- Todas las relaciones son amorosas, sean románticas o no, sean sexuales o no, sean reales o virtuales. Partiendo de esta idea, los cuidados y la empatía son la base para relacionarse con los demás. Hay que portarse bien y tratar a la gente con respeto y cariño, independientemente de si queremos una cita, o no, si nos gusta o no la otra persona.
- La honestidad es uno de los factores más importantes para no hacer daño a los demás. Sé sincero y cuenta lo que estás buscando, si prefieres relaciones basadas en el placer sexual o un romance en toda regla, si estás abierto o no para tener una relación sentimental, si eres monógamo o poliamoroso, si tienes pareja o estás soltero, si te apetece vivir una historia de amor alucinante, o sólo pasar ratos lindos y divertidos sin comprometerte emocionalmente.
- No confundas a la otra persona: sé claro y utiliza tu asertividad. Si quieres quedar, dilo. Si no quieres quedar, dilo también. Hay que ser transparente, no crear falsas expectativas ni levantar esperanzas en los demás: evita marear a la gente con tus inseguridades o tu indecisión.
- Trata bien a las mujeres y a los hombres con los que te relaciones. No importa si os vais a ver sólo una noche, o si os vais a ver cien noches, si queréis una relación estable o no. No importa si sólo os une el placer sexual, o si también estáis conectados emocionalmente: lo único que importa es que seamos capaces de cuidarnos mutuamente.
- Cuando alguien quiere ligar contigo y a ti no te gusta, cuando te gusta chatear pero te das cuenta de que no va a funcionar la relación por los motivos que sean, que no se te olvide el buen trato y el cuidado para no hacer daño a la otra persona. Se puede rechazar a alguien sin tener que portarse mal, y sin jugar sucio: se puede decir que ya no más con mucho cariño, no desaparezcas sin más.
- Cuando quedes con alguien por primera vez, mejor que sea en un lugar público, como una plaza, una cafetería, un centro social, un centro cultural, un bar o un restaurante, un teatro, un cine, un museo, una discoteca, un parque... A las mujeres nos conviene quedar en espacios seguros y llenos de gente. Ya habrá tiempo para buscar espacios con más privacidad si os apetece a ambos y si surge el deseo, la confianza y la complicidad necesarias para intimar.
- Misterios, los justos: la otra persona quiere saber quién eres, cómo vives, qué haces en tu tiempo libre, cuáles son tus pasiones... antes de la primera cita todos necesitamos información para saber si nos gusta o no la otra persona, si podemos confiar en la otra persona, y si hay algún tipo de afinidad.
- El tiempo que estéis juntos, que sea de calidad. Para mostrar interés lo mejor es tener guardado el celular, y escuchar con atención amorosa a la otra persona, sin interrupciones ni vacíos.
- Si la otra persona se va antes de tiempo de la cita, acepta y respeta. Si te vas tú antes, el otro tiene que aceptar y respetar igual.
- Si le propones a la otra persona ir a un lugar más privado como un motel, o tu casa o la suya, y la otra persona te dice que no, no pasa nada. Puede que necesite más tiempo o que nunca le entren ganas. “No” siempre es “no”.
- Si ves que hay ‘feeling’ y te entran ganas de dar el primer beso, es importante que tengas señales muy claras sobre su nivel de receptividad. Si no sabes si la otra persona quiere, díselo con una sonrisa: “me encantaría darte un beso”, o pregunta: “¿puedo darte un beso?” Si te dice no, es no.
- Estáis en el sofá y os estáis dando un buen revolcón, pero cuando la cosa se pone más intensa, ella te dice que no quiere más, y entonces tienes que volver a recordarlo: “No es no”. Incluso aunque estéis desnudos, o en mitad del acto sexual. No, es siempre no.
- Mujer, no finjamos más orgasmos para no herir el frágil Ego del otro. Hay que hablar de sexo y crear el espacio de confianza para que podamos contar lo que nos gusta y lo que no, para compartir nuestras fantasías y nuestras apetencias, para elaborar pactos a la hora de compartir placeres de manera que ambos nos sintamos a gusto.
- Hay que hablar de anticonceptivos desde la primera cita: ¿cómo vamos a evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual?, ¿cómo vamos a cuidar nuestra salud y la del otro? No le pidas a nadie que haga el amor sin protección: a las mujeres nos baja la libido cuando los hombres se niegan a usar barreras. Porque nos jugamos mucho más que los hombres.
- También hay que pactar la frecuencia del contacto virtual y de las citas presenciales: hay gente que necesita mucha comunicación y pasa el día pegada al teléfono, hay gente que sólo se sienta una vez al día a contestar mensajes, hay gente que no usa redes sociales ni Internet... hay gente a la que le encanta chatear, y gente a la que no. Hay que sentarse a explicar qué desea cada cual, qué necesita o qué le apetece, y no imponer nuestras necesidades al otro. Es esencial que ambos os sintáis a gusto con los pactos alcanzados y con el ritmo de la comunicación que habéis elegido.
- Si vais más allá de la primera cita y estás viendo a otras personas en la misma red social, o en otras redes, hay que contarlo con naturalidad: estamos todos en lo mismo, buscando gente que nos guste, probando, y explorando. Mentir sólo sirve para crear relaciones de desconfianza que aumentan las inseguridades que llevamos todos encima, los celos y otras emociones intensas y nada placenteras.
- Si aumenta la pasión y necesitas (o la otra persona necesita) exclusividad, debe de haber la confianza necesaria para poder contar cómo os sentís, qué queréis, y cómo os gustaría que fuese la relación. Si uno de los dos quiere plantear una relación monógama, hay que plantearse el uso de las redes sociales para ligar, y elaborar unos pactos que puedan ser revisados según el momento que estemos viviendo.
- Si al sentaros a hablar os dais cuenta de que no os apetece lo mismo, hay que evaluar si se puede construir una relación en la que ambos estéis a gusto, o si quizás sea mejor no seguir porque ambos queréis cosas diferentes y vais a tener muchos conflictos. Lo que no funciona es que uno de los dos renuncie a lo que necesita o lo que quiere, y el otro no. Es cuestión de ir negociando, y si no se llega a ningún punto, no pasa nada: cada uno por su lado. Es bonito intentarlo, y de todo se aprende.
- Cuando estás en una o varias relaciones de Tinder, intenta que tu forma de relacionarte no haga daño a nadie. Ama y folla cuanto quieras, sin provocar heridos y sin dejar cadáveres emocionales detrás de ti.
- Cuando empiezas una relación, hay que ir midiendo los niveles de reciprocidad y correspondencia, para ver si uno se enamora demasiado y el otro no, o al revés. Porque cuando tienes claro esto, puedes cuidarte mejor a ti mismo y cuidar a la otra persona.
- Cierra las historias con elegancia, con cariño, con honestidad. Duren lo que duren, pórtate bien. Que os quede a los dos un bonito recuerdo de la relación, no importa cuánto haya durado. Evita las mentiras, los engaños, los chantajes, los reproches. No desaparezcas, enfrenta la cuestión con respeto y cuidando a la otra persona: se trata sólo de decir cómo te sientes y por qué quieres dejar la relación, escuchar a la otra persona, darse cariño en un momento que quizás sea doloroso. Respeta también la libertad de la otra persona para irse si desea seguir su camino a solas o con otras personas.
- Si el objetivo principal a la hora de relacionarnos es pasarlo bien, y que los demás también lo pasen bien, hay que tratarse amorosamente, independientemente de si hay o no romanticismo. El sexo y el amor son para disfrutar, y para contagiarnos mutuamente de la alegría de vivir. Vamos a probar a querernos bien, también en Internet.