Sinopsis: En el Madrid post 8M, cuna del feminismo hegemónico, el gobierno de la Comunidad, liderado por su presidenta, la escritora Luisa Peixa Etxebarrría, ha conseguido dar marcha atrás a todas las leyes proclamadas por el ministerio anterior, empezando por la Ley Trans, dejando a las personas transgénero en el desamparo e iniciándose las anunciadas Guerras Terf.
La segunda medida, a punto de ponerse en marcha, es la ley que penaliza duramente a cualquier persona que se dedique al trabajo sexual, lo que ha recrudecido el acoso cotidiano que sufren las putas. En la ciudad se ha institucionalizado todo: los espacios son exclusivamente feministas hegemónicos, blancos y cis, y funcionan con dinero público.
Solo un terco y obstinando centro social okupa autogestionado transfeminista antirracista sigue activo en un barrio del sur. En Venecia, que así se llama el CCSS, Otele (sudaka no binarie), Casia (mujer trans racializada y mejor amigue de Otele), Desdémona (pareja española blanca de Otele, poliamorosa, cis mujer), Yaga (mujer cis blanca butch y secretamente racista) y Rodriga (amiga cis blanca butch de Yaga) conviven y ofrecen refugio para mujeres, hombres trans y trabajadoras sexuales, sobre todo racializadas.
En medio de su militante vida comunitaria en el hogar queer disidente, Otele y Desdémona han empezado a hablar de poliamor, de deconstrucción del amor romántico y de cómo trabajar los celos. Pero otras pasiones menos nobles subyacen a esta convivencia: Yaga quiere ocupar el lugar de Otele en la asamblea, donde elle tiene gran influencia. Últimamente ambas discrepan políticamente casi en cualquier cosa que se plantee, pero algo aún peor se esconde en las sombras. Yaga oculta un incómodo secreto: desde hace un tiempo acude a las asambleas paralelas de las tránsfobas abolicionistas y trabaja secretamente para ellas. No sentirse imprescindible políticamente en Venecia, ni amada por la persona de la que está enamorada, la ha sumido en la soledad y el aislamiento. Intoxicada de rabia y frustración, ha comenzando a labrar su venganza. Su misión consistirá en intrigar dentro de la okupa hasta debilitar a Otele. Ha descubierto la debilidad de la sudaka: sus celos e inseguridades producto de años de sufrir violencia racista. Y hará todo por hacerle sentir amenazade.
En realidad, tanto Yaga como Rodriga están enamoradas de Desdémona y juntas trabajan en un plan para separar a las novies: hacer creer a Otele que Desdémona y Casia tienen un romance intenso al margen de Otele, quien acabará creyéndose víctima de la falta de cuidados y de la responsabilidad afectiva de su pareja. El objetivo final de Yaga es sembrar el caos y tomar Venecia, el último reducto antiTerf en Madrid, convertirlo al terfismo y echar a Otele, quien también le atrae oscuramente, de allí.
Yaga pretende que Otele odie y mate a Desdémona, pero esta es una tragedia feminista y blanca, así que nadie mata a nadie. Descubiertas sus intenciones, Yaga y Rodriga son instadas a participar en una asamblea de cuidados y a revisarse un tiempo fuera de la okupa. Otele, Casia y Desdémona intentan vivir en poliamor junto a sus amigas putas, mientras se organiza en Venecia la gran revuelta para echar del poder a las terf.
FIN