Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Sociedad madura, chiquilicuatres y humanizando o animalizando

Jesús Zandueta | socio de elDiario.es

24 de noviembre de 2021 19:20 h

0

España es una sociedad en la que viven muchas personas maduras y otras: algunos políticos y comunicadores, que no contribuyen a la madurez de la sociedad. .

Los españoles demostramos una gran madurez durante la pandemia colaborando con las autoridades, cumpliendo con las medidas sanitarias y vacunándose en cuanto pudieron. Hubo excepciones a ese general buen comportamiento pero ésa fue la tónica general. Las excepcoines más vergonzosas fueron protagonizadas por políticos que quisieron dar la nota de ser diferentes confundiendo el libre albedrío con la falta de educación necesaria para que una sociedad funcione sin altisonantes e incómodos chirridos.

Esos estridentes chirridos continúan. He aquí un resumen de algunos de un par de ellos.

El 13 de septiembre de este año, Ignacio Escolar en su artículo en el diario.es “Aguirre, Casado, Ayuso y los ”chiquilicuatres“ del PP”, comentaba cómo “ésos a los que Aguirre ahora desprecia como ”chiquilicuatres“, ”niñatos“ y ”novatos“ son los políticos que Aguirre dejó, porque al final ganaron los suyos en la guerra contra Soraya y Rajoy”.y contaba que Teodoro García Egea, Nº 2 del PP replicó a las críticas de Esperanza Aguirre, recordándole que “lo que destrozó al PP de Madrid fue la corrupción.

A este respecto examinemos ¿qué ha hecho el PP para eliminar ese virus?, ¿qué vacuna ha aplicado?. .

La corrupción y el fraude puede entrar en cualquier organización, en cualquier Partido político. Puede brotar en personas que entran en la política con buenas intenciones o en las que ingresan “para forrarse” pero, siempre, se cultiva y crece ,porque no hay controles adecuados o porque no puede corregirse o no interesa hacerlo y se prefiere mantener a personas eficaces aunque inmorales (“es un hijo de p. pero es nuestro hijo de p.”) o/y por temor a lo que los corruptos podrían desvelar.

Ahora bien no enfrentarse a ese virus con valor, unidos y con determinación es un delito contra la sociedad con consecuencias graves y en cadena. .

No habrá una sociedad madura si los dirigentes no lo son y no pueden serlo si no se comportan como personas maduras que escuchan las quejas de los ciudadanos, estudian sus problemas e intentan, de verdad, solucionarlos en lugar de mirar para otro lado o ponerse la zancadilla para pasar por encima del rival. La política no es una carrera de ratas. No dejemos que lo parezca.

La política no es para corruptos; tampoco lo es para personas inmaduras que confunden caer bien con ser buenas y que pretenden sustituir conocimientos y razón con gestos y sensiblerías.

El otro día leí un extraordinario análisis de José Errasti,filósofo y psicólogo, sobre la desaparición del aspecto auténticamente humano y su sustitución por un aspecto de rasgos comunes con los animales en la presentación de un personaje en TV. Esa presentación estuvo focalizada en características sentimentales, primarias, que tenemos en común los seres racionales con los animales y es impropio y perjudicial para la madurez de la sociedad ya que “Lo que nos hace humanos es la Historia Universal, con mayúsculas, no la risa, el amor o la identidad. Si eres humano, tienes Historia. Si tienes Historia, eres humano”

Considero que presentar a una persona bajo ese aspecto de ternura de mascota no es serio sino fraudulento. . .

Jesús Zandueta

España es una sociedad en la que viven muchas personas maduras y otras: algunos políticos y comunicadores, que no contribuyen a la madurez de la sociedad. .

Los españoles demostramos una gran madurez durante la pandemia colaborando con las autoridades, cumpliendo con las medidas sanitarias y vacunándose en cuanto pudieron. Hubo excepciones a ese general buen comportamiento pero ésa fue la tónica general. Las excepcoines más vergonzosas fueron protagonizadas por políticos que quisieron dar la nota de ser diferentes confundiendo el libre albedrío con la falta de educación necesaria para que una sociedad funcione sin altisonantes e incómodos chirridos.