Está feo -dicen- hablar de la edad y del dinero. Pero hay veces en las que hay que hacerlo. China Mobile y Verizon se disputan recurrentemente los títulos de primera operadora mundial del sector de las telecomunicaciones. El CEO de China Mobile, Li Yue, nació en 1960 y el de Verizon, Lowell McAdam, en 1954. En Europa, la principal 'teleco' es Telefónica, pero hay cinco jugadores relevantes: Deutsche Telekom, con su CEO Timotheus Höttges, nacido en 1962; Vodafone, con Vittorio Colao, nacido en 1961; British Telecom, cuyo CEO Gavin Patterson es uno de los líderes más jóvenes del sector (nació en 1967); Orange tiene un primer ejecutivo de 1961 y Telecom Italia (mucho menor que el resto) está a la espera de nombrar un CEO después de que Marco Patuano (de 51 años) dimitiera hace poco más de una semana.
Al otro lado del charco, América Móvil es uno de los gigantes telefónicos. Propiedad de Carlos Slim, el ejecutivo que lleva las riendas es Daniel Hajj Aboumrad, nacido en 1966. El CEO de AT&T, Randall Stephenson, nació en 1960. Y la otra operadora que mira de tú a tú a estas empresas es la japonesa SoftBank, cuyo primer ejecutivo, Masayoshi Son, nació en 1957.
Estas son las principales operadoras “tradicionales” pero hay dos actores que les están comiendo la tostada: Whatsapp y Skype son los medios que utilizan cada vez más millones de usuarios de todo el mundo para hacer llamadas de voz. La primera ha sido comprada hace poco por Facebook, cuyo CEO, Mark Zuckerberg, es conocido por su lozanía: nació en 1984, un año antes de que César Alierta -nacido en 1945- fundara Beta Capital, su famosa agencia de valores. En febrero, la aplicación de Whatsapp superó los 1.000 millones de usuarios. Por su parte, Satya Nadella (1967) pilota los mandos de Microsoft en los que Skype supera los 300 millones de usuarios.
La consultora OVUM calcula que entre 2012 y 2018, estas dos plataformas de llamadas de voz drenarán cerca de 386.000 millones de dólares en beneficios a las telecos tradicionales. En el Mobile World Congress de 2014, el fundador de Whatsapp aseguraba que el objetivo de la compañía era tener más usuarios que China Mobile, algo que logró apenas un año después de marcarse el objetivo.
Estos son los rivales con los que se bate el cobre Telefónica. Una empresa en la que ya casi el 75% de los ingresos proceden del exterior. Llama la atención que el relevo generacional no se haya producido antes. Pero tampoco se puede olvidar que sus dos principales accionistas (BBVA, con un 6,96%, y La Caixa, con el 5,25%), están gobernadas por otros ejecutivos que sobrepasan los 70 años. Llegar a esta edad al frente de una empresa puntera es inusual en el resto de países desarrollados, aunque de alguna forma lógico entre los banqueros, cuyo negocio no ha cambiado en lo esencial en los últimos dos siglos. No obstante, es precisamente la tecnología móvil la que puede impulsar el primer cambio de calado en este sector en mucho tiempo.
Con todo, el mercado necesitaba una señal de que Telefónica apostaba fuerte por el siglo XXI, cerrando una etapa de expansión puramente orgánica para crecer en líneas de negocio. El cambio con dificultad se podía demorar más. Desde agosto del año pasado la cotización se desinflaba, y en tan solo dos días desde la noticia del relevo (hecha con el mercado a pleno rendimiento, una señal inequívoca de que desde el grupo se esperaba que fuera acogida de forma positiva por los inversores), ya ha recuperado la cota de los 10 euros con unas subidas acumuladas de más del 3%.
Tampoco se puede obviar que si algo no le gusta a los mercados es la incertidumbre. La división en el gigante telefónico entre la vieja guardia y los seguidores del inminente líder de la empresa, José María Álvarez-Pallete, lastraba las expectativas de una disrupción dentro de la compañía, en la que ya se empezaban a mascar las dudas sobre el nombre del sucesor ante el creciente enfrentamiento en la cúpula directiva. Con el camino despejado, Pallete podrá poner patas arriba la multinacional y hacer experimentos como el que intentó con Wayra, la aceleradora de startups que creó en 2011 y que dejó de controlar en una batalla interna en la empresa.
Veremos cambios mucho más profundos que un cambio de nombre al frente de Telefónica.