A las urnas con desgana
Qué decepción. Primer día de campaña catalana, y la artillería pesada sin llegar. “El sondeo de Mas le da mayoría absoluta... pero el CIS la tumba”, es toda la potencia de fuego que presenta ABC en una portada sin fu ni fa. No va mucho más allá La Razón, cuya primera de aliño grita: “La verdadera Cataluña”. Como acompañamiento, un epígrafe que anuncia “Lo que preocupa a los catalanes según la encuesta del CIS”. Sigue una enumeración en tipografía decreciente: “Paro 59%, Economía 11,4%, Financiación, 7,9%; Sanidad 5,7%, Autogobierno 5,6%”.
En lo que se rascan la coronilla tratando de interpretar el galimatías, llegamos a los editoriales, que también amagan pero no dan. “No es una campaña cualquiera”, encabeza la pieza el amanuense de Marhuenda. Prometedor, pero todo se queda en un desganado toque a rebato a un puñado de abstencionistas: “Es preciso hacer un llamamiento a la participación en las urnas de ese seis por ciento de la población de Cataluña que vota en las elecciones generales, pero se abstiene en las autonómicas. La importancia del desafío lo merece”.
Con una migaja más de entusiasmo, el editorialista del vetusto diario manda recado a los afectos a la causa y, en el mismo viaje, les muestra las siglas buenas, no sea que se equivoquen: “La incertidumbre sigue siendo la movilización del electorado abstencionista, que no es nacionalista y cuya captación incumbe especialmente al PP, como partido en el Gobierno de la nación, que debe ser el que transmita seguridad y firmeza frente al desafío soberanista que, contra la Constitución, contra Europa, contra la economía y contra el sentido común”. Algo es algo.
Es de esperar que suba el octanaje conforme se acerque el 25-N. Mientras, pueden engañar el hambre con las sobras de la sesuda literatura producida en el kiosco diestro tras la reelección de Obama. A Federico Jiménez Losantos no termina de pasársele el escozor. “Para muchos, Obama es un rojo antiguo y un islamista disfrazado. Para mí es peor: un pijiprogre demasiado parecido a Zapatero en su primera legislatura”, se desahoga en El Mundo. Y como si estuviera haciendo oposiciones para la Fox, remata tal que así la descarga: “Con Obama gana la política de cuotas o sobornos sociales y pierde la idea nacional, cívica, el verdadero sueño americano”. Si lo sabrá él, que es de Teruel, Massachusetts.
Para nota, el cabreo que exhibe en La Razón el ideólogo de FAES José María Marco, que ni se molesta en quitarse la caperuza: “A Obama le han vuelto a votar los afroamericanos, los hispanos, los jóvenes (menos), una parte importante de las mujeres, los sindicalistas, funcionarios y asimilados, así como los profesionales (más o menos «minoritarios») de ambas orillas continentales. Es, como se ha dicho, la América de las minorías, y deja atrás a la América blanca, protestante (y masculina) de antes”. Es que ya se le deja votar a cualquiera, qué vergüenza.
Como premio por haber llegado hasta esta línea pese a la flojera del material del día, un entrecomillado del guardián de las esencias económicas de Libertad Digital, José T. Raga. Está que fuma en pipa desde que se ha enterado de que un siglo de estos el Gobierno de Rajoy piensa hacer algo para frenar los desahucios. Hasta ahí podíamos llegar. El que no pague, a la puñetera calle: “Lo que no podemos es destrozar los principios del Derecho, aunque les tengamos poco respeto. Y un principio inamovible del Derecho es que el acreedor tiene derecho a cobrar y el deudor tiene la obligación de pagar; de no hacerlo, deben producirse las consecuencias del incumplimiento”.