Llaman a tu puerta. Abres. La policía. ¿Carlos? Sí, soy yo. Estás detenido. Pero qué he hecho. Protestar contra los desahucios en la Junta Municipal del Distrito de Moratalaz en Madrid. Diecinueve escenas como esta se produjeron el martes a primera hora, como en época franquista. Alguno de los detenidos no estaba y le han llamado por teléfono para que se presente en comisaría, acusado por el artículo 505 del Código Penal, que inculpa a quienes “perturben de forma grave el orden de sus plenos [...] o causen desordenes que tengan por objeto manifestar el apoyo a organizaciones o grupos terroristas”. Ya lo dijo Cifuentes (la “demócrata” que quiere ser presidenta de Madrid), son “filoetarras” y sus protestas, “kale borroka”. Activistas contra los desahucios, terroristas.
Al mismo tiempo, el Ayuntamiento madrileño prohibía tocar a Soziedad Alkoholika por enésima vez, alegando que la AVT les llevó a juicio por humillar a las víctimas, que podría haber altercados, que hay grupos de otras ideologías que se oponen al concierto y que en sus letras “recogen opiniones con excesos verbales, hirientes y desafortunados”. Aparte de que “desafortunado” es un concepto subjetivo, si todos los excesos verbales e hirientes fueran objeto de prohibición, habría que prohibir hasta el Congreso. Como nos contó el guitarrista de la banda, jamás ha habido altercados en sus 800 conciertos y S.A. fueron absueltos en la Audiencia Nacional y la sentencia ratificada por el Tribunal Supremo. Pero son vascos y sus letras extremas, lo que les convierte en proetarras, aunque hayan manifestado su oposición a la violencia. Ahora, si quieres organizar un concierto nazi, no hay problema. Pero si eres un grupo de rock radical vasco, eres terrorista.
También puede serlo la periodista vasca Iraitz Salegi, que se enfrenta a un juicio y una posible pena de 18 meses de cárcel por apología del terrorismo. Su crimen, cubrir un festival organizado por una asociación juvenil abertzale de Orduña, sobre el que informó hasta la ETB. Pero ella cometió el error, según el juez Velasco, de subir a la página de su medio, topatu.info, los vídeos del acto, en los que se recordó a dirigentes etarras tan nefandos como Thierry y se criticó la política penitenciaria. El delito no lo comete quien informa sino quien enaltece a terroristas. El juez mata al mensajero, persigue a la periodista porque trabaja para un medio alternativo implicado con luchas sociales feministas, anticapitalistas y, sí, cercanas a la izquierda abertzale. Pero eso no es delito. ¿O sí? Periodismo vasco de izquierdas y nacionalista, terrorismo.
Otra mujer, Raquel Tenías, responsable de Relaciones con los Movimientos Sociales de IU en Aragón, también afronta una pena de hasta 4 años por “resistencia a la autoridad” en las Marchas de la Dignidad del 22M, en las que fue detenida. Conozco a Raquel, le hice una entrevista tras su detención. Es menuda, delgadita y madre de un niño de doce años. Es imposible que pudiese resistirse a uno solo de esos antidisturbios pertrechados con armadura y es difícil imaginarla lanzando piedras desaforada. Ella me aseguró (y sus compañeros de partido que la acompañaban lo corroboran) que una estampida le pilló por medio cuando volvía andando a su autobús, y se encontró en el suelo sujetada por varios policías. La retuvieron durante más de dos días incomunicada y, según su testimonio, sometida a desprecios, vejaciones y maltratos, como cuentan también el resto de los detenidos. Manifestante izquierdista, terrorista.
Diecinueve activistas, un grupo de música, una manifestante y una periodista: el Gobierno del PP y el aparato no han dejado un resquicio a la disidencia. El que protesta, el que se opone, el que opina, el que informa, todos sospechosos, todos presuntos criminales, todos supuestos terroristas. Y a final de mes llegará la ley mordaza, a la que esta semana da su visto bueno el Senado, para legalizar la represión que el Gobierno ya practica. Entonces será legal el Estado policial, la policía será el juez de las calles y podrá sancionarte por vía administrativa sin necesidad de un tribunal. Entonces tendrá impunidad, porque podrá prohibirte difundir las imágenes de sus palizas con la excusa de que atentan contra su seguridad. Entonces serán delito las manifestaciones alrededor de las cámaras legislativas y las concentraciones espontáneas. Será ilegal el 15M, Rodea el Congreso, los escraches y todas las nuevas formas de protesta. Estamos volviendo a la época de la patada policial en la puerta.
Así quiere ganar el PP las elecciones, demostrando a sus votantes que es ese partido de orden y mando capaz de retorcer las leyes si hace falta y de imponer la mano dura para acabar con las hordas subversivas que amenazan la paz social. O estás con el sistema o estás contra ellos y, si estás contra ellos, puedes ser terrorista, como dice la reforma del Código Penal que ha firmado el bipartidismo PPSOE para guardarle las espaldas al orden establecido. Contra ETA, contra la ciudadanía informada y crítica, contra la protesta, el PP y el sistema viven mejor. Tenga cuidado al difundir estas ideas. Usted puede ser un terrorista.
Javier Gallego es director de Carne Cruda. Puedes escuchar el programa todos los martes y jueves, a partir de las 12:00, en www.carnecruda.es. Hoy entrevista a Julián Hernández, de Siniestro Total, que presenta su primera novela.www.carnecruda.es