A Amancio Ortega le pitan los oídos un rato

Al hombre más rico de España y segundo del mundo le debieron de pitar las orejas este jueves. Media España hablaba de él, y no precisamente bien, mientras la otra media llenaba sus tiendas como cualquier festivo prenavideño. Hasta se convirtió en trending topic, cosa que al millonario discreto solo le pasa cuando se publica la lista Forbes. El empresario modelo, el creador de riqueza y empleo, el hombre hecho a sí mismo, el filántropo, tuvo un mal día y se llevó sus quince minutos de linchamiento en redes sociales a los que cualquiera tiene derecho al menos una vez en la vida.

Todo por 218 millones de euros que ha dejado de pagar a la Hacienda española en los últimos cinco años, de un total de 585 millones que se ahorró en toda Europa. Ya ven, 218 millones en España, una minucia, da para comprarle una camiseta en Zara a cada español y ya. En hospitales o colegios no sé cuánto será, pero calderilla en todo caso, comparado con los 2.200 millones que Inditex pagó en impuesto de sociedades en el mismo período, según se defendió la empresa.

Les recomiendo que se lean el informe del Grupo Europeo de Los Verdes. Se lee en un rato, en lo que tarda su pareja en salir del probador de Zara. Merece la pena, porque no habla solo de Inditex, sino de cómo la llamada “planificación fiscal” (vivan los eufemismos financieros) alegra las cuentas de las grandes compañías mientras Europa deja de ingresar 70.000 millones de euros cada año. Y lo más interesante del informe: suele ser todo legal. Sí, lo que hizo Inditex para ahorrarse 585 millones no es delito. Ya han oído, todo legal, circulen, pueden seguir comprando sin mala conciencia.

Hace tiempo que las empresas y las grandes fortunas no necesitan andar con maletines de aquí para allá. Aunque sigue habiendo fraude fiscal, ahora lo que se lleva es la más refinada “elusión” fiscal: pagar menos, mucho menos, incluso nada, explorando los muchos resquicios que deja la anticuada legislación fiscal europea. Y sin el engorro de mover el dinero a paraísos lejanos: sin sacarlo de Europa, tributando en Irlanda, Suiza, Luxemburgo o los Países Bajos. Todo gracias a la ingeniería fiscal, que en el caso de Inditex es “agresiva” según Los Verdes.

Pensaba copiarles la lista de compañías que utilizan ingeniería para eludir impuestos en Europa, pero no me da la extensión de este artículo. Acabo antes con una palabra: todas. Absolutamente todas las grandes multinacionales que operan en Europa recurren a trucos fiscales para declarar actividad y beneficios en el país más propicio, y mediante el instrumento fiscal más favorable. Igual que todos deslocalizan producción, hace tiempo que también deslocalizan beneficios.

De vez en cuando sale un leaks y nos escandalizamos un rato al enterarnos de que 300 empresas se benefician de las ventajas fiscales de Luxemburgo, que una compañía factura en Irlanda lo que vende en España, que otra declara mediante una filial en Holanda (pues la competencia fiscal entre países juega a su favor), o que la mayoría de empresas de nuestro Ibex apenas paga impuesto de sociedades.

La Unión Europea lleva años diciendo que va a meter mano a este cachondeo fiscal, pero podemos esperar sentados, solo actúa cuando salta un escándalo, y no siempre. Nada extraño, si pensamos que el presidente de la Comisión Europea fue primer ministro del mayor parque temático de la elusión fiscal en Europa, Luxemburgo.