Carta de una presa política en Azerbaiyán

Khadija Ismaylova

Prisión de Kurdakhani —

Los ojos del mundo están puestos en mi país, mi amado Azerbaiyán, como anfitriones este mes de los primeros Juegos Europeos. Los turistas y atletas están disfrutando del espectáculo de la ceremonia de apertura mientras el público internacional los ve desde sus televisiones en casa.

Pero yo no veré los juegos. No sé qué tiempo hace o cuán caótico es hoy el tráfico en Baku. Tengo acceso a muy poca información de cualquier tipo. Estoy sentada en mi celda en la prisión de Kurdakhani, mi casa durante los últimos seis meses.

Soy periodista y estoy en la cárcel por haber expuesto la corrupción en las más altas esferas del gobierno de Azerbaiyán. Me he convertido en blanco del gobierno junto con decenas de prisioneros políticos, compañeros periodistas, defensores de los derechos humanos, jóvenes activistas, políticos y otros, por contar la verdad sobre la situación de mi país. Las mentes más brillantes de Azerbaiyán han sido encerradas y apartadas de los Juegos Europeos. No quieren ver ni oír nuestras verdades incómodas.

Lo cierto es que Azerbaiyán está inmersa en una crisis de derechos humanos. Las cosas nunca han ido peor. Mientras los de arriba continúan sacando provecho de la corrupción, la gente ordinaria que luchar para trabajar, para vivir, para ser libres. Nosotros debemos luchar con ellos y por ellos.

Yo sigo con mi lucha desde aquí, desde la prisión. Mis investigaciones sobre corrupción siguen adelante, gracias a la ayuda y dedicación de otros compañeros. He sido castigada por denunciar esta situación desde la cárcel, estoy confinada en una celda de aislamiento y me impiden ver a mis familiares y abogados. Mi cuaderno de notas ha sido incautado por los funcionarios de prisión. Como he dicho antes, si este es el precio que hay que pagar, merece la pena.

Hoy le digo a comunidad internacional: No permitan que el gobierno de Azerbaiyán distraiga su atención de sus corruptelas y abusos. Sigan luchando por los derechos humanos, por aquellos que están silenciados. Sigan luchando por los derechos y por el bien. Sean ruidosos y háganlo en público. El pueblo de Azerbaiyán necesita saber que sus derechos tienen un respaldo. Y por favor, no pidan sólo mi liberación, exijan la de todos los prisioneros políticos. Levantaros por la libertad de expresión en Azerbaiyán. Levantaros por los derechos humanos.

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Khadija Ismaylova es una periodista de investigación, detenida desde diciembre de 2014 en Azerbaiyán. Se enfrenta a una larga pena de prisión por falsos cargos de malversación, negocios ilegales, evasión fiscal y abuso de poder. Khadija ha recibido varios premios internacionales incluído el PEN/Barbara Goldsmith Freedom to Write Prize (2015). Los activistas de Sport for Rights, con sede en Londres, han conseguido a carta, filtrada desde la cárcel y se la ha facilitado a la prensa internacional con el permiso de la autora.