Varios simpatizantes y políticos de UPyD me han criticado esta semana por mi artículo titulado PP, PSOE y UPyD, a favor del linchamiento de Vulcano, publicado en esta Zona Crítica con motivo de la celebración anual en Tordesillas del Toro de la Vega. En el artículo me hacía eco del Manifiesto a favor del Toro de la Vega impulsado por un profesor llamado Miguel Ángel Quintana, que es miembro del Consejo Político Nacional de UPyD y en 2011 fue el candidato nº 1 de esta formación a las Cortes de Castilla y León por Salamanca. A pesar de ostentar tales responsabilidades en UPyD, esos simpatizantes y políticos de UPyD me reprochaban que yo identificara la postura de UPyD al respecto del Toro de la Vega con lo que ellos insistían en calificar como mera postura personal del tal Quintana, el de UPyD. Me acusaron de manipuladora, de mentirosa, de demagoga. Me instaron incluso a retirar el titular de mi artículo.
Pues bien, aquí tenemos hoy la postura de UPyD sobre la tauromaquia y los festejos taurinos. El grupo de Rosa Díez ha presentado esta misma semana una enmienda a la totalidad de la ILP taurina, debatida el pasado julio en el Congreso, con un texto alternativo que va mucho más allá de lo que pretende la propia ILP. Si la ILP taurina es una “Proposición de Ley para la regulación de la fiesta de los toros como Bien de Interés Cultural (BIC)” a nivel nacional, la enmienda a la totalidad de UPyD es una “Proposición de Ley para el reconocimiento de la fiesta de los toros, de los festejos taurinos populares y la tauromaquia en general como Patrimonio Cultural Inmaterial Español”. Es decir, frente a los problemas competenciales con los que se encontró la ILP taurina, dado que las competencias sobre la materia están transferidas a las Comunidades Autónomas, UPyD propone que la tauromaquia sea protegida a través de competencias estatales, dado que, según la Constitución, la defensa del Patrimonio Cultural Inmaterial es competencia exclusiva del Estado.
Queda demostrado que UPyD defiende la crueldad y el maltrato a los animales inherente a la tauromaquia, es decir, no solo a las corridas de toros sino a todos los espectáculos y festejos populares en los que el toro es –involuntario- protagonista. Queda demostrado, por tanto, que UPyD defiende también el Toro de la Vega, que se rige por el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Castilla y León, y que el propio José Antonio González Poncela, alcalde de Tordesillas por el PSOE, ha insistido estos días en inscribir, como no podía ser de otra forma, en el marco de la tauromaquia, precisamente para que ni siquiera esos taurófilos que van de puristas intenten (con poco éxito, todo hay que decirlo) desligarse de su crueldad.
Queda demostrado, pues, cuál es la postura de UPyD frente al linchamiento de Vulcano, cuál es su ética frente al maltrato a los animales: “No estamos en este momento”, dice el texto de su enmienda, “en situación de barruntar cómo evolucionará nuestra sensibilidad social hacia la fiesta de los toros, que tiene un fuerte componente ancestral no exento de violencia y, por lo tanto, si pervivirá o no en un futuro y de qué forma lo hará. Esto dependerá de que se mantenga la afición popular”. El texto incurre, por un lado, en la falsedad de afirmar que no se sabe cuál es la sensibilidad social frente a, por ejemplo, el Toro de la Vega, que es rechazado masivamente por la sociedad. Pero además se muestra de acuerdo en que la pervivencia de una práctica que se reconoce violenta dependa de que conserve la afición por ella. No de que una sociedad, y en particular los políticos que la representan, aspire a su evolución moral, sino de que haya aficionados a la violencia que impongan sus inaceptables gustos. Esa es la ética de UPyD.
Por otra parte, queda demostrado que UPyD, en su delirio españolista, en su rencor anticatalanista, pretende que la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial impida en otras Comunidades Autónomas futuras prohibiciones como la que dictó en 2010 el Parlament de Cataluña. La de UPyD, sin embargo, es una aspiración ciega, y perseguida por medio de intoxicar a la opinión pública con palabras como blindaje, dado que no hay base jurídica alguna para entender que la protección como patrimonio inmaterial pudiera suponer que los distintos parlamentos autonómicos dictaran las normas al respecto que consideraran oportunas. De hecho, en las jornadas de debate en el Congreso para tomar en consideración la IPL taurina ninguno de los comparecientes que la defendieron fue capaz de responder a la pregunta del diputado de Izquierda Plural Chesús Yuste sobre si la declaración de BIC blindaría la tauromaquia hasta el punto de que no se pudiera prohibir en otras Comunidades.
Que UPyD defienda la tauromaquia no es nuevo. Basta recordar que dos de las caras más conocidas de entre sus promotores han sido Fernando Savater y Albert Boadella, empedernidos defensores de la tortura de los toros en las plazas y de todas las salvajadas de que son víctimas en los festejos populares. Ni es casualidad, pues, que un miembro de su Consejo Político Nacional haya impulsado el Manifiesto a favor del Toro de la Vega. Solo que en este, como en casi todos los asuntos de interés político, UPyD juega al despiste para atraer votantes desorientados. Hasta que se le ve todo el plumero, como ha sucedido con este texto de la enmienda a la ILP taurina.
Miente en él UPyD, además, cuando se manifiesta en contra de las subvenciones a la tauromaquia. En este sentido, la plataforma La Tortura No Es Cultura (LTNEC), que reúne a las principales organizaciones del Estado en defensa de los animales, alerta a los ciudadanos sobre las consecuencias económicas que conllevaría declarar PCI la tauromaquia: “Básicamente supondría más fondos públicos para la tauromaquia, incluido para la protección de festejos como el Toro de la Vega y el adoctrinamiento de jóvenes y menores en las ”virtudes“ de torturar y matar a un animal por entretenimiento”, afirma Marta Esteban, presidenta de la Plataforma. La participación de menores en los festejos y corridas de toros ha sido enérgicamente desaconsejada en una carta presentada recientemente en el Congreso firmada por 140 científicos y académicos del todo el mundo . Los fondos públicos y a la formación de jóvenes a los que se refiere Esteban procederían de los presupuestos destinados al Plan Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial , que, en su Artículo 3.3, determinada las obligadas medidas de protección y promoción del mismo. Por otro lado, en el caso de que declarasen PIC la tauromaquia PCI, el Estado tendría que cumplir con el Convenio de Protección del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO, cuyos artículos 13 y 14 obligan a un compromiso también económicamente gravoso. “Todo esto supondría nuevas cantidades ingentes de fondos públicos a la tauromaquia, aparte de los que ya reciben mediante los ayuntamientos y las ayudas europeas a la ganadería de lidia (PAC), que en el último recuento se han calculado en unos 600 millones de Euros. Una verdadera vergüenza ante el necesitado pueblo español y ante el mundo”, denuncia Esteban.
El PP, por su parte, podría estar preparando enmiendas parciales en línea con el planteamiento de UPyD. Tres parecen ser sus principales objetivos: resolver el atolladero competencial en el que se encuentra la ILP taurina para declarar BIC la tauromaquia; ahorrarse dinero, pues el PCI supone menos subvenciones obligadas que el BIC; y engañar a los taurinos con la promesa de llegar a la UNESCO y que ésta declare la tauromaquia Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, algo que no va a suceder, básicamente porque a la humanidad, fuera del polvo de la vega tordesillana y más allá de los despachos de políticos inmorales como los de PP y UPyD, le horroriza en general el sangriento espectáculo que ellos defienden.
En cuanto al PSOE, en su línea: peleándose en casa porque Rubalcaba y algunos andaluces no dan su brazo a torcer frente al asunto de los toros. Y absteniéndose por ahí. Un bochorno.