Al mismo tiempo que RTVE celebra el 60 aniversario de TVE; en las próximas semanas, el parlamento de España aprobará de forma previsiblemente unánime la vuelta a la elección de los órganos de gobierno de RTVE por consenso de los grupos parlamentarios. Los candidatos deberán ser profesionales independientes y no sujetos a las directrices de partido o de Gobierno.
Estamos de enhorabuena. Todos, todos los congresistas presentes en la votación del Congreso se sumaron a la hora de votar afirmativamente el proyecto de Ley y lo estarán en las votaciones definitivas. Si a ello sumamos un proceso de elección que deberá ser transparente, y con luz y taquígrafos estaremos poniendo las bases para que de forma definitiva RTVE esté al servicio de todos los ciudadanos, pertenezcan o no a alguno de dichos partidos, estén estos ejerciendo el Gobierno o la oposición, sean estos partidos u otros. Esta transparencia en el procedimiento es fundamental para dar credibilidad a los nuevos gestores, de otra forma su mandato quedaría bajo sospecha.
Este hito de salud democrática pondrá a España al nivel de otros estados de su entorno que llevan décadas con unos medios públicos alejados de las interferencias partidarias, que no políticas, pues el Congreso y Senado deberán fiscalizar la gestión de los máximos dirigentes de la corporación. Si esta intención de desgubernamentalizar la corporación se cumple por todos los partidos políticos, España dará un paso de gigante en su camino hacia la plena madurez democrática.
Si a estos logros le sumamos un proyecto independiente, profesional, plural, diverso, integrador y que busque la cohesión en lo territorial y cultural, mucho estará hecho.
Solo faltará una financiación suficiente y estable y una gestión transparente y sostenible que permita a los responsables de RTVE cumplir con al mandato marco al que les emplace ese mismo parlamento, garante de su independencia y buen gobierno.
Mucho hemos tardado y mucho se está retrasando este principio esperanzador para los oyentes, espectadores y usuarios de RTVE, esperemos que nadie dilate aún más los plazos.
Si este proceso de entronización democrática se practica en el resto de medios públicos de España: EFE y medios públicos autonómicos, mucho más podremos celebrar.
Estamos de enhorabuena; RTVE será independiente y también sostenible y transparente y estará al servicio de una sociedad cada vez más compleja, diversa y plural.
RTVE radiará, emitirá y difundirá de forma diferente a como la hemos conocido .
Un gran futuro nos espera en adelante, unos medios públicos del siglo XXI para un país del siglo XXI.