Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Nos toman por tontos

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. EFE

Rodolfo Irago

Los líderes políticos españoles llevan dando vueltas en la misma rotonda desde hace cuatro años sin que nadie encuentre una salida y nos tienen atrapados a todos los demás en este tiovivo infernal.

No nos engañemos: los políticos siempre han jugado con las palabras y siempre han pensado que a los ciudadanos es mejor no decirles toda la verdad. Eso no es cosa de la nueva política; ahora bien, lo de estas últimas semanas está superando todos los límites.

Vivimos en el bloqueo permanente y lo peor es que nos toman por tontos. Ciudadanos queriendo los votos de la ultraderecha pero sin que se note; el PSOE de Sánchez calificando ahora de honorables a los socialistas a los que llamaban traidores hace tres años por abstenerse ante Rajoy; Casado olvidándose de que dijo que no impediría un gobierno del PSOE si se daban las circunstancias que ahora tenemos; Podemos intentando darle un barniz de dignidad herida a una estrategia legítima pero que pasa pura y simplemente por conseguir ministerios, porque creen que se juegan su futuro; y Vox, a lo suyo, soltando su veneno político contra los colectivos más desprotegidos.

Pasan las semanas y nadie hace su trabajo. Sánchez e Iglesias se han reunido cinco veces y realmente no se han movido ni un milímetro de sus posiciones. Todo lo que dicen o hacen estos días es para ganar el relato. Los dos han ido tan lejos en sus planteamientos: el líder del PSOE diciendo que no puede dirigir un cogobierno y el dirigente de Podemos jugándoselo todo a entrar en el Ejecutivo que para evitar unas nuevas elecciones, uno de los dos tendría que tragarse un sapo enorme y enterrar su ya escasa credibilidad.

Por la derecha, el sainete también es bochornoso. Ver al PP y a Ciudadanos pendientes de la última ocurrencia de Rocío Monasterio o Espinosa de los Monteros es vergonzoso. Casado y Rivera han aceptado entrar en el juego con los ultras y esa sombra les va a perseguir toda la legislatura.

Ciudadanos está viviendo bajo una tormenta perfecta y tiene que ser consciente de que sus decisiones políticas, como la de apoyarse en Vox, tienen consecuencias. El boicot que sufrió en la manifestación del Orgullo fue lamentable y condenable y no me hacen falta informes policiales porque estaba al lado, pero su reacción es siempre tan exagerada y desaforada que muchas veces pierde la razón. Si por Rivera o Arrimadas fuera, estaríamos viviendo permanentemente en el día de la infamia y, por suerte, los ciudadanos están muy por encima del nivel medio de nuestros políticos.

Etiquetas
stats