Mariano Rajoy hizo un hueco en la Eurocopa y se prestó a ir al debate. Se estrenaba en esta contienda a cuatro, pero les dijo a los demás que habían ido “a hacer prácticas” y que “no estudian los temas”. Y eso que, hace unos meses, el presidente en funciones reconoció que los debates le costaban, porque “hay que prepararlos”. Esta vez, Rajoy lo llevaba tan preparado que afirmó que la corrupción en España es “alguna noticia en algún medio de comunicación”. Hilillos de plastinina y ya tal: Bárcenas, Granados, Matas, Fabra… Pero “en España se persigue y se castiga”, dijo, como hizo él con Rita Barberá, su tesorero o hasta con los pagos en negro en la sede de su partido. De hecho, en esa firmeza de castigo que caracteriza a Rajoy, acaba de empezar la campaña respaldando públicamente en un mitin al presidente de Murcia, vinculado a la Púnica. Todo un gesto de persecución.
Pero Rajoy iba al debate con ganas. Hasta se quejó de que Iglesias hablaba mucho. Esto en TVE no pasa. Tanto había estudiado el debate el presidente en funciones que negó que haya concedido indultos por corrupción. Otra cosa que solo contaron en “algún medio de comunicación”, como bien saben los nacionalistas catalanes, que son acusados de “romper España” cuando conviene, pero a los que Mariano Rajoy ha concedido indultos. Pero Rajoy no miente. Es más, les dijo a los otros tres candidatos que estaba escuchándoles “algunas mentiras”. Esto, en la misma frase en la que negaba que haya subido impuestos (tras la mayor subida de la democracia) o que haya habido rescate (aún estamos pagando el rescate a la banca y lo que nos queda).
Quedó hablar de Venezuela. Increíble. Menos mal que se habló de los griegos. Esta vez, para envidia de Maduro y del Congo de Pablo Casado, apareció casi más la palabra “Grecia” que “España”. Rajoy y Rivera se encargaron del asunto, mientras Iglesias y Sánchez se enfrascaban para regocijo de Mariano. Pedro le decía a Pablo que había permitido que siguiera gobernando el PP, mientras que Pablo le pedía a Pedro que aclarase si el PSOE apoyará a Unidos Podemos, si quedan por delante de los socialistas en las urnas. No lo aclaró.
Así que a Mariano no le fue tan mal el debate a cuatro. Los que auguraban un tres contra uno se equivocaron. Los que pensábamos que capearía el temporal y se haría la víctima, creo que acertamos. Rajoy ha creado estilo en esto. Y, si no, presten atención, porque el debate seguro que lo vieron, pero lo siguiente no. Arias Cañete. Tanto tiempo esperándole y su lamentable reaparición de este lunes en Santander quedó oscurecida por el debate a cuatro en la tele. Cañete, al que todavía le pagamos (y muy bien), ahora como Comisario Europeo, dijo ayer que no sabe nada, ni de la amnistía fiscal de su mujer, ni de los Papeles de Panamá en los que ella aparece, ni de la corrupción en la sociedad pública Acuamed cuando él era ministro. Cañete no se inhibió al aprobar la amnistía que benefició a su familia, ni en leyes que afectaban a su petrolera familiar, ni se moja con la trama del agua que hasta planeó envenenar el Ebro para forrarse. Eso sí, Cañete se inhibe de dar explicaciones. Como diría Rajoy: “Alguna noticia en algún medio de comunicación”. Estilo Mariano.