Curso nuevo, agenda nueva. Para empezar bien el curso, muchos tenemos la tradición de comprarnos una agenda nueva como muestra de buena voluntad, que nos sirva para planificar todo lo que esta vez sí vamos a hacer, y no olvidarnos de las cosas esenciales. En las papelerías tienes todos los modelos: por días, por semanas, de anillas, escolar, con recambio, de piel, con mensajes motivadores, con viñetas de Mafalda o de tu serie favorita. Pero este curso yo me pido la “agenda social del PP”, que va a ser la sensación.
Todavía no está a la venta, pero ya la están anunciando con fuerza. La semana pasada leí varias veces el mismo titular en distintos medios: “El PP apuesta por la agenda social”, y en los próximos días insistirán en ello. El partido de Feijóo ha hecho circular la idea de que a partir de ahora se volcará en “los problemas reales de los ciudadanos”, y le disputará al gobierno su discurso social, para así ensanchar su masa de votantes, especialmente jóvenes y mujeres. Dicen que dosificarán semanalmente la presentación de propuestas y llevarán iniciativas al parlamento. Para empezar, en materia de conciliación (permisos de maternidad y paternidad, escuelas infantiles, ayudas a las familias…), y luego seguirán con vivienda y otros temas sociales.
No me digas que no te entran ganas de correr a la papelería a comprarte tú también una agenda social del PP. Toda buen rollo, muy práctica, con nuevas propuestas en cada página como otras incluyen chistes, poemas o efemérides. Es muy ilusionante que el PP renueve su agenda, después de tirarse más de un año, desde las municipales y autonómicas, usando en su día a día la agenda ultraderechista en materia de derechos y libertades en sus comunidades y ayuntamientos.
Es emocionante que el PP se pase a la agenda social, después de un año entero en que solo usaba la agenda para marcar las fechas de las concentraciones contra la ley de amnistía; y después de meses enredando con Venezuela y últimamente calentando el debate migratorio con declaraciones y propuestas ultras.
Ah, y espero que le envíen una agenda social a cada consejero autonómico de su partido, que igual ya no se acuerdan de que buena parte de las competencias en temas sociales están en las comunidades autónomas. Y lo mismo a sus alcaldes. ¿O la agenda social esa solo valdrá para hacer promesas pensando en las próximas elecciones generales, y para llevar iniciativas al Congreso que le atraigan el voto de PNV y Junts?
En materia de vivienda, ya que hablamos de agenda social, sus comunidades y ayuntamientos han boicoteado la ley de vivienda por sistema, renunciando siquiera a intentar el mecanismo de control de precios en zonas tensionadas y otras posibilidades que permite la ley. Porque la vivienda es sin duda un fracaso del gobierno central, pero se nos olvida la inestimable colaboración de las administraciones gobernadas por la derecha.
Venga, no seamos malpensados y démosle una oportunidad. Yo ya he encargado en la papelería mi agenda social del PP. Corre, que se acaban.