En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquí. Consulta nuestras normas y recomendaciones para participar.
Una visión desequilibrada de los fondos europeos
Observé con mucho interés la convocatoria del 19 de mayo sobre los fondos europeos del Next Generation EU, me interesaba la visión de eldiario alrededor de esto. A ver que salía de aquí fuera de la habitual uniformidad acrítica respecto a todo lo que lleve el sello europeo que caracteriza al debate público nacional. Pensaba que se incorporarían mas matices y más testimonios, otras interpretaciones, contribuciones amplias, quien sabe si incluso alguna crítica, razonada, por supuesto.
Mi decepción al ver la lista de participantes en las jornadas es enorme. Sesenta y seis invitados, copados por representantes del gobierno, las empresas y las patronales más importantes. “Señoros, empresarios y mainstream” Para empezar, tema para mí importante extraña que no hayan contribuciones aparentemente críticas y especialmente, ni una contribución desde los sindicatos. Ni un representante, ni político, ni técnico. Ni uno. Cero. De sesenta y seis invitados. Es, en mi opinión, imperdonable que un periódico que hace como seña de identidad su independencia de los poderes políticos y económicos –y que trata de cumplir en mayor medida que otros- se conduzca de esta manera. Se organizan unas jornadas sobre lo que posiblemente sea el instrumento central de la política económica en la próxima década y , repito, de sesenta y seis invitados, solo impera la visión de las empresas. No hay mesa donde no estén organismos patronales. Sin embargo, esta visión no es complementada, o balanceada por lo que se pueda decir desde –a pesar de todos los fallos que puedan cometer- unas organizaciones que cuentan con más de dos millones largos de afiliados, una capacidad de representación de decenas de millones de trabajadores y un importante papel institucional.
No cabe este socio en sí de asombro. No sólo por las simpatías que se puedan tener más o menos por los sindicatos en particular, sino porque se trata de unas organizaciones, salvo alguna ONG, que incorporan al debate público documentos y propuestas desde sus ámbitos de reflexión, que no están impulsados desde intereses empresariales sectoriales.
No me explico cómo puede cometerse lo que, a mi juicio, constituye un fallo garrafal. Se abre un ámbito de reflexión sobre los fondos europeos y se llena de representantes gubernamentales, expertos afines y representantes patronales. Por lo visto la visión que de esto puedan tener las organizaciones que representan a los perceptores de salarios, que además suelen aportar elementos diferentes a lo que marca “el consenso” nacional, el diario considera que no tiene importancia. Impresionante –para mal-.
Observé con mucho interés la convocatoria del 19 de mayo sobre los fondos europeos del Next Generation EU, me interesaba la visión de eldiario alrededor de esto. A ver que salía de aquí fuera de la habitual uniformidad acrítica respecto a todo lo que lleve el sello europeo que caracteriza al debate público nacional. Pensaba que se incorporarían mas matices y más testimonios, otras interpretaciones, contribuciones amplias, quien sabe si incluso alguna crítica, razonada, por supuesto.
Mi decepción al ver la lista de participantes en las jornadas es enorme. Sesenta y seis invitados, copados por representantes del gobierno, las empresas y las patronales más importantes. “Señoros, empresarios y mainstream” Para empezar, tema para mí importante extraña que no hayan contribuciones aparentemente críticas y especialmente, ni una contribución desde los sindicatos. Ni un representante, ni político, ni técnico. Ni uno. Cero. De sesenta y seis invitados. Es, en mi opinión, imperdonable que un periódico que hace como seña de identidad su independencia de los poderes políticos y económicos –y que trata de cumplir en mayor medida que otros- se conduzca de esta manera. Se organizan unas jornadas sobre lo que posiblemente sea el instrumento central de la política económica en la próxima década y , repito, de sesenta y seis invitados, solo impera la visión de las empresas. No hay mesa donde no estén organismos patronales. Sin embargo, esta visión no es complementada, o balanceada por lo que se pueda decir desde –a pesar de todos los fallos que puedan cometer- unas organizaciones que cuentan con más de dos millones largos de afiliados, una capacidad de representación de decenas de millones de trabajadores y un importante papel institucional.