¿Cuántas veces se ha llenado la boca el Partido Popular con la palabra Constitución desde el 1-O? Tantas como políticos tiene el partido de Gobierno, aproximadamente.
Pero, cuando se trata de igualdad, ¿qué es lo que pasa con la sacrosanta Constitución?
Rajoy, como Franco, entona el “Usted haga como yo, no se meta en política”.
Pero tal y como escribe Isabel Mastrodoménico, “El artículo 35 de la Constitución se refiere -además del derecho al trabajo- a la no discriminación ni en el acceso, ni en la retribución que se recibe de este por razones de sexo, y esto Señor Rajoy para que usted lo vaya entendiendo, se refiere a la necesidad de poner freno a la brecha salarial que sigue estando en España alrededor de un 22%”.
Pero, ¿qué iba a saber él sobre brecha salarial, sobre desigualdad y sobre según qué partes de la Constitución? Ni que fuera Presidente del Gobierno y algo de esto le competiera. Ni que hubiera el hombre estudiado de cabo de rabo la Constitución para aprobar unas oposiciones, por ejemplo, de registrador de la propiedad.
Aun así, Rajoy hace trampas al responder a la pregunta clara de Alsina, que no es otra que “¿Vería usted con buenos ojos sancionar a las empresas que pagan menos a las mujeres por hacer el mismo trabajo?”. Hace trampas porque su “no, no, no” está basado en el posterior “yo no le diría a ustedes cuánto tienen que cobrar, por ejemplo”. Pero es que, señor Presidente, nadie le había preguntado eso. Nadie le estaba instando a fijar sueldos individuales de una empresa específica. Se le preguntaba por una flagrante desigualdad basada en el género, de la que usted y su partido son los máximos responsables. Porque acabar con las desigualdades aparece en la misma Constitución que ustedes blanden histéricos cuando les interesa.
Pero, aun aceptando la trampa facilona del señor Rajoy, tampoco llevaría razón, porque vuelven a ser él y su partido los encargados de fijar, por ejemplo, el sueldo mínimo interprofesional mediante decreto cada año. Y no, esto tampoco le compete a nadie más que precisamente al Partido Popular. Así que, señor Rajoy, con trampas o sin ellas, vuelve a ser es el máximo responsable. Pero le entendemos, ¿cómo iba usted a saber todas estas cosas? A veces le exigimos a usted demasiado.
Cabe remarcar que cuando hablamos de brecha salarial no sólo hablamos de que una mujer puede cobrar en España menos que un hombre por el mismo trabajo, sino que las mujeres cobran menos, en general, porque son las que hacen trabajos mal remunerados y, además, son las que copan los trabajos a media jornada. Igual, el presidente del Gobierno español tampoco lo sabe, pero en su país a día de hoy, son las mujeres las que siguen haciendo malabares con las 24 del día para compatibilizar el trabajo fuera y dentro de casa, y eso favorece que los empleos de menor duración y menor responsabilidad estén llenos de mujeres; dejando -claro está- a los hombres en los puestos con más poder y mayor salario . Y esto también le compete equilibrarlo a Mariano Rajoy y compañía.
Ojalá alguien les informara algún día de cuáles son sus competencias. Aunque sería mejor para todos, especialmente para todas, que tras esta legislatura jamás volvieran a tocar poder porque, obviamente, sarcasmos aparte, lo de este partido nunca ha sido un problema de ignorancia, sino de ideología. Una ideología que no tiene sentido de ser sin el clasismo y el machismo del que hacen gala allí donde estén.