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El problema no es Yolanda, Pedro, eres tú
Los ricos de siempre van a seguir criticando a los pobres de siempre, a aquellos trabajadores de las clases sociales inferiores que con las distintas burbujas, como si de la Revolución Francesa se tratara, escalaron posiciones sociales hasta creerse uno más de ellos. Ningún problema con la movilidad social de los pobres, ni con los retos de superación en la vida, como salir del hoyo, ir a la universidad o dirigir una empresa. El problema surge cuando olvidas tus orígenes, cuando te olvidas del barrio que te vio crecer, es entonces cuando el pobre pierde la perspectiva de vida y lo centra todo en tener una buena casa en una urbanización de ricos (para seguir siendo el pobre), un coche de alta gama, la mejor cortadora de césped y por supuesto, publica a los cuatro vientos que es votante del PP o de VOX. ¡Viva España!. La reforma de la reforma laboral no ha llegado a más por los obstáculos que desde el PSOE se han ido poniendo. Ni la Reforma laboral es comunista, ni excede del pacto de gobierno, ni va en contra de los dictados de Bruselas, no, la única realidad que se ha dado se llama “celos” y ahí tampoco tiene la culpa Yolanda Díaz, es al presidente del gobierno a quien corresponde tutelar las acciones de los miembros de su gobierno, nadie se lo impidió. Es todo mucho más fácil. El gobierno del PSOE no quería cumplir con el pacto sobre la derogación de la reforma laboral, no le venía bien. Debemos poner el acento en la ideología, y no nos engañemos, este PSOE está venido a menos (solo hay que ver el cambio de paradigma de Felipe González), este PSOE disfraza su alma neoliberal cada vez que el núcleo duro de la izquierda les pregunta ¿Qué hay de lo nuestro? Con la pandemia todo ha cambiado. Millones de trabajadores en todo el mundo han abierto los ojos y rechazan la situación laboral que tenían hasta ahora, replanteándose sus vidas y condiciones de trabajo, bueno, en todo el mundo, no, porque en España sigue habiendo una legión de “trabajadores” que siguen creyendo que es el empresario el que crea empleo y sacrifica su patrimonio y que los trabajadores son ociosos. Vemos como autónomos, con un kiosko de pipas, que leen el ABC, el Mundo, La Razón o escuchan la COPE... alzan al viento la proclama de echar al soldado Sánchez y que la Reforma Laboral es cosa de rojos, de no patriotas y sobre todo, como dice ese pequeño hombrecillo de Estado, Casado, que el empleo no lo crea un marco jurídico en las relaciones laborales o el Know How de los trabajadores, ni las ingentes infraestructuras públicas, no, el empleo lo crea el PP y solo el PP, que lejos de su ánimo de lucro solo busca el bien común, el altruismo, y claro, si el trabajador se cree estas milongas, sigue dando la espalda al barrio y sigue votando a la derecha pues...ustedes me dirán.
Los ricos de siempre van a seguir criticando a los pobres de siempre, a aquellos trabajadores de las clases sociales inferiores que con las distintas burbujas, como si de la Revolución Francesa se tratara, escalaron posiciones sociales hasta creerse uno más de ellos. Ningún problema con la movilidad social de los pobres, ni con los retos de superación en la vida, como salir del hoyo, ir a la universidad o dirigir una empresa. El problema surge cuando olvidas tus orígenes, cuando te olvidas del barrio que te vio crecer, es entonces cuando el pobre pierde la perspectiva de vida y lo centra todo en tener una buena casa en una urbanización de ricos (para seguir siendo el pobre), un coche de alta gama, la mejor cortadora de césped y por supuesto, publica a los cuatro vientos que es votante del PP o de VOX. ¡Viva España!. La reforma de la reforma laboral no ha llegado a más por los obstáculos que desde el PSOE se han ido poniendo. Ni la Reforma laboral es comunista, ni excede del pacto de gobierno, ni va en contra de los dictados de Bruselas, no, la única realidad que se ha dado se llama “celos” y ahí tampoco tiene la culpa Yolanda Díaz, es al presidente del gobierno a quien corresponde tutelar las acciones de los miembros de su gobierno, nadie se lo impidió. Es todo mucho más fácil. El gobierno del PSOE no quería cumplir con el pacto sobre la derogación de la reforma laboral, no le venía bien. Debemos poner el acento en la ideología, y no nos engañemos, este PSOE está venido a menos (solo hay que ver el cambio de paradigma de Felipe González), este PSOE disfraza su alma neoliberal cada vez que el núcleo duro de la izquierda les pregunta ¿Qué hay de lo nuestro? Con la pandemia todo ha cambiado. Millones de trabajadores en todo el mundo han abierto los ojos y rechazan la situación laboral que tenían hasta ahora, replanteándose sus vidas y condiciones de trabajo, bueno, en todo el mundo, no, porque en España sigue habiendo una legión de “trabajadores” que siguen creyendo que es el empresario el que crea empleo y sacrifica su patrimonio y que los trabajadores son ociosos. Vemos como autónomos, con un kiosko de pipas, que leen el ABC, el Mundo, La Razón o escuchan la COPE... alzan al viento la proclama de echar al soldado Sánchez y que la Reforma Laboral es cosa de rojos, de no patriotas y sobre todo, como dice ese pequeño hombrecillo de Estado, Casado, que el empleo no lo crea un marco jurídico en las relaciones laborales o el Know How de los trabajadores, ni las ingentes infraestructuras públicas, no, el empleo lo crea el PP y solo el PP, que lejos de su ánimo de lucro solo busca el bien común, el altruismo, y claro, si el trabajador se cree estas milongas, sigue dando la espalda al barrio y sigue votando a la derecha pues...ustedes me dirán.