Grecia vive una tragedia. Los dioses de Europa no quieren dejarles decidir su destino. El domingo los griegos tienen la oportunidad de votar cómo les gustaría que fuera su futuro, ya que no les han dejado decidir cómo es su presente; pero ni Merkel ni el Banco Central Europeo ni los sensibles mercados quieren permitirles escapar a la austeridad criminal que les han impuesto. Les amenazan con represalias si osan desafiarles votando a Syriza, que ha propuesto oponerse al 'austericidio' y renegociar la deuda griega. Les amenazan con las mismas represalias que ya están sufriendo. Si no quieres que te siga pegando, déjame que te siga pegando. No les dejan salida. Les han llevado al borde de un precipicio y en lugar de dejarles darse la vuelta les dicen que tienen que seguir caminando.
Dos son las amenazas de la Europa de los mercados y la de Merkel si votan a la formación de Alexis Tsipras: cortarles el grifo del crédito y sacarles del euro. Pero este chantaje tiene mucho de fanfarronada preventiva. Por varias razones. Primera, como en la propia Alemania se dice, Europa podría soportar la salida de Grecia del euro sin que haya efecto contagio. Al fin y a la cabo, la economía griega es solo el 2% del PIB europeo. Pero por otro lado, a la UE le da miedo que los mercados se alteren, los pobres, si Grecia cae, así que no les conviene agitar demasiado el avispero. No les conviene remover demasiado a Grecia para no liarnos más de lo que estamos. Si lo que quieren, además, es cobrar la deuda griega, empobrecerles más aún es justo lo contrario de lo que deben hacer. Merkel va de farol, ha llegado la hora de que alguien le plante cara.
El IV Reich financiero alemán está dispuesto a tirar a los ciudadanos del sur por la borda con tal de cobrar la deuda de sus bancos. Pues ha llegado el momento de que le recordemos a Alemania todas las deudas que Europa le ha perdonado. Efectivamente, el famoso milagro alemán se debe también a que ha sido el país al que más quitas de la deuda se le han hecho en el siglo pasado. La deuda de la Gran Guerra quedó reducida a la mitad en 1930. En 1931 y 1932, para paliar la crisis mundial, Estados Unidos condonó las deudas de guerra de Reino Unido y Francia, que, a su vez, se la perdonaron a Alemania. Así que en 1932 se le había perdonado el 98% de lo que debía por haber puesto Europa patas arriba, y, en el 39, Hitler canceló los pagos que quedaban pendientes.
En la Segunda Guerra Mundial ocurrió tres cuartos de lo mismo. En el Tratado de Londres de 1953, el deseo de tener una Alemania fuerte frente al bloque soviético convenció a 20 países de perdonarles un 62% de la deuda por intentar destruir el planeta. Entre esas naciones estaban Grecia y España. Más tarde, con la unificación de las dos Alemanias en 1990, Helmut Kohl se negó a pagar parte de lo que quedaba y Europa transigió generosamente. Grecia jamás obtuvo indemnización por la destrucción y saqueo de las arcas de su país a manos del nazismo. Algunos economistas han hecho el cálculo de cuánto le debería Alemania a Grecia hoy con los intereses acumulados: 575.000 millones de dólares. Más que suficiente para saldar las deudas con la UE que están ahogando a los griegos.
¿Quién debe a quién entonces? Las deudas se pueden negociar, perdonar, reducir, quien diga lo contrario miente. Se hizo con Alemania para que los alemanes pudieran salir adelante, que no nos venga la señora Merkel con lecciones morales, que ya hemos tenido suficiente superioridad moral alemana. Se tiene que hacer con los países del sur que lo necesitamos. Se tiene que hacer con Grecia y se tiene que dejar votar a los griegos con libertad. No se puede permitir que la cuna de la democracia se convierta en la tumba de la democracia.
Javier Gallego es director de Carne Cruda. Escucha el programa todos los martes y jueves a las 12:00 en www.carnecruda.es Javier Gallego es director de Carne Cruda. Escucha el programa todos los martes y jueves a las 12:00 en www.carnecruda.eswww.carnecruda.es