La isla de las tentaciones

17 de octubre de 2020 20:59 h

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Has clickado en el link… ya sabes qué vienes a buscar, morbo. Qué hace Fumanal escribiendo del programa que está reventando audímetros pero que nadie ve… aquí se escribe y se lee de política, y, sin embargo, el título nos conduce a las historias de Melyssa y Tom, Marta y Lester, Mayka y Pablo… y el resto de los participantes, que son el decorado para estas tres parejas. Qué frivolidad, cotilleo puro y duro… sí, sí, pero aquí estas, siguiendo con una lectura que no sabes a dónde quiere ir a parar. Las tesis que me he planteado para esta tribuna son varias, y todas no caben; así que me centro en la principal, la que me motivó a escribirla: las historias que tanto te interesan sobre la política tienen la misma narrativa que la de La isla de las tentaciones, solo cambian los personajes y los centímetros cuadrados de piel que dejan al descubierto unos protagonistas y otros.

La política en España ha triunfado como fenómeno mediático porque dejó de ser política para convertirse en las historias sobre la política. Es decir, para trasponer la institucionalizada y burocrática realidad política en un espectáculo en el que los políticos se han convertido en celebrities de una telerrealidad cuyo atrezo son las instituciones. ¿Quién no se enganchó a las primarias de Susana Díaz y Pedro Sánchez? A esa historia de relaciones humanas que contaba la lucha por el poder del defenestrado contra la ungida. ¿Qué me dicen de la historia de amistad rota entre Iglesias y Errejón? ¿Y del renegado Abascal que utilizó los recursos del PP para ahora hacerle una OPA hostil?

Deslealtad, traición, amistades truncadas, amores rotos, confluencia de intereses que unen a rivales irreconciliables, confusión. Todos tienen en la cabeza los protagonistas políticos de estos conceptos que he descrito y que son la motivación universal de los relatos arquetípicos de Carl Jung. Pero ahora les hablaba de La isla de las tentaciones. La traición de Tom hacia la inocente Melyssa ha conectado con la opinión pública de una manera tal que ha hecho que el programa de Telecinco se convierta en lo más visto de la temporada. El amor roto después de 11 años de relación entre Marta y Lester, con engaño despechado mutuo, es la historia de tantas de amor que se convierten en anodinas y rutinarias y que empatiza con muchas situaciones de los espectadores que miran la pantalla de la tele desde el sofá mientras piensan si ante la situación harían lo mismo y cuánto tiempo hace que no sienten con intensidad. La confusión de Mayka ante la actitud de Pablo, quien vio con incredulidad cómo su pareja desplegaba todas sus armas de seducción hacia un soltero especialista en esto de ser el “amante”.

Como ven ustedes, estoy enganchada, como me hizo confesar Risto en su programa. Estamos al final del nudo, esperando el desenlace. Finalmente, ¿pactarán PP y PSOE la reforma del Consejo General del Poder Judicial? ¿Ayuso continuará su batalla mediática contra Sánchez? ¿Pablo Iglesias será imputado por el caso Dina? ¿Aguado se decidirá finalmente a pactar la moción de censura con Gabilondo? ¿O Ayuso convocaría antes elecciones? ¿Ciudadanos se encontrará a sí mismo o desaparecerá como UPyD? ¿Puigdemont conseguirá volver a imponer su partido como primera fuerza independentista? ¿Sánchez acabará la legislatura o ERC volverá a dinamitar los presupuestos? Y qué me dicen de Trump… ¿volverá a ser reelegido? Estoy enganchadísima… y usted está acabando este artículo frívolo sobre la isla de las tentaciones… gracias por no prejuzgarlo. Ahora adelante.