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU votan a favor de una condena de toda violencia contra civiles (resolución vetada por Estados Unidos). La Oficina de Derechos Humanos de la ONU condena los ataques contra campos de refugiados. La UNESCO condena los ataques a escuelas en Gaza. La Organización Mundial de la Salud muestra su “condena enérgica” por los ataques israelíes a hospitales. Save the Children condena la muerte de miles de niños palestinos. Human Right Watch condena el uso de fósforo blanco en los bombardeos. La Federación Internacional por los Derechos Humanos condena los ataques aéreos indiscriminados. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, condena el bloqueo a la franja. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, condena la “inaceptable violencia” de los colonos en Cisjordania. Borrell condena “todos los ataques a civiles” y pide a Israel que respete el derecho humanitario. La Liga Árabe condena los “crímenes israelíes”. La cumbre de la Organización de Cooperación Islámica condena el castigo colectivo a los palestinos. Emiratos Árabes condena el bombardeo israelí de dos escuelas. Arabia Saudí condena el “inhumano” bombardeo contra un campo de refugiados. China condena el “gran número” de víctimas civiles causados por Israel. Turquía condena al “estado terrorista” de Israel. La reina de Jordania condena el “doble rasero” occidental con Israel. El presidente francés condena la violencia e insta a detener los bombardeos. El ministro de Presidencia Félix Bolaños condena el ataque a un hospital en Gaza. La vicepresidenta Díaz condena la violencia contra la población civil y el “apartheid” de Israel. Podemos condena los “crímenes de guerra” de Israel. Izquierda Unida lleva una moción a todos los ayuntamientos para una “condena firme” de la guerra israelí de ocupación. El gobierno vasco condena la respuesta israelí. El president de la Generalitat condena los ataques indiscriminados contra población civil. La presidenta de Extremadura condena la guerra y expresa su solidaridad con todas las víctimas. El alcalde de Barcelona condena la desproporcionada respuesta. Joe Biden condena el ataque al hospital en Gaza aunque dice que recopila información de lo sucedido. Angelina Jolie condena los “ataques deliberados” de Israel contra civiles palestinos.
No sigo, que hay muchos más. Parece que no es un problema de “condenar”, no. Incluso podríamos hacer otro largo párrafo con quienes no se quedan solo en condenar y añaden la petición de que se cumplan las resoluciones de la ONU, el reconocimiento de Palestina, la solución de los “dos estados”, la celebración de otra conferencia de paz regional… Más o menos serían los mismos del párrafo anterior. Y con las mismas consecuencias: ninguna.
Para lo que ya no sale un párrafo tan largo es para los países que, además de “condenar”, suspenden relaciones con Israel o retiran a su embajador. Bolivia, Chile, Colombia, Honduras, Sudáfrica y algún país de la zona, poco más. Mucho menos espacio necesitaríamos para nombrar a los países, líderes mundiales u organismos internacionales que piden sanciones contra Israel, que suspenden tratados internacionales y relaciones comerciales, o que dejan de vender armas. Para esto último, podemos confiar más en los estibadores que en los gobiernos –incluido el nuestro–.
Y es que condenar sale gratis. Así que dale, no te quedes atrás, condena tú también a Israel. Total, le va a importar lo mismo que cuando lo hacen Borrell, el secretario general de la ONU o Angelina Jolie.