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Joaquín, solo le doy con la correa
Joaquin, solo le doy con la correa, no pasa nada, todavía no le he dado con la hebilla. Hace 50 años de esta frase. El que escuchaba la frase era mi padre, Joaquin, un hombre bueno con claros valores socialistas, uno de esos compañeros que hoy nos acompañaría a las manifestaciones del 8 M, quien decía semejante barbaridad con total impunidad era “pañalón”, el presunto maltratador, uno de esos hombres con claros tintes fascistas y que hoy pondría en duda los valores democráticos.
Recuerdo también de mi infancia las noches en las que mis primas venían pidiendo ayuda a gritos despertando a toda la familia porque su padre estaba inflando a ostias a mi tía; este “pobre” estaba diagnosticado, tenía mal beber y claro, lo normal de la época era llegar a casa y, o bien zurrarle o bien zumbarse a la mujer. Lo que hoy llamamos maltrato y violación.
Han pasado 50 años de aquellos episodios, hemos pasado de vivir con miedo y calladas en una dictadura a vivir libres en una democracia, han pasado varios gobiernos democráticos y sin duda hemos avanzado y han cambiado muchas cosas (siempre con gobiernos socialistas). Primero las madres, donde antes una madre te cerraba la puerta y te decía hija quédate con tu marido sin que nadie sepa nada, “eso son cosas vuestras y donde vas a ir, que no se entere nadie, aguanta, que no te señale la gente” (el marido no importaba que te señalara). Ahora las madres abrimos puertas, las de las comisarias para acompañar a nuestras hijas a denunciar, tendemos manos para acompañarlas y abrimos las mentes de nuestras hijas para que no vivan algo impensable en el siglo XXI. Algo que se llama violencia machista, ostias, abusos y violaciones, en el ámbito doméstico, eso sí….por eso los señores de la derecha y extrema derecha de este país lo quieren endulzar llamándolo violencia doméstica, problemillas familiares, divorcios duros.
Hemos vivido una campaña donde los representantes de VOX y Partido Popular se han mofado de la violencia machista, han salido de las cavernas, en programas televisivos, mítines o en las redes sociales, han dejado claro que con ellos los derechos de las mujeres retrocederán décadas, escupen odio contra el movimiento feminista, odian a las mujeres. “ladrona, secuestradora de niños, dueña de calabozo, puta, te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo, ladrona”. párrafo recogido de la sentencia de “quebranto psicológico” por el que fue condenado el candidato de vox, Carlos flores, el pañalón del siglo XXI.
Para que no regresen los pañalones, para que no haya más primas buscando a sus tíos o tías en la oscuridad de la noche para que no muelan a sus madres a palos, para que no regrese lo peor de nuestra historia, necesitamos un gobierno socialista, un gobierno que defienda a las mujeres de quienes quieren derogar las leyes que nos protegen. Un gobierno que nos defienda y nos proteja de personas como el candidato de VOX en valencia.
“El protagonista de la campaña verano azul”, uno de nuestros “pañalones” de rabiosa actualidad dice que no se pueden mantener las posturas de vox negando la violencia de género, y lo que las mujeres le respondemos al “prota” de esta campaña es que lo que el Partido Popular ha hecho durante esta campaña, lo que están haciendo en las CCAA, en los Ayuntamientos y en las Diputaciones en las que pactan con VOX, es justificar lo que hacen porque hoy solo nos están dando con la correa, “aún no pasa nada”, ya cuando nos den con la hebilla vendrá el PP a salvarnos.
En esta semana donde se compondrá la mesa del congreso y se da inicio así a una legislatura de vital importancia para las mujeres, no queremos fórmulas alternativas, no queremos pactos de gobierno con aquellos que negocian, trafican y entregan las concejalías o consejerías de igualdad a la extrema derecha para simplemente hacerlas desaparecer. No queremos que nos gobiernen los pañalones del siglo XXI.
Joaquin, solo le doy con la correa, no pasa nada, todavía no le he dado con la hebilla. Hace 50 años de esta frase. El que escuchaba la frase era mi padre, Joaquin, un hombre bueno con claros valores socialistas, uno de esos compañeros que hoy nos acompañaría a las manifestaciones del 8 M, quien decía semejante barbaridad con total impunidad era “pañalón”, el presunto maltratador, uno de esos hombres con claros tintes fascistas y que hoy pondría en duda los valores democráticos.
Recuerdo también de mi infancia las noches en las que mis primas venían pidiendo ayuda a gritos despertando a toda la familia porque su padre estaba inflando a ostias a mi tía; este “pobre” estaba diagnosticado, tenía mal beber y claro, lo normal de la época era llegar a casa y, o bien zurrarle o bien zumbarse a la mujer. Lo que hoy llamamos maltrato y violación.