Madrid sigue retrocediendo en términos de movilidad ciudadana

Pedro Barragán

Economista. Candidato al Consejo Ciudadano de Podemos de Madrid por Claro Que Podemos —

Una ciudad moderna y abierta a la gente requiere de un sistema de movilidad que garantice la accesibilidad universal de los ciudadanos en unas condiciones competitivas en términos de tiempo y coste de los desplazamientos, así como de equilibrio y reducción de los costes sanitarios de la contaminación por el uso del transporte privado y de la invasión de los espacios públicos por las vías de transporte.

Estos objetivos nos llevan a la demanda de varias vías de actuación:

1. La potenciación del transporte público frente al privado.

2. La potenciación de los modos de transporte más eficientes: a pie, en bici y en moto.

3. La generalización de la oferta urbana hacia la periferia que reduzca las necesidades de desplazamiento al centro.

Acabamos de conocer los datos de la situación en 2013 en lo relativo a la movilidad ciudadana en Madrid. ¿Cuál ha sido la evolución en términos de movilidad en el último año en la ciudad de Madrid?

En primer lugar, la movilidad urbana no tiene relación con la evolución de los agregados económicos tradicionales como el PIB. Mientras el PIB cae un 1,2% en 2013 la movilidad de la Comunidad de Madrid desciende un 3,8%. Esto se explica con rapidez y sencillez: se está produciendo una concentración de la renta en las clases adineradas que deja en la ruina económica a las clases populare,s que son las mayoritarias en el uso de los transportes. El efecto de la concentración de la renta en las clases altas está siendo superior al efecto de la evolución del PIB y del empleo (-0,9%).

En segundo lugar, la pérdida de población y empleo de la ciudad de Madrid incrementa cada vez más la importancia relativa del transporte metropolitano. La reducción de los desplazamientos motorizados dentro de la ciudad de Madrid (-4,2%) se explica por la caída de la capacidad económica de sus habitantes. Simultáneamente el transporte intermetropolitano toma protagonismo y tanto el parque de vehículos (+12,9% entre 2007 y 2013) como la población (+10,7% entre los mismos años) crecen en el total de la Comunidad de Madrid frente a la caída del parque de vehículos de la ciudad de Madrid (-4,1% en el mismo período). Simultáneamente se produce el abandono del transporte público. La participación del transporte público dentro del total de los desplazamientos en la Comunidad de Madrid ha disminuido del 48,9% en 2007 a un 45,2% en 2013 (-7,6%). Lo veremos más adelante: el transporte público pierde posiciones en los desplazamientos desde la periferia hacia el centro de Madrid.

Serios recortes en el transporte público

En tercer lugar, durante el año pasado hemos asistido a un brutal recorte del transporte público. Durante 2013 se ha reducido en un -5,8% el ratio de coches-km en el total de la red bus-Metro, siendo para este último de un -11,1%. Esta pérdida de calidad y rapidez del servicio público ha generado un hundimiento de los usuarios de un -4% en total y de un -7,2% en el metro, cifras netamente superiores al descenso del vehículo privado (-3,3%). Este efecto de la pérdida de calidad y rapidez del servicio público se nota en los cambios producidos entre el tipo de usuarios que lo utilizan: en 2013 se ha incrementado la participación de los viajes con abono de transporte correspondiente a la tercera edad en un 17,5% respecto al año anterior. Llamemos la atención que estas cifras que estamos relatando representan un cambio sociológico espectacular en el plazo de tan solo un año.

La caída de la movilidad en el centro de la ciudad también ha generado noticias positivas. Ha subido el uso de la bici dentro de la almendra de la M-30 (aunque el uso de la moto ha caído en un -5,7%) y ha mejorado la velocidad de los autobuses. Sin embargo, este efecto de la caída de la movilidad no ha tenido reflejo en la disponibilidad de aparcamientos ni en los accidentes de tráfico (+5% de víctimas graves). Respecto a la contaminación urbana ya sabemos que la información estadística carece de toda credibilidad dados los cambios de ubicación de las estaciones; sin embargo y a pesar de ello las cifras oficiales de reducción de la media anual diaria de inmisiones de NO2 no acaban de reflejar el esfuerzo de renovación de las flotas públicas.

Resumiendo, a pesar de la caída durante 2013 de la movilidad urbana el coche sigue teniendo una predominancia absoluta en los desplazamientos desde o hacia fuera de la M-30, donde es usado de forma mayoritaria; el tremendo recorte producido sobre el transporte público ha provocado una pérdida de competitividad de éste en beneficio relativo del vehículo privado; mientras que los beneficios para la ciudad del descenso del tráfico se diluyen sin reflejo para el ciudadano.

Madrid, una ciudad que necesita ser rediseñada en términos de accesibilidad, de descentralización urbana, de generación de espacios urbanos que propicien los desplazamientos a pie y que, sobre todo, necesita con urgencia romper con este “castigo divino” que los sucesivos gobiernos neoliberales nos están imponiendo de recortes del transporte público.