El círculo de empresarios y el amor al prójimo

El círculo de empresarios es una organización destinada al estudio económico y social que asesora a empresarios y emite recomendaciones a la administración del estado con el fin de conseguir un mayor bienestar para el país. Recientemente han dado a conocer algunas propuestas en ese sentido que han causado gran impacto social.

La primera impresión que uno tiene al leerlas es que recuerdan a aquellos consejos que nos daban nuestros padres para afrontar las dificultades con las que nos encontraríamos a lo largo de la vida y que terminaban con una frase emblemática, bastante común en todas las familias y que era “todo esto te lo digo por tu bien”.

Revisando algunas de ellas nos encontramos con la primera y más impactante como es que debería retrasarse la edad de jubilación puesto que de lo contrario el sistema de pensiones no sería sostenible al aumentar le esperanza de vida, en realidad habría que cambiar el concepto por expectativa de sufrimiento. La verdad es que desde el punto de vista de optimización de recursos el argumento es impecable ya que en esencia lo que propone es aproximar la edad de jubilación a la edad de fallecimiento, con el importante ahorro que esto supone, ahora bien desde el punto de vista de sensibilidad social deja bastante que desear.

Otra de las propuestas es controlar la subida salarial y abaratar el despido, lo que mejoraría la sostenibilidad de la empresa que es la que mantiene los puestos de trabajo, eso sí los despidos y las indemnizaciones millonarias de los ejecutivos de algunas de ellas quedarían fuera de la misma puesto que su cualificación no se puede cuantificar de la misma manera que la de un simple trabajador.

Por último en lo que se refiere a la vivienda abogan por aumentar la oferta de suelo público para aumentar el parque de las mismas y ofertarlas en condiciones asequibles a los ciudadanos. Entiendo que las empresas que las construyan no serán del grupo de “Constructoras sin fronteras” y por supuesto querrán obtener beneficios, haciendo muy cuestionable el acceso a las mismas en condiciones ventajosas. Si mal no recuerdo esta medida fue la responsable de la anterior burbuja inmobiliaria.

Entiendo que simplificar la explicación de unas medidas que son el resultado de estudios minuciosos realizados por expertos de alta cualificación podría calificarse de demagogia, por lo que habría que pensar que en realidad se mueven en un espectro diferente, es lo que se conoce como liberalismo o ultraliberalismo y que no es otra cosa que un capitalismo salvaje con una nueva nomenclatura, es decir que lo que antes llamábamos especulación hoy se denomina economía de mercado, o cuando se subvenciona con dinero público empresas privadas se trata de colaboración público privada y el enriquecimiento desproporcionado de algunas empresas se denomina optimización de resultados. Al final se trata de participar en una especie de juego en el que el ganador está predeterminado, intentando convencernos que es por nuestro bien.

Tampoco se trata de demonizar al empresariado en general puesto que en muchos casos lo pasan realmente mal para poder sostener sus empresas, pero consultando quienes configuran la dirección de ese círculo se trata de representantes de grandes empresas, generalmente ricos y sin los problemas de la mayoría de los empresarios del país.

Como es de suponer que la mayoría de los representantes de ese círculo de empresarios son creyentes, seguro que conocen la tabla de los diez mandamientos que Dios entrego a Moises y en uno de ellos hace referencia a que hay que amar al prójimo como a uno mismo. Yo me atrevería a decir que con que nos amasen un poco menos sería suficiente.

El círculo de empresarios es una organización destinada al estudio económico y social que asesora a empresarios y emite recomendaciones a la administración del estado con el fin de conseguir un mayor bienestar para el país. Recientemente han dado a conocer algunas propuestas en ese sentido que han causado gran impacto social.

La primera impresión que uno tiene al leerlas es que recuerdan a aquellos consejos que nos daban nuestros padres para afrontar las dificultades con las que nos encontraríamos a lo largo de la vida y que terminaban con una frase emblemática, bastante común en todas las familias y que era “todo esto te lo digo por tu bien”.