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Ginés Ayala Mas

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CARTA ABIERTA A PABLO IGLESIAS

Hubo un momento en la historia de España, en mayo de 2011, en que un número importante de personas, decidieron espontáneamente protestar pacíficamente

contra la mala política bipartidista existente en el estado después de la gran crisis de 2008. De allí surgieron grupos que intentaron organizarse con mayor o menor

fortuna. Uno de esos grupos fue Podemos que, por distintas razones fuera de este breve texto, recogió el malestar existente y se convirtió en la esperanza para que las cosas cambiaran. Llegó a ser casi el primer partido del país en intención de voto y, en las elecciones de 2015, llegaron a obtener 69 diputados en el Congreso, prueba de

la ilusión que despertaron.

Aunque no estaba entre la treintena de intelectuales que firmaron el manifiesto “Mover ficha” que estuvo en su origen, Pablo Iglesias fue elegido para encabezar el

movimiento. Pero Pablo Iglesias fue perdiendo compañeros entre los que fueron en el comienzo, amigos y, sobre todo, votantes. Porque igual que el Jefe del Estado-Rey eligió ser Rey olvidando actuar como Jefe del Estado, Pablo Iglesias olvidó ser un estadista y pasar a la historia grande, para convertirse en un mero representante más de la clase política actual y quedarse en la historia pequeña con SU partido y SU soberbia, casi tan grande como SU ego, que le hace pensar que solo él está en posesión de la verdad y de la única posible dirección de Podemos, antes como miembro activo o ahora entre bambalinas no muy disimuladas.

¿Qué habría hecho un estadista de talla en este momento tan grave para el país para figurar en la historia grande? Pues pensar en grande:

“Ahora ya no es mi momento, ese pasó y lo que tengo que hacer es mantener los objetivos que nos impulsaron: una mejor redistribución de la riqueza, un mayor

apoyo a las clases bajas y medias, a la educación y la sanidad pública, y a todos los bienes sociales y de trabajo, etc. Para seguir, y conseguir esos objetivos voy a unirme yo y pedir al partido Podemos que se una también a este nuevo proyecto que es el que está despertando ahora la ilusión y el que puede “SUMAR” como yo hice en otros tiempos. Voy a pasar a un plano muy discreto y dejar en manos de Yolanda Díaz la continuación de ESTE proyecto, no MI proyecto.“

Pablo Iglesias pasaría a la historia grande porque se minimizarían sus errores y se magnificaría su decisión y acierto de saber retirarse a tiempo (como algunos

deportistas inteligentes hacen y no como otros que terminan arrastrándose por las pistas anulando cuanto hicieron de bueno) y saber poner el interés de la gente, de la humilde sobre todo, y del país por encima de su vida que, por cierto, puede decir que ha sido interesante.

¿Lo veremos y me dejará en mal lugar por pensar que no lo hará? ¿O eso sería pedir peras al olmo, y más en este país?

CARTA ABIERTA A PABLO IGLESIAS

Hubo un momento en la historia de España, en mayo de 2011, en que un número importante de personas, decidieron espontáneamente protestar pacíficamente