Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.
Existen dos tesis sobre la caída de Cs en noviembre: 1) los moderados lo abandonaron por no ser una fuerza útil que permitiese evitar elecciones pactando con Sánchez y 2) los votantes más preocupados por Cataluña o por generar un gobierno alternativo a Sánchez lo abandonaron optando por otros partidos
La publicación de la encuesta postelectoral del CIS confirma la segunda hipótesis
Las fugas de Ciudadanos se dieron especialmente por la derecha, a la vez que sus votantes reconocen haber estado influenciados por la cuestión catalana y no parecen estar más decepcionados con los políticos que otros votantes de partidos de la derecha
Tras siete meses sin gobierno, España ha salido del bloqueo político (al menos en el corto plazo) con la formación de la primera coalición de gobierno desde la Transición. Una vez dejado atrás el período de interinidad, si hacemos un recuento del principal beneficiario y perjudicado por el período de bloqueo político es tal vez paradójico no encontrarlos dentro del bloque de gobierno. De las elecciones del pasado 10 de noviembre, Vox salió tremendamente reforzado con 52 escaños y, como se ha comprobado estos días con el pin parental, con gran capacidad de marcar la agenda de la oposición. Por otro lado, el bloqueo se cierra con Ciudadanos como gran víctima, con una caída en las últimas elecciones que le hizo perder más de la mitad de su voto.
Una duda recurrente desde que la caída de Ciudadanos se empezó a reflejar en las encuestas es precisamente si la pérdida de apoyo electoral se debía a la situación de bloqueo y el veto al PSOE que había anunciado antes de las elecciones de primavera. Dos son las tesis principales. La primera, defendida por muchos periodistas, es que Ciudadanos colapsa electoralmente porque pierde el favor de los votantes más moderados, los cuales quedan decepcionados porque el partido pierde su sentido inicial y no es capaz de dar una salida ante la situación de bloqueo y evitar elecciones con un gobierno moderado. Una segunda tesis es que la emergencia de Vox como partido con fuertes credenciales para combatir en la cuestión catalana y territorial, a la vez que la mejor posición del PP para capitalizar el voto útil en la derecha, debilitan a Ciudadanos electoralmente por su flanco derecho. Desde antes de las elecciones, hemos tenido datos indicativos de que la segunda hipótesis parece más acertada. La publicación la semana pasada de la encuesta postelectoral de Centro de Investigaciones Sociológicas aportan más evidencia para reafirmar esta segunda hipótesis.
El dato principal que confirma la encuesta del CIS es que las fugas de votantes de Ciudadanos han sido principalmente por la derecha. Es decir, no hacia partidos que hubieran tenido posiciones favorables a un acuerdo con el PSOE para salir del bloqueo. Un 49,5% de los votantes de Cs en abril afirman haber vuelto a votarles en las pasadas elecciones de noviembre, lo cual es un registro enormemente bajo. El siguiente gráfico muestra las fugas del 50% restante, entendidas como votantes que optaron por Ciudadanos en abril y por otra opción en noviembre. Como se puede comprobar, un 14,6% de los votantes de Cs reconocen haber cambiado su voto a favor de los populares y un 8,9% de votantes optaron ahora por Vox. Esto apuntaría a que al menos un cuarto de los votos de Ciudadanos se fueron por la derecha. La abstención emerge como otra opción refugio para un 9,5% de los votantes en abril, lo cual tampoco parece necesariamente la decisión que esperaríamos por aquellos que consideran que Ciudadanos debía haber buscado el entendimiento con otros partidos. Finalmente, por la izquierda, en cambio, las fugas son mucho menores, donde apenas destacarían un 6,3% de fugas hacia el PSOE.
Este marcado carácter hacia la derecha de las fugas de Ciudadanos se ve confirmado con otros datos de la encuesta que apuntan en la misma dirección. Por ejemplo, más de un tercio (el 36%) de los votantes de Ciudadanos que dicen haber dudado qué hacer en las elecciones de noviembre afirman haber dudado entre votar al PP o a los naranjas.
Gráfico 1: Fugas de Ciudadanos
Estos datos no parecerían confirmar la idea de que a Ciudadanos les perjudicó el veto a Sánchez. Otra evidencia complementaria de que las fugas de Cs no se produjeron por la situación de bloqueo la encontramos al analizar específicamente cuál fue el efecto que los encuestados afirman que sobre su voto tuvo la crisis en Cataluña. Los votantes de Ciudadanos en las elecciones de abril de 2019, junto con los de Vox, son los que más reconocen que la crisis catalana les afectó en las elecciones. Tal y como se refleja en el siguiente gráfico, más de un tercio de los votantes de Rivera en abril consideran que la cuestión catalana ha sido relevante para ellos en las elecciones de noviembre. Lo interesante, no obstante, se refleja en el gráfico 3. Cuando preguntamos por cómo ha influido específicamente la crisis catalana en su voto, un 44,5% de los votantes de Cs contesta que ha sido para reafirmar su voto (lo que son casi diez puntos menos que en Vox y quince que en el PP). Por otro lado, un 21% de estos votantes de Ciudadanos dice haber cambiado su voto hacia otras fuerzas mejor preparadas para defender la unidad de España y otro 21% afirma haber votado por un partido que puede parar a los partidarios de la independencia de Cataluña (aunque esta opción tiene una redacción confusa y no permite saber si el votante cambió de partido o vuelve a votar por el mismo partido precisamente por esa razón). En cualquier caso, el CIS proporciona evidencia clara de que la cuestión catalana ha generado turbulencias importantes dentro del electorado de Ciudadanos teniendo un impacto electoral.
Gráfico 2: Porcentaje de votantes de cada partido cuyo voto estuvo influido por la situación en Cataluña
Gráfico 3: Tipo de influencia de Cataluña en los votantes de Ciudadanos
Un último dato que podemos aportar en esta misma dirección viene del análisis de las preocupaciones de los votantes de la derecha. Si la hipótesis de que el bloqueo político y la no actuación responsable por parte de Ciudadanos para evitar elecciones y dar un gobierno a España fuese la razón principal del abandono de sus votantes, deberíamos observar que estos están más preocupados o decepcionados que el resto de partidos de la derecha con la clase política. En el siguiente gráfico se muestra el porcentaje de votantes de cada partido de la derecha en abril que cree que tanto la clase política y los partidos políticos como la independencia de Cataluña son uno de los tres principales problemas del país. Como se puede comprobar, las diferencias son casi inexistentes, sobre todo entre Cs y el PP. Los votantes en abril de Cs no parecen más preocupados por la clase política (aunque sí hay un porcentaje ligeramente mayor que lo sitúa como el primer problema) ni menos preocupados por la cuestión catalana. En ese sentido, la convergencia de ese electorado hacia las mismas percepciones que el del PP es clara. No encontramos una percepción muy distinta de los problemas que pudieran haberle llevado a votar de modo diferente.
Gráfico 4: Porcentaje de votantes de cada partido que considera los políticos y Cataluña como uno de los principales problemas de España
En definitiva, todo parece indicar que el veto a Sánchez poco ha tenido que ver en los resultados de Ciudadanos en noviembre. Más bien al contrario. Los votantes de Cs podrían haber optado por otras fuerzas políticas que vieran más útiles en este momento ante el desafío catalán o que tuviesen más posibilidades de encabezar una alternativa a Pedro Sánchez. En marzo, Ciudadanos optó por un cordón sanitario a Sánchez y el PSOE para consolidar su apuesta por el electorado de derechas. En aquel momento esa estrategia pudo ahuyentar definitivamente a votantes centristas, pues el partido ha ido dejando progresivamente de ser el partido preferido de los votantes más moderados (aquellos que se sitúan en un 5 en la escala ideológica). Lo que parece evidente es que, con el equipaje con el que los naranjas llegaron a noviembre, ese segmento no era el que más riesgo tenía de perder si el partido se mantenía en posiciones que nos llevaran a elecciones. Nunca sabremos, eso sí, cómo habría sido la historia si Ciudadanos hubiese conseguido el sorpasso al PP en abril.
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