Me pareció muy acertado el discurso de Nochebuena del rey, tanto en el diagnóstico de los problemas como en la forma de reaccionar ante los mismos. Un discurso ejemplar, de compromiso con la Constitución y sus valores integradores, incidiendo en la necesidad de respeto, diálogo y colaboración entre todas las instancias públicas para que se puedan alcanzar los grandes acuerdos que se precisan. La fortaleza de las instituciones es clave para los retos de futuro de España.
Su discurso es el reflejo de su cercanía a la España real: brillante, oportuno y equilibrado. Fue un gran acierto su mensaje de unidad y futuro, invocando los valores de la Constitución, la libertad y la Unión Europea; valores alejados de los extremos que dividen y no integran. El rey está siempre al lado de los ciudadanos, está cumpliendo de forma intachable la hoja de ruta de la monarquía, una institución abierta y comprometida con la sociedad. En la dificultad y la esperanza, reconforta tener cerca a un referente como su majestad.
Felipe VI invitó a la unidad frente a la división, al diálogo y no al enfrentamiento, al respeto frente al rencor, al espíritu integrador frente a la exclusión, en pos de la convivencia cívica, serena y en libertad de todos los españoles. Esa es la actitud que él ha acreditado desde que se ciñó la corona. Fue una atribución pertinente y oportuna, una apelación tanto al conjunto de la ciudadanía como, muy especialmente, a la clase política, subrayando así el delicado contexto en el que nos encontramos. De ahí el extraordinario valor que tiene la apelación a nuestros problemas políticos. Frente a la polarización, la fractura ideológica y el progresivo enconamiento en que nuestra vida pública e institucional se ha instalado, don Felipe reivindicó con rotundidad el valor de nuestra Constitución.
Algunas de las preocupaciones centrales de los españoles lo son también del rey Felipe VI. No dice lo que hay que hacer, sería impensable en una monarquía parlamentaria, pero sí dibuja las urgencias de nuestro tiempo desde la razón. En instantes de la vida nacional sometidos a avatares excepcionales y azarosos, los españoles aguardamos con afán singular al mensaje de Nochebuena del rey para hallar respuesta y guía. Son momentos de tribulación, y la sociedad angustiada y herida necesita el liderazgo y el ejemplo que el rey nos brinda en esta nación que no anda sobrada de leales.
P.D: No, este artículo cortesano, hueco y pomposo no lo ha escrito una inteligencia artificial monárquica. Tampoco me han hackeado la cuenta, ni bebí demasiado en Nochebuena, tranquilos. Es aún peor: los dos primeros párrafos son un corta y pega con valoraciones de PP y PSOE al discurso del rey, tanto de sus portavoces como de algunos dirigentes territoriales, frases barajadas, mezcladas y desordenadas. Intenten adivinar quién ha dicho qué. Los dos últimos párrafos son también un corta y pega, pero con frases tomadas de los editoriales de los diarios El País, El Mundo, ABC, La Razón y La Vanguardia. Intenten adivinar de qué periódico es cada frase.
P.D.2: Tanto las valoraciones de los partidos como los editoriales de los periódicos son… del año pasado. Corresponden al discurso del rey en la Nochebuena de 2021.