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Las multas más grandes de la historia de la UE nos saben a poco

Hace algunas semanas se corría el rumor, y hoy, en una comparecencia, Joaquín Almunia ha confirmado las sanciones económicas más cuantiosas que jamás se hayan puesto desde un organismo comunitario a varios de los bancos que conforman índices como el euríbor, el líbor (anglosajón) o el tíbor (japonés).

Repasando la nota oficial de la Comisión de Competencia nos encontramos una explicación bastante superficial de los hechos y los motivos por los que se ha sancionado a estas entidades bancarias. Se habla de colusión, de cárteles para la fijación tramposa de estos índices y de la importancia que tienen en los mercados de derivados (SWAPS y otros instrumentos de ingeniería financiera).

En sus declaraciones, Almunia hace referencia a la necesaria competencia en los mercados de préstamos interbancarios, pero seguimos sin tener noticias de si esos mercados existen. Habla de lo importante de la transparencia para evitar que estos hechos se produzcan, pero seguimos esperando que nos faciliten las operaciones reales entre esas entidades, que ni el Banco de España, ni el Banco Central europeo, ni la Comisión, ni la Federación Bancaria Europea nos han podido o querido mostrar.

Dice también Almunia que hasta marzo de 2013 no se comenzaron a plantear las sanciones, habiendo comenzado la investigación oficial en octubre de 2011. Sin embargo, desde @OpEuribor ya alertamos en el verano de 2011 de que todo parecía ser un fraude y, en comunicación certificada, avisamos al señor comisario de Competencia del problemón que se les venía encima.

A la hora de evaluar las repercusiones de una confirmada manipulación de tipos de referencia como el euríbor, en la nota de la Comisión se incide en los efectos que ha podido tener en los mercados de derivados, donde interactúan gigantes financieros, fondos de inversión y también los Estados (a través de emisión de deuda o de los llamados “rescates financieros”). Se refiere expresamente a los contratos entre estos actores privilegiados, pero no dice nada de los contratos que afectan directamente a personas normales y corrientes, como los 18 millones de contratos vivos en España que están referenciados al euríbor.

¿Qué pasa con estos contratos? ¿Cómo les afecta que su tipo de interés haya sido falseado? ¿Se destinarán parte de las sanciones a indemnizar a los perjudicados?

Nos tememos que, al igual que está sucediendo con el escándalo del líbor (el equivalente anglosajón), las autoridades se limiten a imponer una multa “ejemplar” para cerrar en falso el asunto. Ellos saben que, de entrar en cada contrato, de aplicarse la legislación de cada país, los efectos serían mucho más bestias. Devastadores. De entrada, la posible nulidad de los intereses y, habría que discutirlo jurídicamente, la posible nulidad incluso de los contratos, al viciarse su elemento esencial: el interés.

Desde @OpEuribor nos/os proponemos esta tarea, la de trasladar los efectos de esta manipulación, oficialmente confirmada, al terreno de la gente común, por la que parece que no van a velar las autoridades, demasiado ocupadas en escrutar, comprender y controlar los grandes mercados financieros.

Centraremos la batalla en lo local, en lo social, caso por caso, paso a paso, para que esta gigantesca estafa sea el principio de su fin, y el miedo siga cambiando de bando.