Ganar es fundamental, pero no es lo único que importa

Este pasado fin de semana he asistido a la Asamblea de Podemos como militante que soy desde el principio de esta formación. En su momento, además, decidí apoyar con mi firma el documento organizativo que presentaba Pablo Echenique. De entre los dos documentos con posibilidades de salir elegidos, el de Echenique, Sumando Podemos, y el de Iglesias, Claro que Podemos aposté por Sumando Podemos, porque coincido con él en los aspectos clave, pero eso no quiere decir que el de Iglesias no contenga, en mi opinión, algunos aspectos importantes con los que estoy de acuerdo. Digamos que en las cuestiones que considero más importantes coincido más con Sumando Podemos que con el documento de Iglesias, aunque hay cosas que también me gustan de este último.

Por eso, a mí, como a casi todo el mundo, me hubiera gustado que se hubieran sentado a negociar con el equipo de Echenique y Rodriguez; a mí y la mayoría de la gente de Podemos, que ha venido expresando esta petición por todos los medios que ha podido. Es normal que cada uno apueste por su modelo organizativo y lo defienda pero negociar no tiene por qué significar renunciar. Negociar y consensuar suele significar la posibilidad de mejorar o enriquecer el propio texto con otras voces y con otras visiones. Claro que hay líneas rojas por las que no puede entrar ningún consenso, pero creo que aquí no se daba esa situación; estamos naciendo como partido y es en este momento cuando es importante tener en cuenta cómo hemos llegado hasta aquí, qué hemos aprendido en el camino, qué miradas o voces merece la pena tener en cuenta. El documento que presentaba Echenique fue desde el principio uno de los documentos más valorados por la gente que ha participado en el proceso y más aún cuando este equipo sí hizo el esfuerzo de negociar con los promotores de muchos otros documentos y de formular una propuesta común. Parece entonces difícil creer que la manera de organizarnos que propone Sumando Podemos y que ha tenido tan buena acogida, sea imposible de asumir por quienes presentan otro borrador; por quienes proponen otra manera de organizarnos.

La visión que Sumando Podemos tiene de cómo debe organizarse Podemos no es la visión de una o dos personas, o de un equipo o muchos. En la Asamblea se demostró que mucha gente compartía la necesidad de un acuerdo que combinara las dos propuestas principales. Eso quedó claro desde el momento en que el 80% de las preguntas formuladas por appgree, más la inmensa mayoría de las intervenciones, hacían referencia a la necesidad de pactar, negociar, consensuar, encontrar un terreno común. Una tras otra las intervenciones que se sucedían desde el escenario apelaban a la necesidad de que Pablo Iglesias siga siendo la voz y el líder de Podemos pero también a la necesidad de que se recogieran algunas de las cuestiones que plantea Sumando Podemos. Las miles de personas que han acudido este fin de semana a la Asamblea de Podemos no eran figurantes, como ocurre en el resto de los partidos políticos; delegados con el voto decidido y que se deben a sus delegaciones y agrupaciones. Las miles de personas que estaban allí eran activistas sociales, gente con muchos años de lucha política y social detrás. En ese Asamblea había una inteligencia colectiva que tenía que haber sido escuchada y que pedía reiteradamente al grupo promotor que llegase a un acuerdo con el equipo de Sumando Podemos porque todo el mundo sentía que este borrador recogía mejor que el de Iglesias algunos aspectos clave de lo que entendemos que debe ser Podemos, de lo que queremos ser en adelante. Y eso aun cuando prácticamente todos y todas estamos e acuerdo en que el liderazgo de Pablo Iglesias es insustituible para Podemos e indiscutible.

Iglesias afirma que su documento es mejor para ganar las elecciones. Las personas que apoyamos el documento Sumando Podemos queremos ganar con la misma fuerza, pero pensamos que la manera en qué nos organicemos para ganar también es importante. Ganar es fundamental pero si termina pareciendo que ganar es lo único que importa, si termina pareciendo un fin en sí mismo, nos terminaremos convirtiendo en eso que no queremos ser. Parafraseando a uno de los ponentes, si no actuamos como pensamos terminaremos pensando como actuamos, y entonces puede que al final no haya merecido la pena. Podemos ha venido para cambiar las cosas, también la manera de ganar, la manera de organizarse, de funcionar colectivamente. Es el momento de cambiar las reglas sobre el propio funcionamiento de la democracia. Es el momento de innovar, de ser valientes, de apostar fuerte y de atreverse. Si somos “nueva política” tenemos que organizarnos de manera novedosa, original y valiente.

Algunas de las cuestiones que recoge el documento Sumando Podemos, como el porcentaje de elegidos por sorteo es una propuesta valiente, innovadora, radical y con capacidad para cambiar de verdad las cosas, cambiarlas desde el fondo. Otras cuestiones me parecen también fundamentales como su apuesta mucho más comprometida con la paridad, el importante papel de los círculos y su propuesta de la portavocía compartida. Podemos ya ha venido funcionando así en estos meses y ha demostrado que funciona. ¿Por qué cambiarlo ahora y cambiarlo, además, hacia formas tradicionales de partido que son las que han demostrado que no sirven? Queremos ganar y estamos en disposición de hacerlo pero el encargado de hacer la “nueva política” no puede ser un partido organizado como un viejo partido. Creo que, en ausencia del deseado pacto, “Sumando Podemos” es una propuesta que combina de manera más acertada la eficacia necesaria para ganar con la inteligencia colectiva que nos ha traído hasta aquí; el pragmatismo imprescindible con el espíritu que ha hecho nacer esta aventura y que tiene que seguir latiendo en su interior.

Este debate es crucial y yo espero que, incluso con las votaciones en marcha, se tiendan puentes y se hable. Que nadie se equivoque, si el debate ha sido a veces enconado es porque lo que debatimos es muy importante, pero Podemos no se va a romper por esto. Hemos hecho a la vista de todo el mundo lo que en otros partidos se hace por debajo de la mesa o, simplemente, no se hace. Pase lo que pase, seguiremos apoyando, trabajando, ilusionándonos y aportando lo mejor de nosotros/as mismos hasta llevar a Podemos al gobierno de este país y desde ahí revertir el expolio al que estamos sometidos. Podemos tiene que ser el instrumento que sirva para rescatar a la ciudadanía en lugar de a los bancos.