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“Los Alfaques”,11 de julio de 1978 Vs “Fonda Milagros”,1 de octubre 2023

Damián Francisco Paredes

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Fue el día que el Camping de “Los Alfaques” en San Carlos de la Rápita se hizo tristemente famoso y portada en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales, 273 muertes, consecuencia de un camión cisterna que transportaba propileno (gas altamente inflamable), por cierto que su conductor, también víctima de la explosión era murciano, explotó cuando circulaba por la carretera nacional N340, con un itinerario previsto que pasaba por el mismo centro urbano de ciudades como Castellón, Sagunto, Valencia y Alicante y otras menos pobladas como Vil-laseca, Cambrils, SAN CARLOS DE LA RAPITA, Ondara, Gata de Gorgos, Villajoyosa, Campello y Alicante, incluyendo su paseo marítimo entre el Mar y su Paseo o Avenida Principal.

En el ámbito de los transportistas, desde los empresarios a conductores y otros interesados en el tema conocían las “barbaridades” a que estaban expuestos no solo los conductores y los manipuladores de la carga y descarga de estas “bombas volantes” que eran las cisternas de gases derivados del petróleo, y no menor el peligro para la población en general que ajena al peligro convivían con él, por su proximidad al compartir las mismas calles por las que circulaban como peatones u otros usuarios, o por la cercanía del itinerario a centros de ocio o expansión.

Jornadas maratonianas de conducción, “no corras…pero tienes que hacer cuatro viajes esta semana…”decían algunos empresarios a sus conductores sobrecargas muy por encima de lo establecido para los vehículos, conllevaba un potencial peligro, ausencia de ciertos sistemas de seguridad porque aumentaban el peso del vehículo y por tanto disminuían la capacidad de carga (cobraban por peso movido los transportistas), itinerarios de locura por el centro de poblaciones y grandes ciudades, vale como ejemplo Valencia y Gata de Gorgos u Ondara.

A pesar del conocimiento de esta situación por las autoridades responsables de la época, no hicieron nada relativo a la PREVENCIÓN de una desgracia como la de “Los Alfaques”, para que se pusieran al tajo y empezaran a tomar medidas A pesar que desde 1957 existe un acuerdo europeo (ADR) que regula el transporte de mercancías peligrosas por carretera y no es hasta 15 años después en 1972 la adhesión de España a este, que ni tan siquiera es un acuerdo sancionador.

A partir de este desgraciado accidente y sus 243 muerte y más de 300 heridos, fue cuando no se ha parado de regular y de VIGILAR SU CUMPLIMIENTO, con severas sanciones tanto a suministradores, transportistas como receptores y esto sí es un conjunto de medidas que suman a una política de PREVENCIÓN.

Y esto que parece un recuerdo no es otra cosa que la pura actualidad de lo que está pasando con demasiadas instalaciones de ocio multitudinario en lugares cerrados o grandes aglomeraciones al aire libre o ciertas actividades ciertamente y potencialmente peligrosas que los ayuntamientos y otras administraciones “no autorizan” pero tampoco “paralizan” impidiendo su actividad. Es muy cómodo y rentable, en algunos casos “mirar a otra parte”.

A ver si la desgracia ocurrida en Murcia en “Fonda Milagros” y “Teatre” hace que políticos responsables cumplan con su trabajo de hacer cumplir la ley, porque en los Alfaques no existía dicha regulación o era insuficiente, pero hoy en este caso sí la hay y bien clara, a ver si es verdad lo que dice el Alcalde Ballesta sobre “…descubrir a los responsables caiga quien caiga”.

Fue el día que el Camping de “Los Alfaques” en San Carlos de la Rápita se hizo tristemente famoso y portada en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales, 273 muertes, consecuencia de un camión cisterna que transportaba propileno (gas altamente inflamable), por cierto que su conductor, también víctima de la explosión era murciano, explotó cuando circulaba por la carretera nacional N340, con un itinerario previsto que pasaba por el mismo centro urbano de ciudades como Castellón, Sagunto, Valencia y Alicante y otras menos pobladas como Vil-laseca, Cambrils, SAN CARLOS DE LA RAPITA, Ondara, Gata de Gorgos, Villajoyosa, Campello y Alicante, incluyendo su paseo marítimo entre el Mar y su Paseo o Avenida Principal.

En el ámbito de los transportistas, desde los empresarios a conductores y otros interesados en el tema conocían las “barbaridades” a que estaban expuestos no solo los conductores y los manipuladores de la carga y descarga de estas “bombas volantes” que eran las cisternas de gases derivados del petróleo, y no menor el peligro para la población en general que ajena al peligro convivían con él, por su proximidad al compartir las mismas calles por las que circulaban como peatones u otros usuarios, o por la cercanía del itinerario a centros de ocio o expansión.