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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Disculpe la espera, todos nuestros operadores se encuentran en huelga

(NOTA: Léase con una sonrisa, sin dejar de sonreír hasta el final para dar un tono amable a sus palabras)

“Buenos días, quería hablar con la persona titular del teléfono, luz, gas, seguro, cuenta, tarjeta, billete, cita, consulta, emergencia, avería o incidencia. ¿Es usted? Encantada de saludarle. ¿Cómo quiere que me dirija a usted?

El motivo de mi llamada es informarle de nuestra última promoción, por si le interesa a usted o a algún familiar. Se trata de un puesto de trabajo en el sector de atención telefónica y telemarketing, una oportunidad incomparable para conocer uno de los empleos más precarios, peor pagados y con mayores tasas de automedicación y absentismo por estrés y depresión.

Con nosotros disfrutará de contratos temporales y a tiempo parcial, con cambios de turno y disponibilidad horaria absoluta, ritmos frenéticos y presión constante, a cambio de salarios que con frecuencia no superan los 6 euros por hora. Le informo también de nuestras facilidades para el despido, incluidas trabajadoras embarazadas, y nuestros formidables descuentos, sin competencia: un 5% menos de poder adquisitivo desde 2010. Si desea conocer también nuestras ofertas en salud laboral y ergonomía, permanezca a la espera, por favor.

Nuestra empresa cuenta con años de experiencia como subcontrata de todo tipo de servicios telefónicos, y es líder en externalizar actividad a otros países donde paga sueldos aún más bajos. Garantizamos un 100% de plantilla en todo momento, pues aunque despedimos con facilidad (y al que no despedimos se acaba marchando por no aguantar más), contamos con una enorme reserva de paradas y parados dispuestos.

(Tome aire, pero mantenga la sonrisa)

¿Sigue ahí, señor o señora...?

Quería aprovechar también para pedirle disculpas por las veces en que le molesto en horarios incordiantes, le doy un mal servicio, no resuelvo su consulta, le escondo el precio final o le vendo motos. Sepa usted que nuestra empresa prima la cantidad de llamadas antes que la calidad de las mismas, y que la rotación, el ritmo de trabajo y la poca formación deterioran un servicio que si no es aún peor es por el empeño que ponemos las trabajadoras y trabajadores. Nuestra empresa quiere también agradecerle que descargue su enfado conmigo, pues entre mis funciones está hacer de pantalla y poner la cara para las bofetadas que no reciben los directivos.

No se retire todavía, por favor, estamos a punto de terminar. A continuación voy a pasarle con el departamento de renovaciones, donde una compañera “retenedora” le informará de las tretas que se ve obligada a utilizar para impedir que los clientes se den de baja, de cuyo éxito o fracaso dependen sus ingresos. Le pasaré también con un compañero del departamento comercial que le contará cómo vende alarmas de hogar metiendo miedo a los clientes, pues entre nuestras funciones también a veces está engañar, aprovecharnos de los débiles y guardarnos escrúpulos y principios éticos si queremos cobrar a final de mes.

Por último, me gustaría informarle de que, pese a ser un sector que pareciera expresamente diseñado para hacer imposible la lucha colectiva, las trabajadoras y trabajadores no nos rendimos, y muchas de nosotras hicimos huelga ayer. Le ruego disculpas si no pudo ser atendido y se quedó escuchando esa odiosa musiquilla de espera en bucle, o fue desviado a un call center en otro país, pero nuestros operadores estaban haciendo huelga. Colgamos los cascos.

Gracias por su colaboración, tenga un buen día.“