Si triunfa el golpe...
Está en curso algo que se parece extraordinariamente a un golpe blando: se tumba al Gobierno con todas las malas artes disponibles y se hacen con los mandos del poder para aplicar su modelo. Han avisado sin complejos: “El que pueda hacer que haga”, dijo el hombre oscuro. “Nuestra obligación en estos momentos es echar a Sánchez del Gobierno, acabar con este Gobierno lo antes posible, y lo vamos a hacer con todos los medios a nuestro alcance y si los medios son judiciales también lo vamos a hacer”, anunció el portavoz Tellado. PP en vena. Y van a una velocidad de vértigo: este último fin de semana ha sido una auténtica explosión de avisos. Reconocerán que los pasos se han ido viendo desde hace tiempo y se han ido marcando. La sociedad es la primera que debe saber que ya no queda mucho más tiempo. Y también qué implicaría que el golpe triunfe. Seguimos insistiendo en el tema porque la amenaza es seria.
“Sánchez lleva seis años gobernando España sin el permiso de Madrid DF, conglomerado de poder en fase creciente, vivificado ahora por los capitales latinoamericanos. Madrid DF ha dictado sentencia: Sánchez debe sucumbir...”, escribía un periodista tan solvente como Enric Juliana, de La Vanguardia. Que apunta el dato de los intereses de latinoamericanos instalados ya en el Madrid para ricos que ha organizado Ayuso.
También Ignacio Escolar pormenorizaba cuanto implica la ofensiva judicial, en particular del Supremo, en su carta del sábado pasado. Advertía que “Sánchez ha trasladado a sus colaboradores más cercanos una certeza: cree que acabará imputado ante el Supremo. No porque crea merecerlo sino porque da por hecho que ese ha sido siempre el objetivo. Solo así se explica lo lejos que han llegado. Es un plan que avanza, de forma simultánea por cuatro carriles”.
El magistrado José Antonio Martín Pallín piensa que “estamos ante un golpe de Estado judicial permanente” y que “la pieza a cazar es el presidente de Gobierno”.
Y aquí seguimos inermes porque cuando se organiza un llamémosle “golpe sucio de Estado” no es para repartir delicatessen entre los ciudadanos. Y no hay más que observar la gestión del PP, aliado oficial u oficiosamente con Vox, allá donde gobiernan o la actitud de sus dirigentes para hacerse una idea bastante próxima a lo que buscan.
Si triunfa el golpe, Ayuso podría ser presidenta del Gobierno (en lugar de Feijóo). Es una mujer capaz de decir sin despeinarse estupideces varias, salpicadas de ataques personales: 'Ayuso acusa a Sánchez de ser un “cobarde” y orquestar “una operación de Estado” para intentar destruirla'. Hace falta mucho descaro y llamar idiota a mucha gente dado que el PP sí utilizó herramientas del Estado como la policía (que llamaron patriótica, encima) para atacar a sus rivales políticos. Ni siquiera se han esforzado por buscar un cepo presentable. No han tenido empacho en centrarse en los correos de ese novio cuyas andanzas apestan tanto como las de ella. Su enriquecimiento, el triángulo de la parejita con Quirón, con noticias que sonrojan. La última, anticipada por elDiario.es, nos cuenta que él pagó 6.500 euros por el renting de un BMW a nombre de la esposa de su jefe en Quirón. ¿Qué esconde todo esto? ¿Por qué no es lo que la justicia investiga? ¿Quién está montando una operación de Estado y con quiénes? Porque la parejita trabaja en sus cosas en total impunidad y con colaboradores muy fieles. A qué otro imputado por la Fiscalía en delitos de fraude a Hacienda, le monta el Tribunal Supremo de España semejante macro investigación porque el hombre quiere saber quién mandó a la prensa unos correos, que tuvo todo el mundo. Será por ser novio de la presidenta de Madrid, ¿no? ¿Y qué más pasa ahí?
Nunca le falta un altavoz a Ayuso, el lunes lo tuvo por enésima vez ante una presentadora con décadas de presencia ante las cámaras que permaneció muda ante las acusaciones de la novia airada, a la sazón presidenta de una comunidad autónoma. Cobrar los impuestos correspondientes no es orquestar nada. La orquesta y coros están en otro lado y da miedo lo que atruena, miedo si no se ataja.
El mismo día, Ayuso renunciaba a 169 millones del Estado para las universidades públicas de Madrid, las está asfixiando a conciencia. Era privarlas de contratar a 1.000 profesores. Ante la difusión de la medida y la protesta de los rectores, Ayuso ha dado marcha atrás y acepta el dinero, pero veremos qué hace con él, porque la intención es clara. Les va a dar, finalmente, 47 millones de los 200 que requerían. Ningún dirigente con visión de futuro (si es para los ciudadanos) cercena la universidad pública, pero es una forma de consagrar las desigualdades sociales y dar facilidades a quienes la ultraderecha neoliberal protege. Mejor un pueblo inculto que trague y unos dirigentes con títulos regalados. De esos que se dan a gente del PP por media docena de asistencias a un máster.
En Madrid existen ocho universidades públicas y 17 privadas, de la Iglesia o con accionariado de fondos de inversión. Pasan por ser de las más caras de Europa. En cabeza (de precio) la Universidad Europea de Madrid que cuesta 9.500 euros anuales de media: por ejemplo, Derecho son 10.550, leo. La Universidad Antonio de Nebrija y la San Pablo CEU salen por 8.300 euros el curso. Las tasas de matrícula en las universidades públicas de Madrid se encuentran alrededor de los 1.400 euros.
Si el golpe triunfa… olvídense de estudiar como no sean ricos. Y cuídense mucho de enfermar porque el modelo ofrece grandes oportunidades de negocio privado con algo tan sensible como la salud y la vida de las personas. ¿O no se dan cuenta de que ya está en marcha y solo lo salva la gran vocación y dedicación de los profesionales? La sanidad pública la deterioran restándole medios Y así se consagran las listas de espera interminables para los especialistas: 767.000 personas aguardan una primera cita en Madrid. Es el 12% de la población, la cifra más alta de España.
El modelo de PP/Vox es restar servicios públicos al máximo allá donde gobiernan. La especialidad principal del alcalde de Madrid, por ejemplo, es además “regalar” suelo público a congregaciones religiosas ultras o equipos de fútbol, porque regalar supone el firmar concesiones a 40 y hasta a 70 años vista. Aunque esto es extensible a otros ediles, Ana Botella también lo hacía.
Piensen en serio en cómo se plasmaría el golpe si triunfa. En cuántos “mazones” se harían cargo de asuntos esenciales para nuestras vidas, cómo mentirían implacablemente ante nuestros propios ojos, qué quedaría de la sanidad y la educación pública y cuántos voceros embaucadores apenas disfrazados de periodistas seguirían vendiendo las trolas: algo que ocurre a diario.
El modelo informativo es el de Telemadrid, Canal Sur o la Televisión Gallega –pura vergüenza ajena– y, en las privadas nacionales subvencionadas, la venta de inexistentes logros y portadores de micrófono mudos ante monólogos de políticos sin escrúpulos por muy brutales y falsos que sean.
Si triunfa el golpe y Feijóo tampoco consigue ser presidente corre peligro de sufrir un síncope después de tanta lucha sucia. Merece un retiro, no da una. El pobre diablo se montó acto intermunicipal del PP simultáneo al Congreso del PSOE para soltar unas afirmaciones verdaderamente miserables:
“Aguanta, Pedro, no te mereces irte con honor, te vamos a echar los españoles libre y democráticamente”. Esta frase infame de Feijóo es puro fascismo: echar con deshonor, destruir. Son las alimañas de la política, ningún otro animal mata buscando hacer daño. Pura envidia, puro odio.
Si triunfa el golpe… se cercenará la ciencia y se potenciará el integrismo. Ya lo ha hecho el PP con ese aquelarre del creacionismo que ha permitido en el Senado el fin de semana. Lo presidía el ex ministro de Aznar Jaime Mayor Oreja que soltó tan contento el gran hallazgo revelado: “Están ganando los científicos que defienden la verdad de la creación frente al relato de la evolución”. La ley electoral pensada en 1978 para el bipartidismo ha propiciado la mayoría absoluta del PP despreciando miles de votos a otros partidos que no contabilizan. Y el PP lo ha colonizado y lo usa para sus batallas políticas y para la difusión de la ideología que le es más cercana. Si triunfa el golpe, festines de fascismo e irracionalidad como éste pueden ser algo habitual.
El problema, gravísimo, es de solución compleja. Varios de los procesos que jalea el brazo mediático están basados en bulos inventados por ellos mismos. Las infracciones graves al derecho a la información de los ciudadanos tienen mejor arreglo, sin embargo. En el régimen que añoran, Franco cerraba los que le molestaban. Sin llegar a ese punto, sancionar con dureza los bulos de graves consecuencias no estaría de más. El tema de la justicia es mucho más complejo. La derecha judicial arrasa en los puestos de responsabilidad. Los nombramientos pendientes se están saldando masivamente hacia ese lado. La conservadora APM se hace con el 52% de las plazas electas de las salas de gobierno, y la Francisco de Vitoria, que se define como “independiente”, con el 25%. Es evidente que cada cual puede tener la ideología que le parezca, el conflicto surge cuando condiciona su actuación judicial hasta confundirse con una acción política. De cualquier forma, todos los poderes del Estado deben tener mecanismos de control... independientes.
Se lo hicieron a Lula en Brasil y a Antonio Costa en Portugal. Y no pagaron por ello, nadie. Tras cárcel incluso, Lula ganó las elecciones y Bolsonaro intentó otro nuevo golpe de Estado, por este sí parece que va a ir a juicio. Costa se fue a Europa. En España quedarse en ciertas manos y a través de un golpe sucio sería una tragedia. Quienes crecimos en el franquismo lo sabemos bien. Ahora aunque diferente, sin duda, con más medios para manipular podría ser doblemente espantoso. Así que templen un poco el contribuir a tumbar a este gobierno, siquiera por supervivencia. Lo siguiente sería mucho peor. Miren la Argentina de Milei, es lo mismo. Aquí con más misas, más inciensos, más hipocresía, más toros; más machismo, más racismo, más eludir responsabilidades sobre hechos gravísimos, amenazar a periodistas íntegros, pagar a los corruptos, menos servicios públicos, menos oportunidades, una inseguridad permanente. Vender el futuro de millones de ciudadanos por pura estupidez es imperdonable. No se puede consentir.
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