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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

La vida antes de Rajoy

Llevamos cuatro años ocupados casi exclusivamente de la política. Máxime ahora que todavía no sabemos quién gobernará Cataluña, ni España. Una época en la que se han producido cambios con decisiva influencia en nuestra forma de vivir y expectativas de futuro. La crisis no empezó con Rajoy, aunque siempre estuvo allí en algún puesto de responsabilidad. Los recortes que ha practicado sí nos la han hecho sentir en toda su crudeza. Rajoy, el hombre gris, y su partido han modelado España a su gusto. Aunque no al de todos, de ahí el nacimiento de fuerzas políticas que han alterado el pacífico mapa que se repartían entre PP y PSOE.

Lo que llamaron crisis empezó a hacerse sentir en España en 2009 y se afianzó en 2010, dos años después del derrumbe del sistema financiero internacional. Estrenábamos por estos días de enero la presidencia de turno de la UE y empezaba a declinar “la estrella del euro”, como llamaban a nuestro país comandando por Zapatero–The Economist, por ejemplo, portavoz sólido de la economía liberal-. Habíamos llegado a crecer un 4,1% en el primer trimestre de 2007, y a crear, en la primera legislatura del PSOE, 3 millones de empleos. Inflados por la burbuja inmobiliaria que venía ya grandiosa de manos del PP de Aznar. Pero la crisis exterior y su propio peso descomunal la pinchó, nos estalló en la cara y el número de parados ascendía en aquel enero de hace 6 años a la insostenible cifra de 3.923.603 personas. Paradojas de la vida, hoy son 4.093.508 en exultante recuperación (del desempleo que alcanzó el récord en la legislatura de Rajoy). Hay 13 millones y medio de personas en el umbral de la pobreza, han emigrado más de dos millones de españoles, y somos líderes de la desigualdad social en Europa con Bulgaria y Chipre. Nosotros en notable aumento.

Tiempos aquellos, los de 2010. Rodrigo Rato, entraba a dirigir Caja Madrid, en enero. Casa matriz de Bankia que junto con otras entidades colegas nos costó una fortuna. El fiscal andaba pidiendo prisión para Jaume Matas eludible bajo fianza de tres millones de euros. Terminaría siendo condenado a seis años de cárcel que el Tribunal Supremo convirtió en 9 meses. Las vueltas que da la vida: a partir de este mismo lunes le veremos de nuevo en el banquillo, dado que será uno de los primeros convocados a declarar en el caso Noos.

Nos preguntábamos hace 6 años, si Matas podría hacer frente a tan elevada fianza, disponiendo solo de 0,60 euros diarios como declaró a Hacienda. Menos mal que el Banco de Valencia acudió en su ayuda. Y en la de otros, la verdad. El magnánimo banco quebró después y lo compró por 1 euro la Caixa. Tampoco fue la única entidad agracidada con esta fortuna. La CAM, Caja de Ahorros del Mediterráneo, también fue vendida por 1 euro al Banco de Sabadell. Sí, esa entidad presidida por Josep Oliu, el mismo que pidió un “Podemos de derechas” en junio de 2014. Y se hizo la luz y creció Ciudadanos que llevaba nueve años en hibernación. Y no deja de ser paradójico que la conjura se hiciera en una conferencia titulada: “Mujer y liderazgo”. El concepto de 'igualdad' de la formación de Rivera le restó votos.

Enero de 2010. El presidente de la gran patronal española, CEOE, Gerardo Díaz Ferrán se encontraba en problemas. Por cobrar y no pagar. Amigo de sus amigos, regaló el dinero que no tenía a loables apoyos políticos. Como Fundescam, a quien tanto debe su “cojonuda” amiga, Esperanza Aguirre. Los más grandes bancos facilitaban créditos a Díaz Ferrán que no daban a otros. Convicto de varios delitos, este jueves ha salido de la cárcel para responder en un nuevo juicio por apropiarse de 4,4 millones de euros de clientes de la agencia de viajes Marsans.

En 2010 se iniciaba la persecución a la que fue sometido el juez Baltasar Garzón enfrentado a tres juicios por su gestión, en un caso insólito en la historia judicial por múltiples factores. Encausado por la denuncia de Francisco Correa, el presunto cabecilla de la Gürtel, y por herederos del franquismo, acabaría inhabilitado. El único, aún, por la gran trama de corrupción vinculada al PP, y el único por la larga dictadura padecida en este país al, paradójicamente, intentar imponer un poco de justicia.

El 6 de enero, Juantxo López de Uralde, presidente entonces de Greenpeace España, salía de cárcel después de 20 días recluido en Dinamarca. Había irrumpido -en protesta pacífica- en la Cumbre del Clima de Copenhague, diciendo: “los políticos hablan, los líderes actúan”. Fundador de EQUO, hoy es diputado por Álava como independiente en las listas de Podemos.

El Madrid de Ana Botella se llenaba de basuras por su mala –o buena- cabeza en los contratos con importantes multinacionales, como FCC, OHL, ACS o Ferrovial, cuyos extremos todavía padece la capital. Y el PP, en pleno, hacía campaña contra el IVA que subía Zapatero. Llamando a la insumisión ciudadana.

La mayoría de los españoles éramos ya más pobres y más austeros, aunque casi todos nos cambiaríamos por aquellos días. Casi todos. Las grandes fortunas españolas obtuvieron un 27% más de ganancias que el año anterior, lo que en su rico estatus vital equivalía a 6.800 millones de euros. Y así, aumentado beneficios, han seguido.

La Unión Europa estaba creciendo tras permanecer varios años en la UE15. Se abrió al Este hasta congregar a 28 países, evidenciado las diferentes historias vividas. Hoy varios de ellos, como Hungría y Polonia, tienen gobiernos de extrema derecha. Aunque tampoco son los únicos, ni parece lo serán en el futuro como no se imponga la cordura.

Cada hora, un empresario europeo o norteamericano contrataba obreros chinos para pagarles dos euros diarios de salario y vender lo que fabrican en sus respectivos países y a precio acorde con sus respectivos países. Las ventajas de la globalización. Todavía nos pagan más en España. A ellos también. La espiral de la explotación siempre tiene alguien a la cola.

La bolsa china se hunde estos días. Y voces sabias –como la del gran especulador George Soros que tanto sabe de esto- nos anuncian el nuevo previsible despeñe de la economía mundial. En aquellos días de los que hablamos fue cuando los poderes decidieron que, en lugar de refundar el capitalismo -como habían prometido-, nos refundaban a los ciudadanos para que pagásemos las facturas de sus estropicios.

Borja Echevarría publicaba una exclusiva en El País sobre venta de órganos humanos en China. Por un hígado de contrabando se pagaban 130.00 euros. Como él, muchos otros periodistas no trabajan ya en este medio. O en otros. Son tiempos de mucha movilidad. Las principales cabeceras han cambiado a su director, la crisis de gestión hace estragos y exige tributos. Y ya no se habla de ese contrabando en China, la gran cruzada es Venezuela. La televisión pública estatal, TVE, gozaba de uno de sus no muy frecuentes períodos de respeto por la información, ahora es modelo de manipulación: la mayor y más burda desde la Transición. Otro hecho reseñable es que no había tertulias políticas de espectáculo televisivo, cuando hoy poseen marcada influencia.

Ada Colau acababa de fundar la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Alcaldesa de Barcelona hoy, es uno de los valores que se cita como fundamental en la izquierda europea.

Bajo una calma densa, la gente se agolpaba en conferencias, como las de ATTAC, pidiendo cambios. Queriendo participar en su logro. Y terminamos por salir a la calle. Un 15 de Mayo. Y todas las 'mareas' de servicios agraviados. Y los profesores, de la Universidad. Y luego a las urnas, y a las instituciones.

El papa Ratzinger se retiró a sus aposentes. Y llegó Francisco con bríos de regeneración. Al rey Juan Carlos le retiraron los acontecimientos. Su hijo, Felipe VI, camina piano, piano, para no notarse. No por renovador. Élites de toda la vida amarillean en bilis por la España que ha elegido la gente. A pesar de sus feroces zancadillas. Hay quien aguanta la tempestad.

¿Qué me dicen de pactos? ¿Qué, de gobiernos continuistas? Todo lo que quieren saber los empecinados, se lo han grabado en el cerebro. O bajo el cuero cabelludo. Mejor mirar en perspectiva a ver si se evita seguir por la misma senda porque, en ese caso, será la historia interminable. El presente y el futuro suelen arrancar de páginas escritas con anterioridad. Hay vida sin Rajoy, de hecho sin él y sus replicantes es cuando existe alguna posibilidad más.