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Es hora de hacer Política
Es hora de hacer política.
La política consiste básicamente en la gestión de la cosa pública, de las cosas de todos.
Siempre se ha hecho política. Siempre ha habido personas capacitadas con tendencia a gestionar los asuntos de la ciudadanía. Los clásicos: Platón, Aristóteles, Maquiavelo, Kant... dedicaron una buena parte de su pensamiento a la política.
En la actualidad la palabra y la clase políticas disfrutan de una pésima reputación. Cualquier problema o frustración que nos afecte lo achacamos a la política o a los políticos y esto no es de recibo. Todos conocemos a políticos honrados. La mayoría lo son. Son gente con una predisposición natural hacia la gestión de las Instituciones, y lo hacen por vocación, por capacitación,... qué sé yo? Porque les gusta. Yo los admiro porque con su trabajo están expuestos a toda clase de tormentas, insultos, amenazas,... por parte del personal cuando las cosas no funcionan como querrían. Los admiro porque tienen el coraje de ponerse delante del carro y tirar hacia delante a pecho descubierto.
Ya sé, ya sé, no son héroes, se equivocan, “la cagan” a veces, pero tienen la valentía de intentarlo y exponerse a ser lapidados por la ciudadanía y esto, me reconoceréis, no lo hace todo el mundo y menos en los tiempos que vivimos en los que a golpe de tuit y bajo un perfil falso, puedes decir lo que quieras amparado en el anonimato.
Sí, sí, también lo sé, que hay políticos corruptos, que han hecho de esta actividad un autentico lodazal y que aprovechan sus años de gloria para enriquecerse, prevaricar, favorecer a los suyos,... pero perdonadme, esto no son políticos; lo que hacen no es política, es otra cosa, ponedle vosotros el nombre que queráis.
Estos individuos y sus palmeros son la “antipolítica”. Son los que provocan este hartazgo/cinismo cuando alguien oye hablar de la política. Son los principales instigadores de frases como: “La política es una mierda” , “todos los políticos son iguales” o la ya clásica de “Yo paso de la política”. Ya les va bien este estado de opinión porque favorece el desencanto, la indiferencia, cuando no la confusión y la adhesión a soluciones populistas de extrema derecha que intentan hacer creer que los problemas se solucionan con “mano dura” y más autoritarismo. Con “un par de cojones” en dos palabras.
Existe como una especie de “Internacional antidemocrática” con el objetivo de dinamitar el sistema y hacer creer que nada tiene solución y que la política es la culpable de todo. Cómo puede ser que personajes como Donald Trump sean adorados por tantos y tantos millones de personas? Es que se han vuelto locos? Cómo puede ser que sus exabruptos, insultos, amenazas,... sean aplaudidos como si se tratara de grandes estadistas?
Pues esto es la “antipolítica”, una práctica que no acepta las reglas del juego democrático y cuya misión es dinamitarlo. Por consiguiente, ¿tenemos que consentir que personajes así aprovechen los altavoces que la democracia les ofrece para hacerla saltar por los aires?
La política tiene muchos ingredientes, pero los fundamentales serían la TRANSPARENCIA, LA HONESTIDAD, LA CAPACIADD DE TRABAJO, LA FORMACIÓN, LA DECENCIA,... me dejo algunos seguro, pero ninguno de ellos concurre en la manera de hacer de los antipolíticos: ni son transparentes, ni decentes, ni formados. Entonces por qué se les admira? Qué harían sus aduladores en el hipotético caso de estar en su piel? Pues la respuesta es que seguramente lo mismo: enriquecerse, prevaricar, estafar, porque lo que cuenta es salvarte tú y los tuyos, y a los demás, “que les den”.
La solución de todo este embrollo es muy compleja y yo no tengo la fórmula mágica. Ahora bien, de la misma forma que haciendo “antipolítica” se consigue este estado general de sarcasmo y de “mala leche”, estoy convencido de que haciendo POLITICA con mayúsculas, aportando soluciones a los problemas de la gente, actuando con responsabilidad en la acción pública, comprometiéndote solo a aquello que puedes hacer sin promesas vacías, diciéndole a la gente la verdad sin limitarte a “hacerle la pelota”, actuando con todos aquellos ingredientes que apuntaba antes y alguno más,... estoy seguro que la opinión de mucha gente sobre la política cambiaría y habríamos dado un gran paso adelante en la recuperación de la ilusión y la confianza en las Instituciones y en el sistema.
Es por eso por lo que considero que ahora más que nunca: Es hora de hacer POLÍTICA.
Es hora de hacer política.
La política consiste básicamente en la gestión de la cosa pública, de las cosas de todos.