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¿Por qué? Porque llegó el lobo
He escuchado a muchos y leído a otros tantos echar culpas o autocriticarse por lo sucedido en las últimas elecciones. ¿Qué paso? ¿Qué se hizo mal? ¿Qué faltó? Las encuestas dicen que más del 60% piensa que está mejor, y entonces por qué?
Por primera vez desde la segunda Republica la derecha le vio las orejas al LOBO. Llegaron los que no tenían que llegar.
La transición de dictadura a democracia estuvo muy bien manejada por la dictadura y sus herederos. Los grandes medios de comunicación y la justicia no tuvieron cambios de calado. Ministros de la dictadura siguieron en posiciones de poder. Business as usual diría un gringo. Los antiguos aliados de la dictadura pasaron a ser aliados de la democracia. Era lógico eran los mismos solo que se despertaban un día por milagro convertidos en demócratas. De ahí en adelante a distribuir las riquezas entre los convertidos demócratas.
Ante un país catequizado por 40 años de dictadura, la izquierda se encargó poco a poco de quitarse el “rojo” de encima y ser incoloros, no podían ser azules ya que la conciencia de sus muertos se lo impedía pero decidieron que la palabra “izquierda” acompañada de “centro” no estaba mal y poco a poco fueron a formar parte del poder, a ser poderosos.
20 años de gobierno del PSOE y muchas leyes de educación sin lograr una verdadera educación pública completamente laica, las barbaries de un golpe de estado no están en los libros que han educado por más de 35 años, y que casi 40 años después se menciona que hubo una dictadura a la que no se le dedica ni una página en los libros de texto.
Por primera vez desde la segunda Republica la derecha le vio las orejas al LOBO.
Llegaron los que no tenían que llegar. Había que hacer algo. Y llego el amable señor Fernández, la abstención y el golpe contra Sánchez. Parecía que con estas medidas el LOBO ya no llegaría y seguiría la fiesta.
La fiesta continuo, y de qué manera, ante la crisis se salvó a los bancos y se estrangulo al pueblo con recortes e impuestos; se desboco la corrupción y apareció el LOBO.
Llegaron los que no debían llegar. También el Trumpismo de los bulos sin firma. Desde el minuto 1 se declaró la ilegalidad, los constitucionalistas que no respetan la Constitución declaran ilegal que a un gobierno corrupto se le aparté del poder por vías constitucionales. En el minuto 2 pese a sus peleas internas el que no gano sus primarias se convierte en ganador legalmente, si señores fue legal. De inmediato empezamos a enterarnos que no solo era un gobierno en minoría sino que era un gobierno con los poderosos medios de comunicación en contra. Después de mucho desgastes electorales se logró vencer el insomnio que producía el LOBO, se forma gobierno, salido de elecciones pero ilegal para la derecha. Eso ya fue demasiado para el poder verdadero. Vuelve el BULO.
Aparte de los problemas normales (pandemia, guerra de Ucrania, inflación) El poderío mediático y la anticonstitucional parálisis judicial provocada por la derecha, el gobierno se deja para casi el final de la legislatura importantes leyes sociales que como era de esperar serian polémicas y mantiene la ley mordaza. Todas las conquistas sociales logradas no logran superar al bulo, la batalla no fue de logros, ni de programas, ni ideológica.
Ya lo planteo Darwin en su teoría no es la especie más intelectual la que sobrevive; no es la más fuerte la que sobrevive; sino que la especie que sobrevive es la que mejor puede adaptarse y ajustarse al ambiente cambiante en el que se encuentra.
La derecha y sus acólitos no necesitan presentar ningún programa ni tener ninguna discusión ideológica. Carecen de programa y de ideología. “Laissez faire, Laissez passer” (dejen hacer, dejen pasar), Adam Smith en estado puro. El estado debe ser el policía que protege a los empresarios ya que ellos son los que producen, esa es la teoría de los políticos de la derecha central o extrema, dejen que los empresarios decidan cuales son los límites de explotación, privatizar y privatizar. Educación y sanidad de calidad es solo para el que se la pueda pagar, los servicios sociales no tienen sentido. El “mercado” decide. No se trata de mercado sino de que es una responsabilidad del estado proveer de educación, servicios sanitarios, atención a la discapacidad y a los mayores, en igualdad de calidad a todos los ciudadanos, tengan recursos económicos o no. Esto no se puede hacer sin impuestos progresivos, el que más ingresa más contribuye lo contrario es mentira. Esto no fue tema de campaña.
He escuchado a muchos y leído a otros tantos echar culpas o autocriticarse por lo sucedido en las últimas elecciones. ¿Qué paso? ¿Qué se hizo mal? ¿Qué faltó? Las encuestas dicen que más del 60% piensa que está mejor, y entonces por qué?
Por primera vez desde la segunda Republica la derecha le vio las orejas al LOBO. Llegaron los que no tenían que llegar.