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La gestión de la pandemia

Felipe Moreno Lorente | socio de elDiario.es

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El gobierno del Reino Unido ha establecido un ‘semáforo’ para los viajes al extranjero que se realicen a partir del 17 de mayo, con tres listas de colores: la ‘lista verde’, con los países a los que los británicos pueden viajar libremente; la ‘lista ámbar’, de países a los que puede viajarse pero se exige a los viajeros que guarden 10 días de cuarentena a la vuelta, y la ‘lista roja’ con los países a los que no se permite viajar salvo circunstancias excepcionales y justificadas.

Los criterios de la clasificación han sido, esencialmente, la incidencia acumulada de contagios en los últimos 14 días y el nivel de vacunación en el país de destino. Esas listas irá actualizándolas el gobierno británico cada tres semanas.

España no está en la lista verde y ha quedado incluida en la lista ámbar, es decir que los turistas ingleses que decidan o tengan previsto venir a España a partir del 17 de mayo, tendrán que guardar una cuarentena de 10 días cuando vuelvan a su país, medida que, inevitablemente, va a afectar al turismo.

Eso me ha llevado a consultar los datos más recientes (del 7 de mayo) de la situación de la pandemia del covid-19 en España, por comunidades autónomas, en términos de incidencia acumulada de contagios en los últimos 14 días y me encuentro que la media española ha bajado ya de los 200 casos por 100.000 habitantes (se sitúa en 199) mientras que la Comunidad de Madrid sigue estando en el deshonroso podio de las que tienen más incidencia, estando en nivel de riesgo extremo, con 318 casos por 100.000 habitantes, la segunda de España con más incidencia, solo superada por Euskadi.

Se me ha ocurrido hacer el pequeño ejercicio de calcular cuál sería la incidencia de la pandemia en España si no se viera afectada por la Comunidad de Madrid y el resultado es elocuente. Sin Madrid, España tendría una media de 181 casos, 18 menos de los que tiene. O, dicho de otra manera, la Comunidad de Madrid es la responsable de que España tenga una incidencia media un 10% superior a la que tendría si la incidencia en Madrid estuviera al nivel de la media nacional y no un 60% superior a esa media española por las medidas laxas y permisivas de su gobierno regional en materia de restricciones contra la pandemia.

Ignoro si ese factor agravante aportado por Madrid a la incidencia de los contagios en España ha influido en que nuestro país no esté en la lista verde del reino Unido, pero si así ha sido, el criterio del gobierno regional de Ayuso de evitar o minimizar las restricciones a la hostelería en Madrid a cambio de empeorar la situación sanitaria, puede haber generado un daño colateral en el turismo en España, con la lastimosa paradoja de que las comunidades más perjudicadas por esa limitación a los turistas procedentes del Reino Unido, que son las de Baleares y Canarias, tienen una incidencia acumulada de contagios muy baja.

Pero, ¿eso qué les importa a nuestros gobernantes madrileños? El pasado día 4 de mayo quedó corroborado en las urnas que, lamentablemente, a una mayoría de los ciudadanos de Madrid los efectos de la pandemia en la salud se la trae al pairo. Aquí, en el paraíso de la libertad, lo que mola es vivir ‘a la madrileña’ y poder tomarnos una caña donde, cuando y como nos dé la gana... y sin riesgo de encontrarnos con nuestra ex-pareja. ¿Qué más queremos?

El gobierno del Reino Unido ha establecido un ‘semáforo’ para los viajes al extranjero que se realicen a partir del 17 de mayo, con tres listas de colores: la ‘lista verde’, con los países a los que los británicos pueden viajar libremente; la ‘lista ámbar’, de países a los que puede viajarse pero se exige a los viajeros que guarden 10 días de cuarentena a la vuelta, y la ‘lista roja’ con los países a los que no se permite viajar salvo circunstancias excepcionales y justificadas.

Los criterios de la clasificación han sido, esencialmente, la incidencia acumulada de contagios en los últimos 14 días y el nivel de vacunación en el país de destino. Esas listas irá actualizándolas el gobierno británico cada tres semanas.