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El discurso del rey... Feijóo

Fermín López

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Hablar en público es una suerte de habilidad que no todo el mundo puede ni debe practicar. Las dos características (al menos) que debe reunir un buen orador son, el conocimiento profundo de lo que habla y la pasión que emplea en hacerlo. No confundamos Política con Oratoria, porque no tienen nada que ver. La Política es una suerte de trampantojo de la oratoria. Como muestra un botón. ¿Recordáis a Albert Rivera, el de Ciudadanos? pues eso, un tipo prefabricado en un laboratorio y al que no le hacía falta conocer absolutamente nada del tema del que hablaba. Lo mismo te utilizaba un ladrillo, que un silencio ruidoso cuando hablaba de Economía, de Derecho, de tecnología o de fútbol...y el tío salía airoso. Pues bien, aunque solo fuera para eso, también los fantasmas, los impostores o los muñecos teledirigidos, deben tener cierto conocimiento de lo que hablan para no quedar retratados por la Historia. En la película “El discurso del rey” de Tom Hooper, el Duque de York, que es tartamudo, consciente de sus limitaciones se hace ayudar por un experto en fonoaudiología para vencer sus problemas de oratoria y poder abordar los discursos propios de su cargo. Responsabilidad y liderazgo, se llaman, dos virtudes que ni tiene, ni han preocupado al candidato Feijóo. El nivel de desvergüenza que muestra cada día este individuo es tal, que resulta incomprensible para cualquier persona normal poder creer que es el líder de la oposición, el que está llamado a competir por la presidencia del gobierno. Lo que Feijóo y sus secuaces practican diariamente es el ensayo, error y mentira. Ensayo, porque improvisan con las cosas del comer, como la reforma de las pensiones. ¿Cómo se puede ir a Bruselas a bombardear una reforma pacífica y consensuada con la UE de las pensiones de tu país, y a la vez decir que tu alternativa a esto es la creación de empleo, para que haya más riqueza y por ende, menos impuestos, y voilà, arreglado el problema? Y lo dice un cenutrio sin experiencia, cuyo partido tiene el récord europeo de desempleo por metro cuadrado. ¿Cómo se puede decir en Bruselas, que añora la reforma de las pensiones de Francia, que tiene al país en barricadas? Eso no es tartamudear, es demoler el diálogo, la política y el sentido común. No todo vale. Ese es el ensayo y error. Al día siguiente, nos desayunan con la mentira: que la culpa la tenemos los que no hemos entendido lo que dijeron...vergüenza ajena es lo que siento. ¿Así que Sánchez rendía pleitesía a gobernantes autócratas en Latinoamérica...? ¿y el rey qué hacía, jugar a la petanca? A ver si de una puñetera vez, alguien del PP contesta a preguntas obligadas como... ¿a qué edad quieren que nos jubilemos los españoles, a los 67, a los 62...? ¿cómo garantizarían la revalorización de las pensiones con el IPC? ¿Cómo garantizarían la jubilación de los boomers en los próximos años? ¿Cómo dejarían las jubilaciones anticipada, parcial, o flexibles...?, si no es por la vía de los ingresos...¿de dónde sacarían ustedes los recursos para todo esto? ¿Por qué está usted, sr. Feijóo, en contra del reparto en España de los fondos Next Generations? ¿Cómo los repartiría usted? Lo cierto es que no me imagino a Feijóo negociando en Europa, ni yendo a China a ser recibido por el primer ministro, y no lo imagino, de un lado, porque solo habla gallego y mal, y de otro, porque tiene como espejos a Rajoy y Aznar, que no hablaban bien ni el castellano. Cada día rizan más el rizo, si cabe. Lo de la predicadora de youtube como maestra de ceremonias de la plañidera Ayuso, el estreñido Feijoo y el guiñol de Almeida, no tiene nombre y nos retrotrae a los tiempos de la Marbella de Gil y a la España del malogrado Gila. Pero esto será otro día...

Hablar en público es una suerte de habilidad que no todo el mundo puede ni debe practicar. Las dos características (al menos) que debe reunir un buen orador son, el conocimiento profundo de lo que habla y la pasión que emplea en hacerlo. No confundamos Política con Oratoria, porque no tienen nada que ver. La Política es una suerte de trampantojo de la oratoria. Como muestra un botón. ¿Recordáis a Albert Rivera, el de Ciudadanos? pues eso, un tipo prefabricado en un laboratorio y al que no le hacía falta conocer absolutamente nada del tema del que hablaba. Lo mismo te utilizaba un ladrillo, que un silencio ruidoso cuando hablaba de Economía, de Derecho, de tecnología o de fútbol...y el tío salía airoso. Pues bien, aunque solo fuera para eso, también los fantasmas, los impostores o los muñecos teledirigidos, deben tener cierto conocimiento de lo que hablan para no quedar retratados por la Historia. En la película “El discurso del rey” de Tom Hooper, el Duque de York, que es tartamudo, consciente de sus limitaciones se hace ayudar por un experto en fonoaudiología para vencer sus problemas de oratoria y poder abordar los discursos propios de su cargo. Responsabilidad y liderazgo, se llaman, dos virtudes que ni tiene, ni han preocupado al candidato Feijóo. El nivel de desvergüenza que muestra cada día este individuo es tal, que resulta incomprensible para cualquier persona normal poder creer que es el líder de la oposición, el que está llamado a competir por la presidencia del gobierno. Lo que Feijóo y sus secuaces practican diariamente es el ensayo, error y mentira. Ensayo, porque improvisan con las cosas del comer, como la reforma de las pensiones. ¿Cómo se puede ir a Bruselas a bombardear una reforma pacífica y consensuada con la UE de las pensiones de tu país, y a la vez decir que tu alternativa a esto es la creación de empleo, para que haya más riqueza y por ende, menos impuestos, y voilà, arreglado el problema? Y lo dice un cenutrio sin experiencia, cuyo partido tiene el récord europeo de desempleo por metro cuadrado. ¿Cómo se puede decir en Bruselas, que añora la reforma de las pensiones de Francia, que tiene al país en barricadas? Eso no es tartamudear, es demoler el diálogo, la política y el sentido común. No todo vale. Ese es el ensayo y error. Al día siguiente, nos desayunan con la mentira: que la culpa la tenemos los que no hemos entendido lo que dijeron...vergüenza ajena es lo que siento. ¿Así que Sánchez rendía pleitesía a gobernantes autócratas en Latinoamérica...? ¿y el rey qué hacía, jugar a la petanca? A ver si de una puñetera vez, alguien del PP contesta a preguntas obligadas como... ¿a qué edad quieren que nos jubilemos los españoles, a los 67, a los 62...? ¿cómo garantizarían la revalorización de las pensiones con el IPC? ¿Cómo garantizarían la jubilación de los boomers en los próximos años? ¿Cómo dejarían las jubilaciones anticipada, parcial, o flexibles...?, si no es por la vía de los ingresos...¿de dónde sacarían ustedes los recursos para todo esto? ¿Por qué está usted, sr. Feijóo, en contra del reparto en España de los fondos Next Generations? ¿Cómo los repartiría usted? Lo cierto es que no me imagino a Feijóo negociando en Europa, ni yendo a China a ser recibido por el primer ministro, y no lo imagino, de un lado, porque solo habla gallego y mal, y de otro, porque tiene como espejos a Rajoy y Aznar, que no hablaban bien ni el castellano. Cada día rizan más el rizo, si cabe. Lo de la predicadora de youtube como maestra de ceremonias de la plañidera Ayuso, el estreñido Feijoo y el guiñol de Almeida, no tiene nombre y nos retrotrae a los tiempos de la Marbella de Gil y a la España del malogrado Gila. Pero esto será otro día...