Plata, plomo o libertad
El “anuncio” por escrito de Miguel Ángel Rodríguez (MAR) a nuestra adjunta al director, la periodista Esther Palomera, de que nos va a “triturar” y vamos a tener que “cerrar” elDiario.es, además de desear que “nos den” y de que somos “idiotas” por el mero hecho de publicar informaciones relevantes y contrastadas sobre los presuntos delitos fiscales y de falsificación de la pareja de la presidenta Isabel Ayuso, a la que él sirve como jefe de gabinete o algo así, me ha recordado un pasado lejano en el que este personaje se cruzó en mi vida profesional .
Lo ha contado muy bien aquí Andrés Gil. Hace unos cuantos años, siendo yo Consejero Delegado de Grupo Zeta y Consejero en Antena 3, empresa que presidía el fallecido Antonio Asensio, optamos por unir los derechos audiovisuales del fútbol (entonces repartidos entre ZETA y PRISA) y separarnos de la plataforma gubernamental Vía Digital creada por el gobierno de Aznar. Es lo que se denominó el pacto de Nochebuena entre Polanco y Asensio. Eso no gustó al gobierno y fue Miguel Ángel Rodríguez quien nos lo dejó bien claro: Aznar no nos iba a renovar la concesión de la televisión y además los accionistas que se sentaban en el Consejo de Antena 3, al que yo pertenecía como ejecutivo de Grupo Zeta, no nos iban a financiar. Esos accionistas eran bancos y fondos de inversión que, si bien eran minoritarios, eran los que tenían el dinero para darle continuidad a la cadena.
Nos tenía pillados Miguel Ángel Rodríguez: “Tu jefe va a acabar en la cárcel”, le dijo a Pepe Oneto. “¿Plata o plomo?”, lo resumiría Oneto, entonces responsable de los servicios informativos de Antena 3. “O aceptáis la venta de la cadena a Telefónica o no os renovamos la concesión”.
No había opción. Zeta había adquirido Antena 3 de la mano de Javier Godó con una importante deuda, tenía como accionistas a socios financieros que nos iban a dejar caer ante las presiones del gobierno de Aznar. Asensio decidió optar por la plata antes de sucumbir ante la amenaza del plomo. Vendimos de madrugada en la sede de Telefónica. Villalonga, el amigo de Aznar, ponía los cheques. Pedro J. Ramírez estaba en su despacho cuando llegamos para cerciorarse del buen fin de la operación , junto a José Antonio Sánchez –algo así como el secretario de comunicación de Telefónica entonces–, el que después fue presidente de RTVE y ahora de Telemadrid. Todos vuelven del pasado, o quizás nunca se fueron.
En fin, no es mi intención contar batallitas, pero hay algo que aprendí de aquellos tiempos de MAR con el gobierno de Aznar en el que el control de los medios era asfixiante, la estructura de los grupos de comunicación débil y podía ser zarandeada por el poder con facilidad.
Cuando fundamos elDiario.es con Ignacio Escolar y un grupo de amigos y de buenos periodistas, sabía que seríamos incómodos para el poder, que no nos debíamos arredrar ante nada ni nadie, que nuestros límites estaban en contar la verdad molestara a quien molestase, pero también que nuestra empresa no se podía construir solo con esas buenas intenciones; teníamos que prepararnos para ser fuertes frente al poder. Teníamos que garantizarnos que el día que nos intentarán llenar de plomo, incluso de plata no lo pudieran hacer.
Hoy elDiario.es está blindado por unos accionistas que son sus propios periodistas, aquellos que deciden con su director todo lo que se publica. El resto de accionistas somos profesionales de los medios de comunicación, sin intervención en los contenidos , sin compromisos ni ataduras con terceros que condicionen la información. En estos doce años de elDiario hemos configurado una estructura empresarial sólida, sin deudas bancarias, sin entrada de accionistas con intereses extraños, sin proyectos de crecimiento arriesgados y sobre todo buscando la rentabilidad económica, que es la base de la independencia informativa. Esa independencia viene dada por los más de 80.000 socios que apoyan con su cuota a elDiario.es. Es sin duda la mejor manera de sentirse libres y decirle a todos los MAR que quieran cerrar un medio que no escriben a su dictado que esto ya no es el pasado, que tenemos más fuerza que cualquier medio dependiente de la financiación de un fondo de inversión.
Los MAR tienen siempre la posibilidad de seguir repartiendo plata entre medios que le sean afines. Es dinero de los contribuyentes mal empleado porque son medios sin recorrido, que viven de la subvención, de escribir al dictado, son algunos de los que han publicado la falsa información de los periodistas encapuchados de nuestro diario sin ni siquiera llamarnos… ¿para qué hacerlo? si lo que interesa es poner la mano para cobrar la paga de quien te da aliento para sobrevivir.
No me preocupan las bravuconadas y amenazas de Miguel Ángel Rodríguez, no como lo hicieron y se convirtieron en realidad hace casi 30 años con Antena 3, pero creo que a este tipo de personajes hay que pararlos por el bien de una DEMOCRACIA en mayúsculas, porque si no ha cambiado nada a mejor después de 30 años tenemos mucho de lo que preocuparnos como sociedad.
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En elDiario.es somos conscientes de que publicar noticias como esta no es fácil, que puede haber consecuencias. Al menos ya sabemos a qué nos enfrentamos esta vez. Nos lo han dejado claro y por escrito: “Os vamos a triturar, vais a tener que cerrar”. Las amenazas de Miguel Ángel Rodríguez, la mano derecha de la presidenta de Madrid, no son solo un calentón. No es siquiera la primera vez que recurre a presiones así para evitar que se publique una información.
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