La huelga de jueces se desinfla

3 de mayo de 2023 22:20 h

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Hacen huelga los lunes porque suben el pan; los martes, porque ganan poco;... Y el domingo votan a la derecha.

Vamos a jugar al análisis prospectivo y vamos a hacerlo porque tras la “cordial” y “satisfactoria” reunión en el Ministerio de Justicia, resulta que todos los asistentes están especialmente crípticos. Eso quiere decir que ha ido bien y que han pactado no echar las campanas al vuelo para no jorobarlo. Algo me maliciaba yo, porque no veía muchos nervios en Justicia tras la vociferada convocatoria de huelga de jueces y fiscales, así que todo apuntaba a que tenían un buen as en la manga. Me reportan que muchos se han quedado boquiabiertos con la propuesta que se les ha puesto sobre la mesa; hasta los que ya han dado preaviso precoz de huelga indefinida salían con ella bajo el brazo nada enfadados. Hemos de suponer que en estos días consultarán a sus bases, para volver el lunes con una respuesta definitiva. Para mí que la convocatoria se queda en agua de borrajas, pero hagan apuestas.

Todo ha comenzado pactando con la delicadeza. Nada que ver con los encuentros mantenidos con las asociaciones de LAJ. Guante blanco. Cuatro horas de receso para comer tranquilamente. La ministra Llop que ha saludado y dado la vuelta al ruedo y a la mesa antes de dejar a los negociadores con lo suyo. Con lo cara que se vende la titular de Justicia y lo de perfil que se pone, este paseíllo ya auguraba buenas vibras. Lo primerito todos ponen sobre la mesa lo mal que está la Justicia y las difíciles circunstancias en las que trabajan. Nada que objetar. Todos de acuerdo en el diagnóstico. Tono profesional. Pretendían una subida del 22% para recuperar el poder adquisitivo que dicen haber perdido en años. Ahí es nada. Oye, por pedir que no quede. La cuestión es que la Mesa de Retribuciones para la adecuación de los sueldos estaba prevista por ley y en 20 años no se había convocado. ¡Toma, ahí la tienes! La asistencia de los de los dineros hacía la cosa aún más prometedora. 

A las seis en punto de la tarde, en absoluto mala hora para rematar una buena faena, se les presentó la propuesta económica. Oficialmente se sabe que se les ha ofrecido un papel relevante en las leyes de eficiencia procesal, organizativa y procesal que se están tramitando en las Cortes y que aspiran a transformar el modelo de Justicia de este país ¡Alá sea loado! La propuesta de adecuación salarial hace una especial incidencia en los jueces y fiscales de órganos unipersonales y tiene una dotación presupuestaria nada desdeñable de varias decenas de millones.

Así que como nadie ha dicho que no -ni siquiera los huelguistas precoces- y como hay dinero bastante sobre la mesa y como el colectivo no es dado a las aventuras precisamente y el seguimiento no estaba asegurado tampoco, lo más probable es que no haya finalmente huelga ni de jueces ni de fiscales. No la han desconvocado aún, claro, pero hasta la montaraz y conservadora Asociación Profesional de la Magistratura se mostraba “optimista” a la salida y, ya les digo, cuando te ponen sobre la mesa ni más ni menos que 44,6 millones de euros para llevar a cabo la adecuación de las retribuciones de las carreras judicial y fiscal ¿qué haces, eh? Algunas asociaciones aún dicen que tienen que estudiarlo bien porque no se han incluido en la propuesta “históricas reivindicaciones” como la subida de los trienios o de la retribución de las guardias. Está la cosa como para hacer ascos. 

No han desconvocado la huelga pero si no lo hacen y no aceptan el acuerdo es para que sus bases les hagan una peineta y les manden a escardar cebollinos. La convocatoria preventiva era innecesaria y quedará demostrado. Los ciudadanos podrán respirar tranquilos, y los abogados también. Aunque el lento y destartalado buque de la Justicia siga haciendo aguas, al menos timoneles y capitanes navegarán en esa chatarra con mejor ánimo. Todo cuenta.

Cuestión distinta es que sea absolutamente necesario aclarar de una vez por todas, y en las leyes, cuáles son los derechos de los miembros del Tercer Poder del Estado. Si se determinara por el legislador que tienen derecho a la huelga, que se estipule de forma clara quién detrae los haberes y quién es competente para establecer los servicios mínimos. No podemos seguir así. No puede ser que exista una casta de altos funcionarios que se apunte a todo: a ser poder al que no se puede toser ni criticar desde otros poderes, a ser independiente e inamovible, a que te guarden el puesto aunque te vayas a la empresa privada o a la política, a ser trabajador con derecho a huelga pero sin que Justicia sea competente para detraer los sueldos -como ha quedado determinado en sentencia firme- y sin que exista ningún órgano competente para fijarles los servicios mínimos, ya que el CGPJ considera que no lo es. Así hace una huelga indefinida cualquiera. Una huelga que, según la presidenta de la APM una de las convocantes, “permitirá a los jueces secundarla el día que quieran”, una huelga a la carta y gratis. Y si alguien no está de acuerdo con estas condiciones, acude a protestar a los propios jueces que ellos se lo guisarán y comerán solos. No es de recibo que ningún colectivo, tampoco este, tenga todas las prebendas: las del poder y las del trabajador y todas las derivadas de que a nadie se le ocurriera que iba a llegar este loco momento en que se volvieran activistas sindicales. 

Las asociaciones conservadoras de jueces y fiscales no han desconvocado pero tendrán que desconvocar. No habrá huelga pero por eso ha llegado el momento de regular en frío y aclarar ese asunto. En caso contrario, puede que ni 45 millones ni 455 impidan parar un servicio esencial como la Justicia siempre que quieran o que las cúpulas asociativas estén en campaña. A eso podían dedicarse los parlamentarios, a hacer su trabajo y no a insultarlos.