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La ley “Solo sí es sí” en números

Jesús Garrido

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Se dice que la ley de “Solo sí es sí” eleva el riesgo de sufrir una agresión sexual debido a las 50 rebajas de condena, incluidas 12 excarcelaciones, derivadas de la aplicación de dicha ley.

Considerando el número de denuncias por abuso y agresión sexual, aproximadamente 11680 en el año 2019; el número de delitos con penetración, 1636 en los 11 primeros meses de 2021; y que el número de agresiones sexuales crece trimestre a trimestre, estimamos muy conservadoramente, que hay al menos 2500 agresores potenciales (varones dispuestos a cometer una agresión sexual si encuentran el valor y la oportunidad para perpetrar el delito). Aunque la distribución de las agresiones sexuales varía entre CC.AA., por simplicidad vamos a suponerla uniforme.

En España hay 153110468 mujeres entre 10 y 59 años. La probabilidad individual de ser agredida sexualmente es: 2500 agresores/153110468 mujeres = 0,000163. Si incluimos los 50 reclusos que han visto reducida su condena, la probabilidad aumenta hasta: 2550/153110468 = 0,000166. Se produce un modesto incremento de 0,000003, que además es temporal, pues tanto los 12 excarcelados como los 38 que continúan en prisión alcanzarían la libertad al cumplir sus penas integras. El exceso de riesgo, 90 posibles casos distribuidos entre los años en que se excarcelen los 50 reclusos, es una pequeña fracción respecto a los 11680 casos denunciados en 2019, que sigue subiendo año tras año.

Otro problema son los sesgos en los juicios por delitos sexuales: “Vd. no se resistió con suficiente vehemencia…”, “aquí solo veo un jolgorio…” (juicio de la manada), “Vd. provocó al acosador con su falda tan corta…” Hay jueces que generan juicios aberrantes, moviéndose de la comprensión con el acosador a la revictimización de la mujer agredida ¿Cuántos jueces son? No lo sabemos. Consideremos tres supuestos. Que: 1%; 0,5%; y 0,2% de los 5320 jueces en activo presentan sesgos frente a los delitos sexuales, es decir, 53; 27; y 11 jueces sesgados en cada supuesto. Utilizando la distribución de Poisson calculamos la probabilidad de que al menos a una de las 1636 mujeres en las que ha habido delito con penetración le haya tocado en el reparto un juez con sesgo, que es de >0,99999; >0,99972; y 0,96207, respectivamente. Si consideramos todas las denuncias por acoso y agresión, la probabilidad de que al menos a una de las 11680 demandantes le haya tocado un juez con sesgo es de >0,99999; >0,99999; y >0,99999, respectivamente. Probabilidades altísimas en cualquier supuesto. Las probabilidad de tener 11 o más demandantes a las que les toque en el reparto un juez sesgado es de >0,99999; >0,99999; y 0,99840, respectivamente. La probabilidad de que se produzca un número considerable de juicios aberrantes es altísima. La ley de “Solo sí es sí” teóricamente corrige la discrecionalidad en la calificación de los delitos y además evita la revictimación durante el proceso. Así pues la probabilidad de que se produzca algún juicio aberrante a lo largo de un año debería pasar de las escandalosas cifras por encima del 0,99 a virtualmente 0. Esto sí es un cambio radical para la protección de las víctimas.

En resumen, el que una mujer sufra una agresión sexual depende fundamentalmente de que tenga la mala suerte de cruzarse con un potencial agresor con pocos escrúpulos, deseo y oportunidad, no de la ley “Solo sí es sí”. Es verdad que la aplicación de la ley ha introducido una pequeña aunque lamentable distorsión temporal en el riesgo de agresión, pero a cambio garantiza que los juicios serán más estrictos con el presunto agresor y más garantistas con la agredida. Ambos cambios protegen a las víctimas y, además, son permanentes…, (salvo que alguien presente un recurso de inconstitucionalidad, argumentando vaya Vd. a saber qué).

NOTA: Los cálculos son solo una aproximación. Los datos varían ligeramente según la fuente consultada y los utilizados proceden de diferentes años.

Se dice que la ley de “Solo sí es sí” eleva el riesgo de sufrir una agresión sexual debido a las 50 rebajas de condena, incluidas 12 excarcelaciones, derivadas de la aplicación de dicha ley.

Considerando el número de denuncias por abuso y agresión sexual, aproximadamente 11680 en el año 2019; el número de delitos con penetración, 1636 en los 11 primeros meses de 2021; y que el número de agresiones sexuales crece trimestre a trimestre, estimamos muy conservadoramente, que hay al menos 2500 agresores potenciales (varones dispuestos a cometer una agresión sexual si encuentran el valor y la oportunidad para perpetrar el delito). Aunque la distribución de las agresiones sexuales varía entre CC.AA., por simplicidad vamos a suponerla uniforme.