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¡No nos falléis Pedro y Pablo!

José Luis Úriz Iglesias

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Comienza un nuevo año en nuestro país (ponga aquí cada cual lo que desee) y lo hace con la ilusión, al menos para millones de progresistas, para las gentes de las diferentes izquierdas centrales y periféricas. Es el momento de echar a andar la experiencia histórica de un gobierno de esas izquierdas.

Manifiesto mi entusiasta apoyo condicional a esa nueva experiencia. Condicional, no incondicional, que lo será a medida que se vayan trasladando a la realidad lo puesto negro sobre blanco en esas 50 páginas del programa de gobierno.

Creo que pocas de las personas que se permiten estos días opinar sobre el documento se lo han leído y mucho menos estudiado y analizado hasta sus últimas consecuencias. Recomiendo que se haga para no frivolizar sobre cuestiones que figuran en él y tienen una relevancia fundamental para el futuro de nuestro plural país.

Se habla mucho de que a partir del próximo 7 viviremos una experiencia única y probablemente histórica. No solo porque el gobierno estará compuesto por dos partidos que representan las dos culturas clásicas de la izquierda, también porque va a tener que darse una estrecha colaboración con partidos nacionalistas, como PNV, ERC, o BNG, incluso Bildu.

Resulta evidente que la situación de supuesta debilidad de ese gobierno, que va a contar con 155 diputados de 350, va a obligar a un ejercicio de imaginación, audacia y generosidad inédito en nuestra democracia.

Ese proceso novedoso tendrá su primera prueba de fuego a la hora de sacar los presupuestos para este recién iniciado 2020.

A la hora de escribir estas líneas me exijo a mí mismo una inmensa dosis de optimismo, que me hace asegurar que el 7 habrá gobierno y que el 2020 dará a luz un primer presupuesto de ese gobierno.

No solo eso, además va a durar toda la legislatura. Lo complejo, lo tremendamente difícil era encajar las piezas que permitieran tener los apoyos suficientes. Una vez pasado ese escollo todo debe resultar más fácil, ya que para acabar con él se necesitaría poner en marcha una moción de censura que contara con apoyos incompatibles. ¿Alguien se imagina juntos a PP, Cs, VOX, Na + con ERC, Bildu, CUP o PNV?

Por eso este análisis parte de ambas certezas, que habrá gobierno de las izquierdas y que va a tener tiempo de poner en marcha las medidas contempladas en ese ilusionante acuerdo.

Una vez asegurado con contundencia ambas cuestiones, aquí debe ir una frase que se le lanzó a Zapatero cuando ganó sus segundas elecciones: “¡No nos falles!”. Esta vez va dirigida a PSOE y UP, a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

No nos falléis compañeros, porque el fracaso de esta experiencia llevaría a la izquierda a un largo tránsito por el desierto de la derrota y a millones de progresistas a tener que sufrir las consecuencias dramáticas de un gobierno de la derecha extrema y la extrema derecha.

Desde luego no nos falléis por torpezas infantiles fácilmente subsanables, o por choques insensatos de egos, o lo que sería peor por incompetencia o desidia. Menos aún por caer en errores cometidos por la izquierda en el pasado, cuando con el tiempo acabó encerrada en su torre de marfil alejada de su base social.

No nos falléis por no saber emplear la mano izquierda, la generosidad, la templanza. No, por no cultivar la comunicación, el diálogo, la negociación y el acuerdo. No, por ignorar a vuestra gente que os ha llevado ahí, por sucumbir a la presión de los poderosos, de aquí o de allí, no por el egoísmo partidista, menos aún por el clientelismo sectario.

Manejar para evitar fallarnos las técnicas heredadas de la primera Transición para poner en marcha realmente una necesaria e imprescindible segunda. Ser capaces de, sin tensionar al resto, acordar con la periferia, siempre en el marco legal. Buscar y encontrar en ese marco soluciones imaginativas, que las hay. Evitar dar argumentos fáciles a los poderosos enemigos que esperan ansiosos vuestro fracaso.

Funcionar siempre como un gobierno, no como dos sumados; con intereses comunes que ya tenéis negro sobre blanco. Porque ahora ese documento, las tareas que contempla son de todos, de todas y todos y de esa manera debe ponerse en la práctica, juntos.

Porque la suma de las siglas da la solución: PSOE, Unidas Podemos.

No nos falléis Pedro y Pablo, Pablo y Pedro. No hagáis fracasar la ilusión que el pasado lunes inundó a millones de ciudadanos y ciudadanas.

Entramos en un nuevo tiempo histórico y del mismo rango es vuestra responsabilidad.

NO NOS FALLÉIS.

Veremos...

Comienza un nuevo año en nuestro país (ponga aquí cada cual lo que desee) y lo hace con la ilusión, al menos para millones de progresistas, para las gentes de las diferentes izquierdas centrales y periféricas. Es el momento de echar a andar la experiencia histórica de un gobierno de esas izquierdas.

Manifiesto mi entusiasta apoyo condicional a esa nueva experiencia. Condicional, no incondicional, que lo será a medida que se vayan trasladando a la realidad lo puesto negro sobre blanco en esas 50 páginas del programa de gobierno.